• Veintidós •

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𝕁𝕒𝕕𝕖 ; ♡



Séptimo mes







Hoy era un día muy especial, pues finalmente había llegado el día del baby shower a mi pequeña Miranda.

Toda la familia de Diego estaba aquí, estaba más que feliz por que mi madre había aceptado venir.

No lo se, desde que supo que sería madre a cambiado algo. Ella pensaba que era malo ser mamá fuera del matrimonio, pero le fui enviando fotos del crecimiento de la bebé y parece ser que su corazón se ablandó.

Suspiro y sonrió al ver a todas las personas que me rodean aquí, siento que está fiesta cambiará todo. También siento que Miranda será alguien muy querida, pues desde que se sabe lo de mi embarazo todos siempre pasan acariciando y hablándole a Miranda.

Me encanta que todos podamos llamarla por su nombre, ella parece entender ya que siempre se remueve al escuchar su nombre con mucho cariño.

— Amor, te me habías perdido.

Diego viene corriendo hacia mi, sonrió y veo que se ve demasiado guapo con esa camisa blanca abotonada hasta el pecho.

— Perdón, quise venir a sentarme aquí, ven.

Palmeo la silla a mi lado, estamos en una parte del jardín.

— ¿ te sientes cansada? — pregunta

— un poco, ya la panza me pesa cada vez más, además los Dolores de espaldas ya se hacen más insoportables 

— Poco, ya falta poco para tenerla aquí con  nosotros — dice el acercándose a besar mis labios.

— soy muy feliz contigo Diego, en verdad, gracias por todo lo que me has dado en la vida.

— Gracias a ti, cambiaste mi pensar acerca del amor y sobre todo, iluminaron mi vida con su llegada.

— Miranda es muy importante para los dos, es nuestra primer hija. Somos inexpertos pero aprenderemos, juntos como la familia que somos.

— ¿ y si le damos un hermanito?

— Hasta diez, pero más adelante.

Sonrió por que este es el Diego que amo, ese que me sonrie a tal grado de hacerme sentir la felicidad plena.

— vayamos con los demás.

Asiento a lo que me dice y nos vamos a donde está nuestra familia y amigos, veo que mi mamá entra acompañada de Mary por la puerta.

Sonrió tímida hacia ella, debe ser mi imaginación de querer ver a una madre amorosa, pero al ver que se da cuenta de mi enorme panza sus ojos brillan.

Mary le dice algo y mi mamá asiente, entonces no tarda mucho en venir hacia nosotros. Aprieto la mano de ni novio, pues me siento nerviosa de tenerla aquí, cerca y frente a mi.

— Hola mamá — la saludo.

— Hola...

Error Perfecto • Diego Lainez || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora