Legriel.

Un obstáculo más

-"Alasse' aurë"-Levanto la cabeza y veo a mi padre malhumorado y de semblante serio, más aún que de costumbre.

-"Aiya Legolas...."-Responde con la mirada perdida.

-¿Qué te ocurre padre? ¿Algo qué te inquiete?

-En efecto...Otra vez nos han vuelto a atacar en la parte oriental de nuestro bosque....

-Las arañas....

-¡No podemos vivir así! Quiero que te lleves a una decena de tus mejores guerreros y acabéis con sus nidos de una vez por todas.

¿Cómo? La rabia e inquietud se ha apoderado, otra vez, de mi padre. Es imposible acabar con todas ellas. Yo, al instante, contesto:

-Padre...Aunque consiguiéramos mantenerlas fuera de nuestro reino, atacarían a los pueblos más cercanos, como la Ciudad de Lago....Lo cuál no nos vendría muy bien ya no sólo por nuestro propio interés....

-Hijo hijo...Me deberías de conocer ya....

-Entiendo que no te importe otro reino que no sea el nuestro pero no nos convendría que atacaran la Ciudad de Lago....Acuérdate de lo que pasó con Valle....

-Eso era un caso perdido Legolas. Los enanos no merecían nuestra ayuda. Thròr fue demasiado codicioso....

-Si, pero...

Me levanta la mano y cierra los ojos, a la vez que me ordena:

-Haz caso a lo que te ordeno y no rechistes.

-¿Pero qué te pasa padre? Cada día que pasa te veo más amargado y posesivo...Sabes que a mama nunca le gustó...

-No menciones a tu madre...Y no hijo, eres tú el que esta cambiando.

Se levanta de la silla y empieza a caminar alrededor mía, sin despegarme su atenta y penetrante mirada, me dice:

-¿Qué tal te va todo Legolas?

Yo respondo, intentando poner un poco de humor a la conversación:

-Parece ser que me va mejor que a ti padre...Cosa que no es difícil.

-Ya...¿Y Tauriel?

Al instante que oigo su nombre mis labios se mueven solos:

-¿Qué pasa con ella?

-Ya no la veo acompañarte en tus expediciones...Ya que además de ser la capitana de la guardia, por decisión tuya permíteme recordarte, es tu mejor amiga, ¿cierto?.

Siento un pinchazo en el pecho, como si la punta de una lanza se estuviera clavando en mi torso, pero contesto:

-Tauriel ya no me acompaña por orden mía. Pienso que es mejor tenerla lejos de aquí ya que es muy buena reorganizando las fronteras. Nada más.

-Buena elección. Mientras más alejada mejor....-Una sonrisa malvada y conocida para mis ojos se manifiesta en el rostro de mi padre. Él, continúa:

-Pero hoy irá contigo ya que se necesita el mejor personal para esta misión.

Mis ojos lo niegan...No puedo verla, no puedo seguir aparentando que me importe tan poco. Después de sus duras palabras, hace ya un mes, quedé bastante tocado y hundido como para tener que mirar su bello rostro más veces de lo que, inevitablemente hago.

-Padre muestro mi total desacuerdo con tu decisión.

-¿Si? Y yo que creía que mi primogénito deseaba pasar el mayor tiempo con su...amiga....Lo siento hijo pero te acompañará. Se la necesita en esta misión.