CAPITULO 53

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CAPITULO 53
|LANA|

Tenía la boca llena de sangre al igual que golpes por todo el cuerpo, el hombre aún seguía pateándome el estómago, me costaba respirar o moverme y podía jurar que alguna de mis costillas ya estaba rota o estaría a punto de romperse
— habla zorra, ¿dónde están las pruebas contra Gerard? — solo me queje y escupí la sangre acumulada en mi boca — habla y te evitaras todo lo que Frederick planea hacer contigo —
— Las tiene mi abogada —
— eso es mentira, venimos de visitarla y no encontramos nada… y si no hablo después de todo lo que le hicimos es por qué no las tenía ella… además no serias tan tonta y confiada como para dejárselas a ella, así que por última vez ¿dónde están las pruebas que tienes en contra de Gerard? —
— ¡mami! ¡Mami! ¡Deja a mami! —
— ¿y bien? ¿Ya pudiste sacarle algo? — hablo el que era el líder y que me había dado el primer golpe con el arma se había salido de la habitación
— No Frederick — el hombre más joven y que me había advertido que hablara antes de que Frederick tomara la iniciativa de interrogarme se alejó de mí
Después de un sin fin de golpes cortesía de Frederick en los que podía jurar escuche varios de mis huesos partirse por la mitad
— Habla perra — ordeno pateándome el abdomen — si no tu pequeño hijo pagara las consecuencias de tu estupidez —
— ni siquiera pienses en tocar a mi hijo o juro que te voy a matar —
— ¡Mami! ¡Deja a mami! — Demian no dejaba de gritar, estaba asustado por el ambiente bastante intenso
— Bien — el hombre saco un arma de su pantalón, escuche como recargo y le apunto, al menos eso podía ver entre la sangre que tenía en el rostro y que me nublaba la vista — una vez más, ¿dónde están las pruebas que tienes contra Gerard? —
Comencé a gritar desesperada ante la escena, mi hijo tenía un arma a un lado y sabía que el hombre no tendría piedad alguna
— ¡no! — Le grite — por favor, no le hagas nada —
— dime donde están las pruebas o juro que tu hijo pagara las consecuencias, por última vez dime ¿dónde están las pruebas contra Gerard? —
Me intente poner de pie, debía ir a donde estaba mi caja fuerte y darle las pruebas pero sentí un pie en mi espalda, comencé a quejarme pues mis costillas solo crujían con cada movimiento
— Te diré dónde están, en mi habitación justo en la esquina hay un piso falso, mi caja fuerte está ahí…  solo prométeme que no le harás nada a Demian y te largaras en cuanto las tengas — respondí
— ¿la combinación? —
— cero, siete, trece —
El hombre bajo el arma y eso me tranquilizo, debía salvar a mi hijo
Escuche como detono el arma muy cerca mío y en una fracción de segundo un ardor en el hombro izquierdo llego a mí, me había disparado, comencé a gritar cundo sentí su mano aferrando la herida de bala
— ¡Deja a mami! —
— vamos a hacer que esta zorra le guste algo que ninguna mujer le ha podido dar — con el pie me hizo quedar boca abajo en el suelo — quizá después de que vea lo que es tener un hombre de verdad entre sus piernas deje sus gustos tan delicados — apunto a una foto de Ángela y mío
Escuche el tintineo de la hebilla de su cinturón, sabía que era lo que planeaba hacer, no quería pero no podía luchar mucho
— Saca a mi hijo de aquí — suplique pues no quería que él me viera en esas condiciones o lo que estaban a punto de hacerme
— no, dejemos que se haga hombre ¿porque entre ustedes que se puede esperar de él? —
— sácalo por favor, no quiero que vea esto… es muy pequeño aun —
— y bien… ¿tú eres el hombre? — pregunto bajando por la fuerza la parte de debajo de mi ropa hasta dejarla en mis talones
— ¡Deja la ropa de mami! —
— Haz lo que tengas que hacer conmigo — le dije sin oponer resistencia a pesar del dolor
— Eres igual que la zorra adicta de tu hermana —
— ¿conoces a mi hermana? —
— Claro que la conozco, por cierto, debo agradecerle el que nos diera tu dirección… me divertí con ella un poco aunque debo admitir que la perra de tu hermana se resistía más que tú, me suplicaba que no la matará cuando fuimos a visitarla — comenzó a hacer su voz chillona — “estoy embarazada… no me lastimes…” quería que la dejáramos vivir por lo menos hasta que naciera su bastardo... —
— Fueron ustedes hijos de puta… — me quede callada en cuanto tiro de mi cabello con más fuerza
— nunca me había metido con una embarazada pero fue divertido mientras duro… de cualquier forma la mate, junto con la mierdita en su vientre ¿a que fue convincente la sobre dosis? —
— malditos bastardos, asesinaste a mi hermana… juro que te voy a matar —
— Planeo hacerte lo mismo que a ella zorra y por qué no… a tu mujercita, después de todo, no tienes una idea de lo mucho que deseo cogerme a tu puta rubia —
— si la tocas eres hombre muerto —
— ¿Por qué? ¿Acaso te gusta domar solo tú a tú rubia? Tirar quizá de su cabello… — al decirlo, lo hizo conmigo — para enseñarle quien manda —
— eres un hijo de… — un fuerte golpe en el rostro me hizo callar
— La voy a poner así... — me coloco casi en cuatro mientras seguía embistiéndome — Le voy a hacer que me la chupe... La voy a tomar por atrás, seguramente estará estrecha... La voy a hacer que le gusten los hombres... La voy a hacer mi mujer... y tú no vas a estar para poder salvarla —
No grite, me quede callada y daba leves quejidos, tenía los ojos cerrados, el había matado a mi hermana, ella no se había suicidado
— ¡mami! —
En mi mente paso como en una especie de película mi familia, mi hijo, era aún muy pequeño como para que dentro de unos años se acordara de mí, de esto o al menos eso esperaba si lograba sacarlo de aquí con vida y mi chica, mi hermosa chica que me había hecho la mujer más feliz
Lo único que pedía a cualquier deidad que me escuchase era que Ángela no llegara hasta que estos hombres se fueran, debía estar para Demian cuando yo no lo hiciera, tenía que luchar para que mi hijo saliera con vida, aun siendo a costa de la mía
— ¿lo disfrutas zorra? — Rugió embistiéndome
No le conteste tratando de no gritar cuando me tiro del cabello
— ¿alguien más? — Se puso de pie y lo escuche subir sus pantalones, pregunto dando rienda suelta a sus hombres
— bien entonces vámonos — mientras hablaba, me di la vuelta muy lentamente hasta quedar boca arriba
— Dile a tu jefe… — de mi boca salía sangre y no había parte del cuerpo que no me doliera — que me la pagara, que lo voy a encontrar —
El hombre se comenzó a reír, quizá por lo que decía o porque en mi estado cualquier amenaza era tomada muy poco en cuenta
— si claro, lo que digas — el hombre me devolvió una sonrisa burlona
— ¡Mami! Yo quedo ir con mami — se escuchaba desde otra habitación, no me di cuenta en que momento lo sacaron pero me tranquilizaba el poder escucharlo
— te encontrare y te hare pagar lo que hiciste Frederick — le grite
— ¿me encontraras? ¿Me harás pagar qué? — se acercó a mi junto el hombre que hasta el momento no me había dado cuenta que traía una cámara — ¿quieres decirle algo? —
— te vas a arrepentir Gerard — sabía que Ángela no lo vería pero debía hacer algo, saber en el fondo que le había dejado algún mensaje a falta de una nota — Te amo Ángela, nunca me perderás, siempre compartimos un corazón, cuando veas el rostro de nuestro hijo veras el amor que te tengo en sus ojos, te amo desde el primer momento que te vi y te amare hasta el último instante… hasta volvernos a ver —
— Me encargare de darle el mensaje en persona a tu novia — Salió de la casa riendo, me llego un aroma bastante peculiar, gasolina, esto lo iban a hacer volar
— Lo siento Ángela — susurre a la nada
— Mami, ¡mami fuego! — gritaba Demian intentando de levantarme, no sabía si ellos estarían en las inmediaciones pero debía hacer algo
— cariño… debes ir a la casa del árbol… sabes donde esta ¿verdad? — no podía hablar mucho y me dolía la cabeza como si en cualquier momento fuese a explotar de dolor
— si mami, vamos fuego — el me agitaba con desesperación
— Juguemos unas carreras cariño, voy detrás de ti —aunque estaba asustado obedeció, fue corriendo a la puerta hasta que se me perdió de vista — Te quiero Demian, mami hizo lo que pudo —
Me dolía todo el cuerpo, debía salir, pero mi cuerpo completamente adolorido no ayudaba mucho
— solo un momento, descansare solo un momento y saldré de aquí — me sentía cansada, quería cerrar solo un momento los ojos, pensaba en mi niño, mi pequeño niño


Flashback
Demian estaba llorando, mire el reloj, eran las tres con diez de la mañana, eso quería decir que aún no era su hora de comida, Ángela estaba dormida, agotada pues cada tres horas se levantaba a darle de comer, mientras que yo me levantaba a todo lo demás
Camine hacia su cuna, lo tome en brazos, era tan pequeño y tan frágil, era una pequeña personita que necesitaba todo el cuidado del mundo
— Hola cariño — lo lleve a la cama, me di cuenta que el motivo por el que lloraba era que se había ensuciado
— Vamos a cambiar ese pañalito sucio — le hablaba con una voz muy aguda y juguetona
Comencé  a cantarle una canción infantil distrayéndolo, comenzó a cerrar sus ojitos, tenía sueño
— ¿Acaso no hace mi niño hermoso otra cosa que no sea comer y dormir? — pregunte jugando con su naricita
Le quite la ropa, la eche al cesto de la ropa sucia, tome un pañal, talco, toallitas húmedas y comencé a cambiarlo
En cuanto aparte el pañal como si fuese a propósito salió un chorro de orina mojando la cama y a el
— ¡no! Demian — le dije tapándolo inútilmente, pues ya se había orinado — no cariño, vamos a tener que bañarte y cambiar la cama — termine optando por meterme a la ducha con Demian
Sonreía al ver que el niño disfrutaba del agua que caía, lo termine de bañar y fui a cambiarlo
— Espero que sea la última vez que haces esto… — juraba que era a propósito, lo había hecho de nuevo, y esta vez no solo se había orinado
— Demian — dije fingiendo enojo pues la realidad era que estaba bastante divertida, volví a bañarlo, decidí lavar lo que se había ensuciado antes de que el resultado fuera peor
Metí a la lavadora la ropa sucia y la puse a andar, traía a Demian en brazos, ya cambiado, se estaba quedando dormido, camine a la sala y encendí el televisor, estaba viendo una película a la cual no le entendía del todo
— ¿Lana? — se había levantado, ya iba a ser la hora de comida de mi bebé, estaba ya viendo mi móvil, aun me llegaban mensajes de la empresa que derivaba a Alexander
— Hola cariño, si vieras lo que este pequeño me hizo — dije acusándole con su madre
— Qué hiciste a mami — lo tomo en brazos, ya estaba dormido pero se despertó cuando Ángela lo aferro a su pecho
— iré a quitar la ropa de cama, está completamente orinada, solo que no quería despertarte y solo fue de mi lado
Una vez que cambie la ropa por una limpia decidí recostarme, necesitaba descansar solo un momento
Fin Flashback

Un Último Error / TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora