Pasaron dos días hasta que me sentí mejor, las heridas se habían ido milagrosamente y los huesos rotos se mejoraron.
Todo con ayuda de Dimitri con unas cremas que él hizo.
Pero no he dejado que David se acerque, no puedo verlo a la cara y no es que no quiera si no que me siento derrotada y no quiero que me vea como una tonta que no se pudo defender.
Cuando la puerta se abrió y David se apareció me tape con la manta.
-Han pasado días Jazmín, dejame verte - camino hasta quedar frente a mi - Morenita por favor - se agachó.
Se puso de rodillas y su mano se colocó en mi muslo.
No pude ni verlo a la cara, me sentía tan mal y nada fuerte.
-Lo que te paso fue una verdadera tortura pero no te escondas de mí, soy tu esposo, hemos estado batallando juntos.
-David, me siento derrotada, humillada, no quiero que me veas así.
-Recuerdas lo que dije en nuestra boda?, en lo bueno y en lo malo - recordó una parte de sus votos - yo no te voy a dejar sola, eres la mujer que adoro y que moriría si algo te pasará cuando me llamo Jonathan pensé que te había perdido y que ya no tendría oportunidad de decirte por última vez cuanto te amo, no me alejes, no me apartes.
Las lágrimas cayeron como cascadas, me quite la manta y me lance a sus brazos, ambos caímos al suelo y él quedó con la espalda recostada en la pared.
-Llora lo que tengas que llorar pero vuelve a ser la mujer fuerte que siempre has sido Jazmín - colocó sus brazos alrededor de mi cuerpo, sin soltarme ni un poco.
Así pasamos unas horas, sentados en el suelo, abrazados.
Cuando nos levantamos, me tomó en brazos y me cargo hasta la bañera.
-Un baño caliente te va a relajar, estaré afuera si me necesitas - lo detuve tomándolo del brazo.
-No, quedate aquí, conmigo - salí de la bañera y me quite la bata.
Observó mi cuerpo, lleno de los moretones, levantó la mano y tocó cada uno de ellos con delicadeza.
-Son recuerdos, de malos momentos - se quito la camiseta y se dio la vuelta - Tengo algunos de cuando mi padre estaba con nosotros - los golpes serán recuerdos que te ayudarán a pelear.
-David, tú no sabes las cosas que ella me hizo, por poco y muero - cerro los ojos con tanta fuerza que temí que se le salieran de la cabeza.
-No me recuerdo eso, le gritaba a Jace que aumentará la velocidad del auto y cuando Dimitri no me dejó entrar y escuche tus gritos de dolor estuve apunto de salir de ahí y matar a Lana y a Jonathan, los dejé heridos, tenía la oportunidad.
-No fue el momento, tendrás tu oportunidad de matarlos - sonrió de lado.
- Por qué esperamos?, traeré las sales - salió del baño, observe su espalda aún tenía algunas cicatrices de la pelea.
Pero los años le han pegado muy bien.
Cuando volvió ya no tenía ninguna prenda de ropa.
-Si que sabes contentarme - soltó una carcajada.
-Ven aquí - camine hasta él, dejó una mano en mi espalda y después bajó su rostro y beso mi hombro izquierdo - olvidemos lo malo por una noche.
Y con eso me tomo en brazos hasta la bañera y la lleno de agua.
Pasamos casi toda la tarde dentro del baño, cada vez que quería salir David me atrapaba.
Ahora estoy en la escuela, en una reunión con todos los del ministerio y algunos de fuera del pueblo.
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La Escuela de poderes
Teen FictionSolo soy una adolescente que acaba de mudarse de los ángeles para llegar a este pueblo llamado Breckenridge sin saber lo que me ocurrirá al pasar del tiempo Sin saber un secreto que voy a descubrir al llegar a mi nuevo hogar