10: Diablillo adorable

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Hace bastante rato que ya han empezado a llegar los invitados

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Hace bastante rato que ya han empezado a llegar los invitados. Todos llevan disfraces de todo tipo, incluso algunos que no había visto en mi vida. La gente es demasiado original para los disfraces, no como nosotros que somos unos cutres. Ángel y diablo ¿a quién se le ocurre? Ah sí, a todo el mundo. Hasta Alex y Mia han sido más originales que nosotros y eso que van de vampiro, pero al menos eso de que la sangre sea azul lo hace especial.

─ Wow nena, estas increíble. Has hecho que me replantee por un momento si soy de verdad gay ─ dice Zack acercándose a mí con su disfraz de vaquero. Se ve demasiado cuqui con él ─. Vale no, definitivamente lo soy ─ añade cuando ve pasar por nuestro lado a un chico random sin camiseta. Aaron tenía razón en que soy la que más ropa lleva ─. ¿Y tú querido novio falso?

─ Por ahí, haciendo cosas de novio falso.

Unos brazos me rodean por la espalda y no me hace falta girarme para saber de quienes son.

─ Aquí está ─ le digo a Zack.

─ Aww que monos sois, me dais envidia y asco a la vez.

─ Pero ¿qué dices? ─ interviene Aaron soltándome.

─ Nada, nada, me voy a buscar a alguien que me haga olvidar lo solo que estoy.

Se marcha de nuestro lado y le perdemos de vista entre la multitud dejándonos solos.

─ Bueno, ¿estás lista para beber? ─ me mira divertido.

─ Nací lista ─ añado emocionada.

─ Así me gusta, esa es la actitud.

Le sigo hasta la cocina en un camino interminable ya que por cada paso que damos nos detiene alguien ya sea para hablar o simplemente para saludarnos. Esto de la popularidad es más duro de lo que pensaba. No sé cómo Aaron y Alex pueden soportarlo. Echo de menos ser invisible.

─ Creo que ya estás lista para la siguiente lección ─ comenta emocionado cuando llegamos.

─ ¿No hay mojitos? ─ pregunto algo decepcionada.

─ Esta vez no. Esta noche te presento a tu nuevo aliado- estira el brazo para coger dos vasos pequeños de uno de los muebles ─ los chupitos.

Aparte de los vasos coge también un bote de sal y un limón. ¿Por qué se necesitan tantas cosas?

─ Solo hay que seguir tres pasos: sal, tequila y limón, en ese orden.

─ No es por nada, pero esto tiene pinta de estar malísimo ─ digo analizando la botella.

─ Para ti todo siempre está malísimo y después te encanta.

"Excepto tú, tú siempre me encantas"

Estúpida conciencia, empieza pronto esta vez.

El castaño termina de cortar las dos rodajas de limón y llena ambos vasos.

INEVITABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora