Volvemos de la caminata por el bosque completamente exhaustos y solo son las doce de la mañana, aún queda todo el día por delante y lo peor es que hoy es la fiesta de cumpleaños. Que pocas ganas tengo de organizar y decorar la casa. Ni siquiera hemos comprado la decoración. Es hora de que nos pongamos manos a la obra o nos pillará el toro.
─ Alex, acompáñame a comprar, porfa ─ digo despertándole de su intento de siesta.
─ Paso, me da pereza.
─ Si quieres puedo ir yo contigo ─ se ofrece Aaron.
─ Si eso que vaya él ─ apoya y vuelve a cerrar los ojos.
─ No. Venga Alex muévete.
─ Vale, ya voy ─ suspira.
Salgo de la cabaña hacia el coche seguida por Aaron quien supongo que vendrá a protestar.
─ ¿Estás segura de que no quieres ir conmigo? Nos lo pasaríamos bien un rato solos ─ intenta convencerme.
─ Me encantaría, pero si dejamos solos a Rachel y Alex con esos torbellinos al volver no hay casa.
─ ¿Y te fías de mi para esa responsabilidad tan grande?
─ Confío en que mantendrás el orden o sino lo que sea que haya entre nosotros llegará a su fin.
─ ¿Me estas amenazando?
Se acerca tanto que mi espalda choca con el maletero del coche. Actúo normal, como si su cercanía no significara nada para mí y oculto mis ganas de besarle y acércale aún más.
─ ¿Qué parte de seamos discretos no has entendido? ─ le recuerdo poniendo las manos sobre su pecho alejándole.
─ Desde aquí nadie puede vernos. Estamos en un punto ciego. No te preocupes, preciosa, lo tengo todo controlado ─ baja sus manos hacia mi cintura.
─ Aun así, estamos demasiado cerca.
─ ¿De repente te molesta mi cercanía? No parecías tener ese problema hace unas horas.
Se escuchan pasos acercándose a nosotros haciendo que se separe y empiece a caminar de vuelta a la cabaña, pero le sujeto del brazo antes de que dé un paso más.
─ Si cuando vuelva esta todo igual que ahora tendrás una recompensa ─ susurro en su oído.
Mis palabras captan al instante su atención y lo sé por la forma en la que me mira y sonríe. Que lastima seguro que me ha malinterpretado, pero nada más lejos de la realidad. Solo ha sido una pequeña mentirijilla para mantenerle motivado. Es imposible que consiga controlar a esas bestias.
Subo al coche con una ridícula sonrisa en la cara, pero se me borra cuando veo a Alex molesto a mi lado.
─ No me hables estoy enfadado contigo ─ me dice apartando la mirada.
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INEVITABLE
Genç Kurgu¿Y si tuvieras que fingir ser la novia del chico mas popular del instituto al que por cierto conoces de toda la vida? Esto mismo es lo que le pasa a Olivia cuando de repente su vida da un giro de 360 grados al verse envuelta en una mentira de la que...