-Cap 1-

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Suspiro por décima vez en el día, estaba algo exasperado, Jamie llevaba parloteando cosas al asar, miro la nieve que cubría casi todo el lugar, acababan de salir del Colegio y si amigo charlaba sin parar, sus caminar eran lentos, no tenían prisa.







Dash porque no quería llegar a su casa, casa que estaba frente al de su amigo, se suponía que ya se abría acostumbrado a estar la mayor parte del tiempo solo, su madre trabajaba asta tarde, su madre es la jefa de un hospital reconocido del país, su madre es una gran doctora, la razón por la cual pasaba la mayor parte del tiempo solo, su madre pasaba mas tiempo en el hospital que con el, ¿su padre? ni idea, hace tiempo que no lo ve.







Aunque pasaba una temporada con su madre y la otra con su padre, era algo alocado estar de un lado a otro pero vamos! veamos el lado positivo, regalos dobles, cumpleaños, navidades etc. Dash siempre, la mayor parte del tiempo, estaba de un lado a otro con sus padres, la temporada para estar con su madre ya se estaba acabando al igual que las clases, después tendría que ir a Rusia para estar con su padre, un año sin su amigo, Jamie era su único amigo verdadero que tenía, no tenía a otro pariente cercano en ese país, en su país natal tiene a toda su familia.








Dash ya ni siquiera se molestaba saber si tiene másfamilia, su madre le gustan los lugares cálidos y unidos como Burgess, por eso estaban ahí, agradecía eso porque si no, no tendría a su mejor amigo, aveces se preguntaba si su amistad con Jamie era normal o algo extraño.








Extraña porque había veces, cuando llegaba el invierno y la pasaba con su madre, veía a su amigo ver a la nada y había veces que parecía distraído o como otras y susurraba a la nada eso era extraño para el, normal porque Jamie le recordaba que seguía siendo humano eh evitaba que se volviera un ermitaño en su propia habitación.









La estación de invierno era su estación favorita, Dash tenía la rara habilidad de sentir poco frío, podía estar en la nieve con solo un suéter algo grueso y no sentía mucho frío, pero odiaba los veranos mucho sol y calor, el rara vez se enfermaba, levantó su vista cuando algo chico contra su hombro.







Dash, ¿escuchaste lo que te dije?ー la pregunta lo tomo por sorpresa pero si había puesto atención.






ーSi.....ー fue lo único que respondió, otra de las cosas por la cual le era difícil tener amigos, su carácter.







ー¿Cuánto sacaste en el examen?ー miro a su amigo que hacía una bola de nieve.






ーUna A+ー respondió, su mirada se enfocó al frente, unos niños jugando con la nieve.







ーRayos....ー escucho al chico quejarse
ーSaque un B-ー vio como el chico lanzaba la bola de nieve que estaba en sus manos, a la nada.









ーEso es raro...ー dijo para si mismo viendo como los niños se quedaban de la nada y se dirigían molestos a sus casa.








ーEmmm.....¿que pasa?ー










ーNo, nada....nos vemos Jamieー dijo caminando a la entrada de su casa.









ー¡Nos vemos mañana, Dash!ー escucho decir el chico.











Busco las llaves en el bolso de su suéter, no quería entrar a la casa, estaría vacía su madre ni siquiera estaba en la casa, entro a casa, cerró la puerta detrás de el, encendió las luces con el interruptor que estaba en la pared cercana a la puerta.
Como siempre, sólo, subió sin caminos las escaleras asta llegar al segundo piso, su cuarto era la segunda habitación mas grande de la casa, su pasos apenas si y se escuchaban, lo único que delataba su presencia eran los pequeños chirridos que hacía la madera mientras caminaba.







Sintió un viendo frío en su cuello, miro detrás suyo solo había oscuridad...Dash odiaba la oscuridad, no por no ver nada sino.... que el odiaba las cosas que se ocultaban entre ellas, no creía en la magia pero tampoco la paranormalidad, solo era...precabido si eso era, agradecía que su madre haya instalado un sistema de luz donde el siempre tenia un control solo para eso y poder controlar las luces de la casa.







Sin mas camino algo rápido a su habitación, cerró la puerta de golpe, dejó caer su mochila en la silla que estaba cerca de la puerta, bajo la cremallera de su chaqueta y la dejo caer en el pequeño sofá/baúl donde tenia cosas dentro, estaba a los pies de la cama, se quito los zapatos y quedó en calcetines, desordeno su cabellera pelirroja y se dejó caer en su cómoda cama.







Su tranquilidad y paz se vio interrumpido cuando escucho un chirrido en la parte baja, frunció un poco su ceño, negándose a salir de la cama, pero se levantó y camino a la ventana, una mirada sin expresión era lo que tenía su rostro al ver a su amigo caminar al bosque, ¿para que hiba ahí? para Dash, Jamie era un enigma por resolver, aveces también se preguntaba su Jamie era Tadeo, algunas veces, en la noche y cuando no podía dormir se quedaba un rato en el asiento de la ventana observando la luna para luego ver a su amigo hablar con la nada.









Claramente era un enigma para el, había veces en las que esperaba que el chico saliera del bosque y caminaba en dirección a su casa.







Dio un pequeño salto en su lugar cuando escucho que algo en la sala se caía, suspiro y negó, mejor se quitaría el uniforme y luego bajaría para buscar algo de comer.
Y así lo hizo bajo con cautela, claro, en su mano llevaba el control donde podía prender las luces, pero las prendió todas, no le gustaba estar a oscuras, bajo las escaleras con normalidad, ya había olvidado esos ruidos.








Camino al refrigerador y busco algo para comer, optó por calentar pizza y tomo una soda, miro por la ventana como la nieve caía poco a poco.
Ya sería navidad, Dash no creía en Santa Claus, Santa Claus no dejaba regalos no, los padres eran los que lo compraban para sus hijos, así de simple, no había más explicación para eso, era lo más lógico, hay que ser realistas.

-What the Dark Hides-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora