Recuerdo

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Peter se despertó desorientado, por un momento pensó que todo fue un sueño, por primera vez se sintió feliz después de una pesadilla, porque pensó que lo era.

Pero esa mínima esperanza se desvaneció cuando salió al pasillo y al asomarse por la ventana vio a Melisa sentada con las piernas cruzadas al final de un bulto de tierra con una cruz de madera al final.

Bajó corriendo las escaleras y por suerte no había nadie en la sala para detenerlo. Cuando llegó a la parte trasera de la cabaña se detuvo en seco por una ola de enojo inexplicable.

Sus piernas le temblaban con cada paso, se sentía débil y cansado; y su vista se nubló a causa de las lágrimas no derramadas.

Melisa miró sobre su hombro y lo vio, se puso de pie rápidamente y trató de acercarse a Peter pero éste se alejó de manera brusca.

-¿Qué hacen?- la chica no entendió y frunció el ceño-, dejen de fingir que Connor ya no está.

-Peter…

-No, te voy a detener aquí antes de que digas una vil mentira- la chica soltó una lágrima-. Connor no se fue. Lo tengo que salvar.

Melisa no supo qué hacer y sólo avanzó para darle un abrazo al rubio, al ver que no se apartó lo rodeó con sus brazos pero Peter no me devolvió el abrazo, en cambio, se apartó y se fue a la cabaña.

Ya adentro se tumbó en la cama y abrazó la almohada que estaba llena del olor de Connor, se quedó dormido esperando que al despertar el chico estuviera con él en la cama.

“-Lo siento- dijo Yassi. La bruja estaba sentada en la orilla de la cama.

Peter se sentó en la misma apoyando la cabeza en el espaldar de la cama.

-¿Qué cosa?

-Tu perdida.

-No.

Yassi iba a decir algo pero el rubio alzó una mano y habló:

-No pude matarte, ya estabas muerta.

La mujer se quedó en silencio por un largo rato antes de carraspear la garganta y mirar directamente a los ojos de Peter.

-Bueno, supongo que no puedo hacer nada.

-Tengo un hermano.

-Entonces hay dos versiones de mí.

-Adira mató a mi mamá.

El silencio se apoderó de la habitación, un silencio lleno de dolor.

-Supongo que lo creyó necesario- la defendió.

-Lorena nos traicionó.

-Maldita- dijo entre dientes y Peter no logró escucharla.

-Perdí a Connor.

Yassi se puso de pie y se acercó a Peter, se puso de rodillas al lado de la cama y tomó las manos del chico entre las suyas.

-En verdad lo siento tanto.

-No me entiendes, lo perdí, no está muerto.

-Peter, no te hagas daño.

El chico la fulminó con la mirada y se apartó rápidamente, caminó hasta la ventana y clavó su vista en el cielo gris.

-Lo voy a encontrar- la mujer lo nombraba pero él la ignoraba-, y lo traeré conmigo…

Yassi lo tomó por los hombros y lo volteó para que la mirara a los ojos.

-Él no va a volver- dijo con un tono suave.

-No sabes lo que dices.

-Él se fue, Peter- los ojos del chico se llenaron de lágrimas-, pero los demás no, ellos te van a ayudar.

-No quiero su ayuda- su voz se quebró-, lo quiero a él.

Yassi lo abrazó y esta vez el chico no se apartó, la abrazó con todas sus fuerzas y antes de despertarse alcanzó a ver un individuo que se colaba en su sueño. Azael.”

Ya era de noche, la luz de la luna se colaba por la ventana, se puso de pie y empezó a buscar algo en le ropero, sacó el buzo rojo de Connor y lo abrazó.
Sentir el olor suave del chico y no tenerlo allí fue un golpe duro por parte de la realidad.

A mitad de la noche se quebró, cada pedazo que logró reparar se rompió en mil pedazos más. Cayó al suelo y lloró con la prenda de ropa en las manos.

Lloró por lo que perdió.

Lloró por lo que nunca tendría.

Lloró por lo que la Guerra de elementos le quitó.

Lloró por lo que nunca volvería a sentir y tener.

Lloró por Connor.

Lloró aceptando la cruel realidad.

La luz de la habitación se encendió y pudo ver a su padre, tenía su ropa de dormir y la mirada cansada. Se acercó a Peter, que estaba tirado en el suelo llorando, y al instante en que se dio cuenta de que el adulto estaba cerca se prendió a su cuello.

-Si hubiera matado a Lorena cuando tuve oportunidad nada de esto hubiera pasado- dijo entre sollozos.

-Peter, no podías hacer nada, no te culpes.

-Lo necesito.

-Yo sé, mi amor, y lo siento mucho, pero te juro que estaré contigo siempre.

Aquellas palabras le dieron un poco de calma en esa tormenta que amenazaba con destruirlo a él.

No pasó la noche solo. Lo acompañó su papá y el recuerdo de Connor.

“-Vas a ser feliz con tu papá, te lo mereces.” Le había dicho Connor en una ocasión y se durmió pensando en ello.

Guerra de Elementos [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora