Wasp: Otras Tierras. Libro #1 (RESUBIDA)

17.

Sentimientos confusos y recuerdos.

Me desperté, el sol entraba por las cortinas que estaban algo abiertas, me estire en mi lugar y me quede mirando por la ventana unos minutos hasta que decidí levantarme, tomar ropa de los cajones y salir directo al baño.

Tome una ducha de agua fría, quería despertarme y si lo logre, hoy tenía planeado ir al cementerio para ver la tumba de Laurel, al salir me vestí y me seque el cabello, camine a la cocina y mientras llegaba vi dos copas en la mesita de centro en la sala, ahí fue cuando recordé lo que había pasado anoche, no paso de un beso, pero, Hailee me beso, no sabía que sentir o como sentirme, pero tampoco podía o quería olvidarlo.

No había nada de desayunar así que tome mis llaves mí y mi abrigo, salí del apartamento cerrando la puerta, al salir del edificio fui a la cafetería que estaba cerca de él, me pedí un café y lo tomaba mientras caminaba al cementerio que no estaba tan lejos.

Me sentía rara caminar por la ciudad sin Laurel, con ella era con la que salía la mayoría de veces, sabia donde quedaba cada lugar aunque llevara aquí un poco menos de un mes, camine unas cuantas calles más, cruce por un puente al otro lado de la gran avenida hasta donde estaba la entrada principal al cementerio.

Entre y camine por el sendero color verde mientras recordaba en donde estaba la lapida de Laurel, reconocí un lugar y me acerque, había una persona más ahí, sabia quien era, la vi de espaldas y con solo eso me removió mil cosas en el estomago, se levanta de donde estaba.

-¿Cómo estás?

-Estoy ¿y tu Helen?

-Igual -me mira con las manos en sus bolsillos.

-Así que ahora te reformaste y eres Voice White -dije.

-Si bueno, fue gracias a Laurel -yo sonreí algo triste y las dos nos quedamos calladas, ninguna sabia que decir.

Había pasado una semana y seguía sintiéndome culpable por todo esto. Mire a la rubia y vi que ella no había dejado de mirarme con esos ojos azules que me encantaron desde el primer día que la vi, agite mi cabeza mentalmente para quitarme esos pensamientos y regrese mi mirada al frente.

-Lo siento -le dije.

-¿Por qué?

-Yo fui quien causo todo esto -respondí.

-Ella solo hacia su deber, cuidar la ciudad -me miro. -Solo eres una víctima más de una persona detestable.

-Ya -dije bajo -Tal vez si me conocieras un poco mejor no dirías eso.

-Aunque no lo creas tú y yo somos muy parecidas -la mire. -Adiós Ruby.

Se fue, se había despedido, la vi alejarse entre aquellas lapidas hasta llegar al sendero y alejarse mas y mas, me quede pensando en lo que había dicho, me dejo con demasiadas dudas y no podía pensar con claridad.

-Se fue -reaccione mirando por donde se había ido. -Se fue -regrese mi mirada a la lapida y me senté en frente de ella. -Perdón Laurel, no era momento, espero encontrar uno mejor y poder cumplir la promesa.

No hice nada mas solo me quede allí sentada mirando cómo había personas pasando, me sentía cómoda estando allí, sentía que todavía ella estaba junto a mí.

-Que te puedo contar -suspire. -En verdad te necesito aquí, necesito tus consejos -susurre. -Ayer Hailee me beso y no sé como sentirme al respecto, por un lado esta Helen y por el otro Hailee, a Helen no la conozco del todo y probablemente la vuelva a ver dentro de meses, pero no lo sé, estoy muy confundida -abrace mis piernas a mi pecho y apoye mi cabeza en ellas. -Te necesito Laurel -volví a susurrar.

La mañana se había ido rápido, eran casi las 3 de la tarde, me levante del lugar sacudiendo un poco mis pantalones y me volví a agachar en cuclillas.

-Vendré después -susurre, me quede mirando un poco y una lagrima se salió de mi ojo, rápidamente la quite con mi mano y me levante. -Adiós Laurel.

Salí de ese lugar y volví a hacer el mismo recorrido de la mañana, no quería ir al bunker y encontrarme con Hailee, me sentía confundida, antes de ir y encerrarme en aquellas cuatro paredes, fui al supermercado y compre lo que necesitaría para sobrevivir tan siquiera esta semana.

-Macarrones de queso -susurre mientras veía la caja que tenía en mi mano.

Seguí poniendo cosas en la canasta que sostenía con mi mano izquierda, camine por uno de los pasillos iba distraída mirando lo que había en las estanterías hasta que choque con alguien.

-Lo lamento tanto -era una chica.

-Perdóname tu a mi, iba distraída -le dije, ella se me quedo mirando.

-¿Te conozco? -yo la mire extraña. -Perdón que directa, te me haces conocida -frunció un poco sus cejas. -¿Ruby?

-¿Anne? -pregunte, pero era más una afirmación.

-Cuanto tiempo -me abrazo.

-Dios, cambiaste demasiado.

-Sigo siendo la chica computadoras -ríe. -¿Qué hay de ti?

-Sigo siendo yo -sonreí.

-¿Cuando llegaste aquí?

-Hace un mes más o menos -le respondí. -¿Y tú?, no supe nada mas de ti después de lo que paso con Nila y sus padres.

-Si, llegamos hace unos cinco meses.

-¿Llegamos?

-Nila vino conmigo -yo sonreí muy feliz. -¿Sigues siendo la misma chica que trabajaba en la CEO?

-Si, solo que ya no hago nada -le mentí.

-¿En cerio? -yo asentí. -Eras muy buena cuidando la ciudad.

-Gracias -sonreí.

-Bueno, te dejo que tengo que terminar las compras, que luego Nila se pone de intensa -yo reí.

-¿Te hace dormir en el sofá? -ella asiente. -Algunas cosas nunca cambian.

Nos despedimos, quedamos en salir para ponernos al día, seguí asiendo las compras, cuando termine fui a cobrar todo, la verdad no era tanto, solo lo necesario, salí del supermercado y fui al edificio, subí al piso ocho, me quedaría en el apartamento este día, me quite mis zapatos y el abrigo.

Empecé a ordenar todo en el refrigerador y otras cosas en la alacena, también empecé a preparar algo rápido para comer, macarroneas con queso, me recordaban a Laurel, ya que la primera vez que fui al supermercado con ella, me pregunto si me gustaban, ese día llevamos más de tres cagas, cuando ya estaban listos me senté en el sofá, encendí la televisión y empecé comer.

Cambiaba los canales constantemente, no había nada interesante en ellos, a los minutos encontré uno, me llamo la atención, ya que hablaba de Rusia.

Recordar Rusia era recordar los buenos momentos que pase ahí, mi última misión con Alex, Nora, Allison y Mar después de ser separadas pos casi ocho años, tenía 16 cuando eso sucedió y fue una misión fugas, así les llaman cuando solo te quedas máximo tres meses cumpliéndola.

Mar, Allison y yo en Rusia no éramos las asesinas entrenadas que solíamos ser día a día, aunque teníamos que seguir las indicaciones al pie de la letra y no cometer ningún error, éramos tres simples hermanas que tenían una vida normal, Vivian con sus padres en un hermoso vecindario de las calles de Moscú.

Todo estaba de nuevo en mi mente, exactamente como paso, cuando, donde, TODO, después de esa misión cada quien tomo rumbo diferente, Alison volvió a BlueRed, Mar escapo antes de que pudieran sedarla y llevarla de nuevo al cuartel. Yo regrese con Leonel y la familia Lightowoot. Nora y Alex siguieron cumpliendo y trabajando para Alekar. Lo último que supe de ellos fue eso.

Ahora me encuentro aquí, en una tierra completamente diferente, huyendo de mi pasado y encontrándome cada vez más con personas que escaparon de mi tierra.