• Catorce •

623 57 6
                                    

➾ 𝔻𝕚𝕖𝕘𝕠 ; ☆





Ví a mi novia abrir los ojos poco a poco, Laura tenía una bola de algodón con alcohol en sus dedos haciendo que Jade lo oliera.

— ¿ que pasó? — murmuro mi novia con la voz ronca, sus ojos aun medio cerrados. 

— Te desmayaste, ¿ te sientes mal o algo así? — conteste de inmediato aun sosteniendo su cabeza sobre mis piernas.

— No lo se, tal vez solo me levante muy rápido y eso hizo que me cayera. Pero me siento bien, un poco mareada aun pero seguro ahorita se me pasa — dijo abriendo más sus ojos.

— Descansa un poco, nosotros estaremos aquí — mencionó Paulina.

— Pau tiene razón, quédate recostada un poco — apoye.

— Esta bien.

Las chicas salieron de la habitación de Paulina, yo me quedé allí con ella viendo que estuviera bien.

— Amor estoy bien, no hay de que preocuparse — mumuro.

— Claro que si, llevas días estando mal y lo sabes.

— tal vez sea una mala alimentación, pero nada de que preocuparse.

— Así sea esa la razón, no te salvas de que mañana por la tarde vayamos al médico.

— Pero Diego...

— Nada, nada señorita. Vamos a ir así tenga que llevarte cargando, no puedes estar esperando a que te recuperes así como así, siempre hay que checarnos.

— Esta bien papá — dijo burlona

— Aunque parezca un papá gruñon, es por tu bien.

— Lo se y te lo agradezco amor, tu sabes que estoy aquí por tu amor.

Le dedique una sonrisa, habia recordado la vez en la que ella volvió de México. Por lo poco que pude saber, es que ella había tenido un mal encuentro con su madre de nuevo.

Aun no entiendo que pasa con la madre de Jade, ¿ no tiene ningún remordimiento al tratar así a su hija?, por que enserio yo estaría peor si mi mamá me tratara así.

— Yo siempre estaré para ti, te amo.

Me acerque a besar sus labios y ella sonrió, le devolvi la sonrisa.


Paulina llegó diciendo que había algo de comer por si queríamos ir, habían pedido pizza de champiñones y sodas pepsicola.

Jade se sentía bien, dijo que ya no estaba mareada y eso parecía por que estaba demasiado normal.

La tarde la pasamos comiendo y hablando sobre el tema de Paulina, había dicho que definitivamente no me metería, pero debía hacerlo.

En verdad desconozco a Claudio, el era quien me daba los consejos a mi. Pero ahora parece que se convirtió en alguien totalmente distinto, ¿ por que jugar así con Pau? , no tiene sentido.

Decidimos retirarnos de ahi después de varias horas, Jade quería ir a casa y descansar. La lleve muy a fuerzas, en verdad que tenía ganas de estar más tiempo con ella.

— Bien, algo pasa por tu cabecita y dime ya — me acusó en cuanto emprendimos camino a su casa.

— ¿ que dices? , no ando pensando en nada — mentí

— Mi amor, te conozco así que hablalo.

— Solo no puedo permitir que Claudio siga haciéndole cosas malas a Pau. Ella es una chica muy linda y cariñosa, no merece un trato así.

Error Perfecto • Diego Lainez || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora