CAPITULO 52

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CAPITULO 52
|LANA|

No volvimos a mencionar el tema, no quería que ella se sintiera culpable, no podía con que ella me odiase por esto, aunque a decir verdad yo no le había pedido en ningún momento que acordara esto con Alexander y aunque en realidad me había servido, sería algo que no volvería a ocurrir


Habían pasado solo dos semanas desde que mi hermana había muerto y nuestra relación comenzaba a mejorar, ella ya estaba actuando con normalidad aunque aún no me permitía acercarme del todo a ella
Demian cumpliría cinco en un par de días, hoy había despertado bastante temprano, tenía cita en la corte dentro de dos días para presentar las pruebas que tenía en contra de Gerard
Mi abogada era la que se había encargado de entregar la primera información para que lo detuvieran pero aún tenía en mi poder las pruebas finales, esas que lo incidirían para siempre en la cárcel
Debido a una pesadilla de nuestro pequeño, no habíamos descansado lo suficiente pues antes de acudir a su llanto estábamos bastante ocupadas en la cama, por lo que después de desayunar volví a dormirme, tratando de recuperar algo del sueño perdido
— Mami, están los bibujos, vamos a vedlos — comenzó a moverme, Ángela no estaba, me senté en la cama aún bastante adormilada
— Demian, mamá necesita dormir… ¿dónde está mami? — veía unas caricaturas que ya me tenían cansada de las cuales ya me sabia la mayoría de los diálogos y nombres de personajes
— mami ya dudmio y el mostlo te va a comed si duedmes — se acercó fingiendo ser un monstruo, fruncía el ceño como en una especie de rugido o enojo, de un tiempo para acá, le gustaba jugar a los monstros
— Auxilio, un monstruo me quiere comer — lo atrape cuando salto en la cama hacia mí que aún estaba acostada, comencé a rodar en la cama, como si me atacase mientras que gritaba que me comería — ¡Ángela, auxilio un monstruo muy hermoso me quiere comer!  — nos enderezamos bastante despeinados, al menos yo más que él
Vi a Ángela en el resquicio de la puerta quien venía diciéndole a Demian que no me comiera
— Calma ambos — se acercó y me dio un beso casto en los labios, cosa que hizo enojar a Demian, por lo que me hizo quitarme
Le dio un beso a su madre y me saco la lengua, Ángela al ver esto, volvió a hacer lo mismo, besarme para que Demian me quitara
— ¿Quieres que salgamos a comer…? — le dije sonriéndole cuando Demian se abrazó de ella
— te quiedo mami —
— No cariño voy a preparar… — comenzó pero el niño no la dejo continuar
— no mami, cadiño no… ella es mami, yo soy tu cadiño — Demian era bastante posesivo con ella y en verdad era la única persona con la que no me molestaba compartir el amor de mi mujer
— voy a preparar la comida y que te parece comer en la cama… — Ángela me dio a Demian que gritaba feliz y saltaba en la cama porque su madre le dejaría comer en la cama
Demian estaba entretenido viendo dibujos por lo que fui con ella y le tape la boca para que no hiciera ruido, le susurre cerca de su oreja mientras le mordía el lóbulo de la misma y el cuello
— Me encargare de cansar tanto a Demian que no se despertara en toda la noche… ponte ese coordinado que tanto me gusta —
— Lana para, puede venir Demian — conocía ese tono de voz, lo que menos quería era que parara pero tenía razón, ya no era lo mismo a cuando solo éramos nosotras dos y por primera vez después de lo ocurrido con Alexander me aceptaba que la tocase sin que se quitara
— Te amo Ángela — le dije besándola con un poco más de intensidad que hacia un rato
La verdad era que aunque ambas lo tratábamos de la misma manera y éramos sus madres a sus ojos, el vínculo que tenía con Ángela era bastante más fuerte que el que tenía conmigo, entendía a que se debía, era ella su madre biológica
Aun así era mi hijo y lo quería más que a nada en este mundo
Liam por otro lado era su tío favorito aunque cuando Alex llegaba a venir con sus hijos Demian era feliz, le gustaba jugar con el pequeño Noah que era el más chico junto con el pequeño Alex
Caminaba hacia nuestro cuarto, donde mi niño gritaba porque tenía que ver lo que pasaba en los dibujos
Después de un rato comenzó a distraerse de la televisión, jugando con cochecitos y figuras de acción
— Iré a hacer unas compras al supermercado, ya vuelvo — sentencio lanzándonos un beso a ambos
— quedo id contigo mami —
— quédate con mami… ¿Quién es mi hombrecito? —
— yo mami, yo cuido a mis mamis siemple — se escuchó la puerta al cerrarse seguramente detrás de ella
Había pasado una hora cuando el timbre sonó, seguramente era Ángela que lo más seguro era que había olvidado sus llaves o traía muchas cosas de las compras
— Ángela juro que si son tus llaves… — me quede callada, tenía frente a mí a nada más y nada menos que Madisson
— Hola Lana — me dedico una sonrisa muy leve
— Que haces aquí, creo que te deje muy claro que no te quería cerca de mi familia, adiós Madisson — comencé a cerrar la puerta
— Lana espera… — detuvo la puerta antes de que cerrara — necesito hablar contigo —
— Que quieres, que sea rápido — le indique que pasara, no quería que estuviera ahí pero no tenía opción
— Lana, lo que pasa es que… — cerré la puerta y me le quede viendo bastante seria
— Habla rápido Madisson, estoy algo ocupada con mi hijo — me cruce de brazos esperando lo que fuese a decirme
— Solo quería ver tu cara una última vez, me voy del país, aun no se adonde pero no creo que nos volvamos a ver — comenzó — vine a advertirte que planea vengarse de ustedes—
— y dime algo que  ¿cómo es que sabes lo que planea hacer? — alce una ceja mirándola molesta
— Porque hable con él, me dijo que lo haría, me propuso aliarme, te dije que quería hacerte sentir un poco el dolor que tú me hiciste pasar pero jamás te dañaría de la manera en la que él quiere hacerlo—
— ¿qué sabe de mí? — si ella había dicho algo de mí, él tendría información de primera mano
— No me lo dijo, no me dijo nada, solo me propuso aliarme con él y al decirle que no se molestó y cortó la llamada —
— Carajo — exclame cayendo en cuenta, escuchamos como se acercaba mi hijo gritándome
— mami, los bibujos van a acabad —
— Ve a la cama a ver dibujos y en un momento te alcanzo si…— se giró a ver a Madisson
— Hola — le dijo haciendo un ademan de saludo con su mano
— Hola pequeño — lo saludo ella antes de que el niño se fue a mi habitación
— yo me hare cargo de mi familia Madisson, sal de aquí… y cuídate — aunque aún seguía algo molesta con ella, le di un abrazo, algo que realmente no era común entre nosotras, después de esto me acerque para abrirle la puerta
— Adiós Gilmore — salió de mi casa no sin antes despedirse, me dirigía a mi habitación pero mi hijo salió corriendo de ahí sosteniendo su teléfono en las manos
— ¡mami! ¡Mami! Habla tío — me tendió mi teléfono donde se leía la persona que me estaba llamando
G.H.
— ¿Gerard? — Acerque el teléfono para hablar con el
— pero si es mi querida Lana, que dices si sales a saludar a mis amigos que seguramente están llegando a tu casa en estos momentos — escuche bastante ajetreó a fuera de la casa, me acerque a la ventana y moviendo muy levemente las cortinas pude ver varias camionetas suburban color negro, me quede callada pensando en que podía hacer, los autos estaban al frente por lo que huir en ellos estaba descartado
— Gerard, podemos arreglarlo de alguna manera — no me preocupaba nada más que no fuera el bienestar de mi hijo
— Lana… sal y hablemos —
— ¿sobre qué? — no podía fiarme de este hombre
— podríamos llegar a un…acuerdo — Pude ver siluetas de hombres armados intentando asomarse a la casa
— Perdiste Gilmore — le escuche decir a Gerard por el móvil antes de que colgara
Tome a mi hijo en brazos, caminamos hacia mi habitación, donde estaban las maquetas, antes de llegar, comenzamos a escuchar como iniciaban a disparar contra la casa, volaban cristales de las ventanas que se terminaban de hacer añicos al caer al suelo
— mami, ese duido no me gusta — Demian estaba asustado, me abrazo
— Demian, escúchame cariño, sabes que Mami te quiere mucho ¿verdad? — Acariciaba su cabello — vas a quedarte aquí en silencio, es como jugar a las escondidas —
— Mami no quiedo estad solo — tome una foto donde estábamos los tres que tenía en mi mesa de mi cuarto, se la entregue a mi niño
— mami va a venir con nosotros, ella va a llegar pronto — lo abrace más fuerte cuando escuche los disparos más cerca, estaban a nada de entrar a mi casa— Nunca olvides que mami te ama, ambas te amamos mucho — le di un beso y un gran abrazo, en el fondo sabía que quizá esto era una despedida, no sabía que me deparaba y mucho menos a él, pero lucharía con todo lo que tenia
Se escuchó como tiraron la puerta principal, muchos gritos de hombres que abrían puertas y azotaban, rompían y tiraban todo a su paso, no tardarían mucho en encontrarnos
Alguien abrió y ahí estábamos ambos, arrinconados  y mi hijo cada vez más asustado, los dos hombres que llegaron a la habitación llevaban armas bastante grandes que seguramente estaban del tamaño de mi hijo
— Basta, por favor… aquí estoy — levante las manos en señal de rendición
— Cierra la boca — el hombre se aproximó sonriendo victorioso
— Ya me tienen, es suficiente, podemos hablaaaaagggh… — un golpe con la culata del arma me hizo caer, abrace mi vientre para mitigar el intenso dolor
— ¡mami! ¡Mami! — Demian fue tomado por uno de los hombres
— Demian — me costaba respirar, me dolía el estómago — mami está bien —
— dije que cerraras la boca, perra — bramo el hombre pateando mi estómago, sacando el poco aire que había recuperado, sentía que me faltaba el aire, no podía respirar
— Encárguense de la casa, mientras esta zorra y yo tenemos una agradable conversación — el hombre tiro de mis cabellos para enderezarme un poco y ponerme a la altura de su rostro, pues él se había puesto en cuclillas
— Gerard dijo que nos encargáramos de las pruebas que tiene esta zorra y nos fuéramos rápido —
—yo no creo que ponga objeción en que le demos su merecido antes —

Un Último Error / TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora