Han pasado dos días desde que sucedió todo aquel mal momento, aquella maldita pesadilla de la que quisiera salir.
Voy saliendo del elevador, había ido a casa a dormir un par de horas y a darme un baño. Florencia se había quedado a cuidar a Jade, sin embargo debía relevarla.
Por suerte en mi club habían encendido todo lo he sucedió, al final habían dicho a los medios que fue por una lesión la razón de mi ausencia. Agradezco que sea así, nunca me a gustado que mi vida privada éste siendo divulgada por todos lados.
Lo que menos quiero es exponer a Jade, no quiero que todo el mundo sepa su estado. Por supuesto tampoco quiero que sepan sobre el nacimiento de mi hija, si se sabe lo más probable es que varios medios querrán entrar a la fuerza y tener la primicia.
Tocó la puerta de la habitación antes de abrirla, mi suegra esta allí sentada observando el cuerpo de mi novia. Me da mucha tristeza verla así, llorando a cada momento por ver a su hija ahí.
— Diego, pensé que ibas a tardar más — dice ella levantándose
— No.. No quiero estar lejos de Jade y la bebé — le digo acercándome para saludarla con un beso en la mejilla.
— Yo.. Aprovechando que éstas aquí, me gustaría platicar contigo —
— claro, creo que nos hará bien hablar.
Ella asiente y ambos nos sentamos en el pequeño sofá de dos personas en la esquina.
— Dígame, la escucho.
— en primera quisiera desahogarme, es decir, se que fui una mala mujer y una mala madre. Me aleje de mi hija y encima, quise alejarla de tu cuando es claro que tu la haces feliz. — dice ella haciendo movimientos con sus manos
— Nunca diga eso, es cierto que muchas de sus acciones no fueron muy correctas. Pero al final Jade nunca la odio, siempre la ha querido y por eso siempre la buscó.
— Mi hija siempre a sido una nena muy comprensible, amorosa y sobre todo buena persona. Ella no merece estar ahí, así, no..
Florencia rompió en llanto, suspire y me acerque a abrazarla. Ella se desahogo llorando en mi pecho, ahora que soy padre puedo entender lo que siente.
Si algo le pasará a mi pequeña Miranda , seguro me volvería loco.
— disculpame — dice Florencia comenzando a levantarse limpiando sus mejillas. — iré a ducharme, necesito descansar.
— vaya con cuidado, yo me quedo aquí con Jade.
Mi suegra se despide y finalmente se va, yo me volteo a donde está ni novia recostada con los ojos cerrados.
La doctora nos dice que no hay señales de que vaya a despertar pronto, pero que todo se debe a como vaya evolucionado.
— mi amor.
Me acercó a ella y me siento en la orilla de la camilla, tomó su mano entre las mías y doy leves caricias con mis pulgares.
— Aquí me tienes como te lo prometí, cuidando de ti y de nuestra hija. Aunque bueno, solo la he podido ver a través del vidrio, ya sabes lo frágil que está.
Beso sus nudillos y aunque sonrio, mi corazón, mi alma y todo yo estoy quebrado.
— no te lo había dicho, pero me siento muy triste. A pesar de que nuestra bebé ya está aquí, en este mundo, no es lo mismo por que no puedo ver tu sonrisa.
Una lágrima resbala por mi mejilla, la limpio rápidamente.
— Se que estarás bien amor, tienes que luchar por tu vida. No puedes irte, Miranda y yo te necesitamos mucho, muchisimo, no imaginas cuanto
Acarició su mejilla una última vez, a pensar de que está respirando por los cables a los que está conectada, su temperatura no es la misma.
Ese calor corporal que siempre tenía no está más, y me duele pensar que toda ella no está. Pues aunque su cuerpo está aquí sobre la cama, su esencia parece no estar cerca.
La puerta se abre dejando ver a un par de enfermeras y detrás de ellas mi mamá, quien me ve con una sonrisa antes de que las tres entraran
— Buenos días señor Lainez, soy la enfermera de su hija — comienza a hablar una de ellas. — quería informarle que la doctora a dado el alta para visitar a la pequeña dentro, es decir, puede abrazarla si así lo desea.
Una emoción inmensa se hace presente en mi, por fin puedo abrazar a mi pequeña. Sonrió a la enfermera y a mi mamá, ella me ve más que emocionada.
— Yo.. Si, es lo que más quiero.
— en ese caso acompañeme, iremos de una vez.
— yo me quedo con Jade, ve hijo.
Asiento emocionado y salgo de la habitación, claro que antes dejó un beso sobre la frente de mi mujer.
Vamos a lo que parece ser un cuarto, la enfermera me da esa típica vestimenta azul de plástico que utilizan para entrar a ver a los bebés y pacientes.
Me pongo todo lo necesario, después cuando salgo, la enfermera me guía por el pasillo que ya conozco.
Entramos por aquella puerta amarilla pastel, ahí hay varios bebés, algunos lloran y otros están dormidos.
Finalmente veo aquella incubadora, donde tiene un pequeño letrero con letras grandes y claras.
Miranda Lainez F.
Sonrió, siempre que veo el nombre de mi hija lo hago.
Me da muchísima ilusión sabee que ahora hay una pequeña luz de sol, un pedacito de cielo que lleva mi sangre, mi apellido.
La enfermera que me acompaño la saca con mucho cuidado, después me la da. Mi pequeña comienza a llorar por que se despertó, sonrió, incluso llorando la amo.
— Hola mi vida... — susurro
En estos momentos tengo muchas ganas de llorar, mucha felicidad por que al fin la puedo tener en mis brazos.
Por fin puedo tocar su suave y delicada piel, puedo ver que tiene parecido a Jade, pero tiene mi nariz.
— Los dejaré solos, antes de no informarle que no tiene más que diez minutos. Miranda a reaccionado bien, pero no debemos abusar de su buen estado de salud, no la podemos dejar mucho tiempo sin el aire de la incubadora — me explica y asiento.
— Lo entiendo, muchas gracias.
La enfermera asiente y finalmente me deja a solas con mi pequeña hija.
— mucho gusto mi niña, me alegra al fin abrazarte.
Beso su pequeña mejilla con mucho cuidado, ella deja de llorar al escuchar que la están mimando.
Sonrió, soy feliz ahora aquí.
Y es en donde me doy cuenta que tengo otra razón para vivir, mi hija.
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Error Perfecto • Diego Lainez ||
Фанфикшн𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚐𝚘 𝚜𝚒 𝚖𝚎 𝚟𝚞𝚎𝚕𝚟𝚘 𝚊 𝚎𝚚𝚞𝚒𝚟𝚘𝚌𝚊𝚛 , 𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚒 𝙴𝚛𝚛𝚘𝚛 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝𝚘, 𝚝𝚊𝚗 𝚋𝚞𝚎𝚗𝚘 𝚢 𝚝𝚊𝚗 𝚒𝚗𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚌𝚝𝚘. 𝚂𝚎𝚐𝚞𝚗𝚍𝚊 𝚃𝚎𝚖𝚙𝚘𝚛𝚊𝚍𝚊 𝚍𝚎 " 𝙿𝚕𝚊𝚌𝚎𝚛 𝙲𝚞𝚕𝚙𝚘𝚜𝚘 ".
