Esperanzas

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-¿Quien es? ¿Tu hermano?

-Esa es mi mujer.

-¿Y esta horrorosa criatura? ¿Un trasgo mutante?

-Ese es mi niño, Gimli.

Legolas, extrañado y sorprendido ante las respuestas de ese enano ofuscado que se hace llamar Glóin, le devuelve esa especie de reliquia y ordena a los guardias que sigan registrando a la compañia de enanos.

Justo cuando se va a dirigir hacia el líder de esa especie de compañía, Tauriel aparece delante de sus ojos y él no puede evitar formular la siguiente pregunta, un poco estúpida pero necesaria:

-¿Las arañas estan muertas?

-Si, pero vendran más....Crecen con mucha rapidez.

Legolas asiente con rapidez y se dirige al líder enano. Antes de hablarle, uno de los guardias le muestra, al parecer su espada. El príncipe elfo la observa con atención y detenimiento, a la vez que declara:

-Esta es una de las espadas forjadas por mis antepasados en días antiguos, muy antiguos...Forjada por mi abuelo...¿De dónde la has sacado?

-Me la dieron-Responde el enano mirando al elfo con cara de desprecio.

-Eres un ladrón, y además mentiroso. ¡Llevaoslos!-Ordenó a sus guardias para que emprendieran la marcha de vuelta al reino.

Nada más llegar, les indican que Thranduil requiere la presencia del lider enano. Así que se lo llevan y los demás enanos son llevados hasta las mazmorras.

Al fin, son llevados hasta ellas. No oponen mucha resistencia. Tal es así, que Legolas puede poner sus finos oídos y susagudos ojos en un enano de cabello negro, que esta siendo encerrado por Tauriel.

Antes de dejarle en la celda, presencia como esté la habla, a la perfección:

-¿No vas a registrarme? Podría ocultar algo bajo mis pantalones....

En ese momento Legolas pensó: "¿En serio la esta diciendo lo que creo que la esta diciendo? ¿Cómo se atreve?".

Ante las para el elfo rubio, ridiculas y espantosas insinuaciones del asqueroso enano, escucha a Tauriel responder:

-O nada-Tras esto, cierra la puerta sin apartar su mirada del enano, que sigue sonriendo...

Ella vuelve otra vez a cruzárselo en el camino del príncipe y este la pregunta con sutilidad:

-¿Por qué el enano te hablaba, Tauriel?

-Por nada...Es más alto que los demás....¿No crees?-Finaliza reacia, bajando las escaleras y saliendo de las mazmorras.

Legolas, ante esto, no puede evitar decir:

-Más alto, pero no menos feo.

Gira la cabeza unos centímetros y mira como ese repugnante y entrometido enano llamado Kili le dedica una mirada corta pero desafiante. Él, ante esto, no puede parar su orgullo y envidia y le responde apretando los párpados. El elfo, corre a toda prisa a su habitación para cambiarse...

Esa noche, daría comienzo la deseada Mereth-En-Gilith. Los elfos más importantes y esquisitos acudirían a esa gran fiesta organizada por el rey. Sin espacio para los humildes plebeyos sin casta.

Pero, todavía faltaban un par de horas y Tauriel tenía que informar de lo sucedido en su expedición al rey elfo. Que la esperaba levantado, a paso firme pero tranquilo. Con un par de cosillas que aclarar con su tan querida capitana,,,,

-Se que estas ahí...¿Por qué te ocultas en las sombras?-Pregunta un decidido Thranduil mostrando ahora una sonrisa misteriosa.

-Mi señor, venía a informaros-Responde Tauriel mostrándose ahora en el campo visual del rey elfo y propinándole una rápida y sutil reverencia.

Legriel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora