Guerra de Elementos [#1]

La tormenta

2018

La preparatoria Parmons estaba abriendo sus puertas rojas y oxidadas a los alumnos; era un gran edificio blanco, con muchas ventanas grandes, con árboles frondosos en cada esquina del edificio. Era un día hermoso de primavera, los alumnos entraban y salían de la misma.

Todo se nubló y empezó a llover muy fuerte, ese día soleado se convirtió en su polo opuesto, el cielo gris, grandes relámpagos alumbraban la mañana y los truenos espantaban.

Los alumnos corrieron hacia a dentro para no mojarse, y se dirigieron a sus respectivos salones. Allí, en una mesa de la biblioteca con unos cuantos libros se encontraba sentada Melisa Godoy con su mejor amiga Lorena Raybot mientras hacían sus deberes pendientes.

Melisa era de piel morena, delgada, su cabellera larga y negra escondía su rostro y sus ojos esmeralda le daban una belleza notable. Aunque fuera una chica muy linda no cambiaría el hecho de ser rechazada en Parmons, ya que era muy inteligente y latina, para ser más específicos de Argentina, lo que es una "buena" excusa para ser molestada por sus compañeros de clase.

Lorena Raybot, una chica bajita de ojos azul cielo, su cabello con ondas castaños le llegaba a la cintura, tenía 16 años y, al igual que su amiga, tampoco era muy popular, de hecho no es nada popular, el ser hija del director no ayuda para nada, muchos creerían que eso te da popularidad pero no es así. No para ella.

-Mira tu mejor amigo- señaló Melisa a Lorena con sarcasmo al notar que se acercaba Peter Peterson, el chico popular de la escuela y más guapo, con esos ojos avellanas, pelo castaño rubio ondulado, alto y atlético, era el chico que muchas veían como príncipe, o como ellas lo veían, el hijo de papi. Al parecer tenía una obsesión con molestar a aquellas chicas, lo hacía siempre que podía, pero Lorena no tenía ganas de lidiar con estúpidos como Peter, así que dio un gran suspiro y se levantó-. Bueno, nos vamos entonces.

-Oye espera, mosquita muerta, ¿a dónde tan rápido, vas a dejar a tu novia?- se burló el rubio.

Lorena hizo oídos sordos a ese comentario, recogió sus libros y se fue dejando a Melisa sola.

-Espera Lorena Raybieta; no he terminado contigo- la ojiazul se dio media vuelta y lo miró con cara de desagrado-, ahora que tu mamá trabaja en un club nocturno, y vive en una pocilga, ¿tu papá seguirá siendo el director?

-No, mi mamá es empleada en una tienda muy lejos de aquí... y ¿cómo sabes que mi "mamá"- hizo las comillas en el aire- trabaja en ese lugar?- Peter se quedó callado sin saber cómo responder a ese contraataque.

-Un consejo: piensa antes de hablar o te vas a hundir tú solo- se burló la pelinegra recogiendo sus libros de la mesa.

-Como ahora- continuó Lorena.

Salieron de la biblioteca y se dirigieron a los pasillos, los cuales parecían de hospital, pues eran blancos y estaban muy iluminados; no había nadie en los pasillos ya que estaban en clases, hasta que notaron que había mucho silencio, a excepción de los truenos que retumbaban por toda la escuela.

-Esta bien que estén en clases pero ¿no crees que hay mucho silencio?- preguntó Melisa extrañada.

-Es verdad, ¿ y si tocamos para ver si hay alguien?- propuso Lorena.

Se dirigieron al salón de segundo tocaron la puerta tres veces y nadie contestaba, luego abrieron la puerta y no había nadie, hicieron lo mismo con otros salones y estaban completamente vacíos. De repente un gran rayo cayó en el patio y por una sobrecarga de energía todas las luces se explotaron dejando a las chicas a obscuras.

-Esto ya da miedo- le dijo Lorena asustada.

-Vámonos al patio- dijo Melisa con calma.

Un estruendo grande y fuerte se escuchó seguido a una explosión en el baño de los chicos.