-What the Dark Hides-

-Cap 8-

Dash le había informado a su madre que saldría unos momentos, llevando sus patines colgados, había un estanque en el bosque donde el agua superficial se congelaba de la forma sólida segura para no tener a caerse o que se rompa en el proceso. Lo había descubierto hace algunos años tras -cuatro- y siempre que sabía que el agua estaba congelada iba a patinar.

La primera vez que fue, su madre lo acompaño ya que era más chico y era su día de descansó, la había escuchado regañar le porqué no estaba segura si el hielo era resistente, entrando en pánico cada cierto tiempo asta que se acostumbro en los inviernos siguientes a que Dash fuera solo. Así que ahí estaba, movió la nieve de la sopa plana cercana donde se sentó, quitándose los zapatos y colocándose los patines.

Golpeando un poco el hielo, era algo que se volvió costumbre, el hielo poco y se rompió, sonrió antes de impulsarse. Ama patinar, desde que es pequeño lo han inscrito en el patinaje cuando quiso intentar, tenía cinco años cuando hizo un berrinche asta que su padre lo inscribió sin más.

Olvidado el suceso del loco de ayer, Dash patina con tranquilidad por el hielo, asta que su mirada capto algo, achicó los ojos, viendo algo moverse no muy lejos de él. Se acercó un poco solo para notar a un niño, sin padre o un cuidador, once años tal vez, Dash se alejó, si algo le pasa no era su culpa, vino solo y el niño también al parecer. Cada quien vino por su lado.

Eso hubiera seguido así si no fuera porque el niño se acerco a él, ocultándose en un tumulto de nieve, viéndole asta que Dash se cansó, volteó y le sonrió.

ーHolaa...ー alargo la vocal un poco, deslizándose con un suave movimiento asta el niño. ー¿Donde esta tu cuidador?, o alguienー le interrogó.

Dash pudo notar sus grandes y expresivos ojos...verdes, como los suyos, viéndole con un brillo inexplicablemente así que solo le sonrió, notando que llevaba un suéter grueso, bufanda, gorro, guantes, un pantalón azulado simple y claro, los patines de color blanco. El gorro en su cabeza evitaba ver el tono de cabello, su piel pálida pero un pálido saludable y un sonrojó en sus mejillas.

ー¿Quieres compañía?ー le propone pero el niño solo asintió denforma timida.

Los demás niños deberían ser algo respondones, tímidos en situaciones como esas o muy aventados y sin temor a congeniar pero el niño le causó gracia.

Dash le extendió su mano, llevaba un guante delgado y sin dedos porque le resultaba más comido, el niño parecía dudar asta que le acepto la mano, fue despacio, para que el niño pequeño siguiera su ritmo. Notó que no parecía costarle el seguirle el ritmo sin más, Dash aceleró un poco para ver asta donde le seguiría, el niño lo hizo a la perfección.

ー¿Oh?ー sintió como solto su mano.
ーOye pequeño, ¿estas bien?ー le cuestiona.

Empleándose con un movimiento asta donde el niño estaba parado y mirando más dentro del bosque, achicó sus ojos, tratando de ver antes de buscar sus lentes porque si, esta medio miope y se los puso, viendo con más claridad pero, no había nada, solo algo de oscuridad que producían los árboles amontonados y la nieve en conjunto.

ーCreo...creó que deberíamos irnosー jaló del niño.

Dash alzó la vista de forma abrupta cuando el sonido de algo romperse, madera probablemente, llegó a sus oídos, jaló del brazo más chico y los impulsó al otro extremo, siempre pendiente del niño que seguía viendo en la misma dirección, su rostro serio para su edad, demasiado concentrado mientras Dash se ponía sus zapatos con rapidez. Solo fue un momento, solo un momento mientras agarraba sus patines y en el cual bajo la mirada que cuando la subió, el niño ya no estaba.

Salto hacia atrás del susto, sus ojos buscando con frenesí la figura infantil. Sentía su corazón latir de forma erratica, un raro sentimiento azotó su pecho cuando el aire volvió a él cuando el sonido de la nieve crujir bajó los pasos llegaron a sus oídos y vio al niño oculto detrás de un montículo de nieve.

ーVámonos...¿vives serca?ー el niño simplemente le sonrió antes de apuntar en dirección diferente.

Dash siguió la dirección asta que notó unas luces encendidas de una casa no muy lejos, asintió y le indico que se fuera, viéndolo partir y no fue asta que estuvo seguro que el niño llegó a casa que Dash volvió a ver en dirección profunda del bosque. El mismo sonido de la madera rechinar se volvió a escuchar.

Además de miedoso, Dash era curioso.
Sigue mirando asta que su sentido de supervivencia le dijo que se fuera, él lo hizo, se fue, sin ver hacia atrás, ignorando los rechinidos que se intensifica van cada vez más hasta que salió del bosque. Sonrió ligero al ver algunos niños jugar con la nieve antes de llegar a casa.

ーLlegas tempranoー la voz de su mamá lo recibió. ーAyúdame con la comidaー ella añade.

ー...aghー chisto, quitándose la bufanda y los zapatos.

ーSasha...ー su voz es de advertencia.

ーYa voy, ya voyー suspiro resignado.

Espero algún golpe, el cual nunca llego, simplemente ella ni lo vio, concentrada en la cómida.

ー¿Vas hacer te o café?ー se movió serca de los estantes.

ーCaféー la mujer respondió antes de mover la comida.

ー...yaaー asintió.

Después de ayudarla a preparar, por fin fue libre para irse a su habitación sin más. Su celular vibró, lo busco en su suéter. Encendiendo lo y desbloqueado lo a la vez.

мать

Llego en una hora,
prepara café.

Su teléfono cayo de las manos....