EPILOGO

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EPILOGO

Estoy caminando en dirección a su tumba, llevo un gran ramo de flores en la mano y a pesar de que vengo más veces de las que les gustaría a Alexander, aun no puedo creer que es aquí donde tengo que venir para poder verla si a esto se le puede llamar verla
Su inscripción en la lápida en pequeñas letras doradas comienza a borrarse un poco o al menos ya no demuestra ser una tumba nueva
Me arrodillo sobre el césped que ya creció y esta podado perfectamente por los cuidadores del lugar, dejo su ramo de flores justo en el pequeño jarrón que está adaptado para dejarle flores
— no tienes idea de lo mucho que te extraño y de lo difícil que ha sido lograr salir adelante… — susurre a la nada, esperanzada de que pudiese escucharme, si no todas las pláticas que había tenido con ella a lo largo de los años en este lugar perdían sentido
Pensé en la cara de mi hijo, al cual se le partió el corazón cuando tuve que explicarle que su mami ya no volvería, que no volvería a darle un abrazo, un beso o decirle que lo amaba, que ella estaba en un lugar bonito, con la tía Dayra, con su bebé de su panza y con el abuelo, que ellos necesitaban abrazos de su mami y que ella tenía que ir a cuidar al bebe de su tía Dayra
Sentí unas lágrimas silenciosas rodar por mis mejillas y caer justo sobre la tumba al recordar su llanto, al ver su rostro lleno de tristeza
— Pensé dejar este mundo muchas veces e ir a tu lado… — recordé ese intento de suicidio que tuve cuando no cumplía aun siquiera un año de haber… muerto, Alexander, Danny, Liam e incluso Madisson; con quien comenzaba a tener una buena relación de amistad, se habían encargado de ayudarme, tanto de salir de la depresión en la que caí, como a cuidar a Demian
Recordaba como Alexander me había regañado, aunque eso era poco para todo lo que me había dicho y menciono el quitarme a Demian si pensaba en volver a hacerlo, jamás volvió a pasar, no podía pensar en darle un dolor aun mayor a Demian
— de pronto recordé que alguien seguiría siempre mis pasos y con un amoroso abrazo nunca me dejó decaerme lo suficiente como para en verdad volverlo a hacer —
Escuche la voz de Demian venir a lo lejos, se había quedado un poco más en la tumba de su tía Dayra, estaba Alexander con el haciéndome favor de darme un tiempo a solas
— Demian se está convirtiendo en todo un hombre y espero que lo cuides desde donde quiera que estés, te amo Ángela y prometo seguir siendo fuerte por nuestro hijo que nos necesita... —
Demian estaba enorme, cumpliría once en tan solo tres semanas, estaba emocionado pues lo dejaría ir a casa de Danny y Alexander a pasar el fin de semana por su cumpleaños
— perdóname, en verdad espero que algún día me perdones por todo lo que llegaste a sufrir por mi culpa, te prometo que jamás dejaré de amarte y si otra vida existe sé que voy a volver a tus brazos —


Estaba por ir al auto cuando vi a Demian aparecer, llego a tomarme de la mano y bajarme solo un poco para darme un beso
— ¿me esperas un momento? Voy a saludar a mamá — mi niño había tenido que madurar de muchas maneras, rápido para su edad, estaba convirtiéndose en un joven muy apuesto
— claro que si cariño… ¿quieres que vaya contigo? —
— no mamá, seré rápido — lo vi llegar a donde estaba la tumba de Ángela, él no la recordaba y no había muchas fotos después del incendio en casa, habían borrado los hombres de Gerard mi nube por las pruebas que tenía contra él, así que eran contadas las fotos de ella, aun así Demian decía que las fotos no importaban cuando los recuerdos se quedaban, aun sin que uno de los rostros más importantes de su vida estuviese claro
— Hola mamá — lo escuchaba muy por lo bajo — prometo que estoy cuidando bien de ella, después de todo soy “el hombrecito” — di una leve sonrisa con suspiro, él se acordaba de lo que ella le había dicho
— Te extrañamos, pero juntos vamos a superar cualquier cosa — se agacho un poco más como para susurrarlo pero aun así lo escuche — incluso las pesadillas de mi mamá —
— Demian… vamos — le llame, necesitábamos ir a casa
— Te amo mami… — se despidió de la tumba de su madre y corrió a mi encuentro sonriendo
— listo cariño ¿quieres ir a comer? —
— si mamá… — me detuvo y me abrazo — sé que la extrañas pero ella siempre estará con nosotros —
— lo sé mi niño, siempre está con nosotros, cuidándonos — me soltó de su abrazo y antes de dar un paso más, tiro de mi mano — ¿qué pasa? —
— Despídete de mamá — me gire sin soltarlo de la mano, viendo la tumba donde el cuerpo de mi mujer descansaba y después de apartar un nudo en mi garganta simplemente susurre
— Adiós mi amor —

Un Último Error / TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora