CAPITULO 64

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CAPITULO 64
|LANA|

¿Estoy viva? ¿A esto se le puede llamar viva? Sé que respiro, lo sé porque siento que mi pecho sube y baja al compás de mi respiración
Pero por dentro estoy vacía, mi corazón ya no está y si lo llegara a estar seguramente se encuentra en pedazos, mi alma esta desconectada de mi cuerpo, no sé si hace frio o calor, si es de día o de noche
No sé cuántas horas, días o semanas han pasado, solo quiero seguir durmiendo o simplemente dejar de respirar, sería más fácil que intentar no pensar en ella
¿Cómo es que no la encontramos antes? ¿Cómo es que no actuamos? unos minutos pudieron hacer la diferencia pero el esperar, el buscar el momento perfecto, momento que nunca llego
— Lana —
Recuerdo la última vez que me llamo por mi nombre, sonreía como solo ella podía hacerlo
— vamos Lana, necesito que vuelvas, no por ti…ni por mí —
Como es que acabe aquí, de tener la oportunidad… ¿cambiaría algo? ¿Tomaría otra decisión con tal de salvarla? de saber que seguiría con vida ¿la hubiese dejado a merced de todos?
— Lana, tu hijo necesita de ti, él está con Madisson pero el necesita a su madre, después de… lo ocurrido —
No quería pensar en ello, no en ella de ese modo, quería que apareciese por esa puerta, que estuviera feliz aquí conmigo, pero eso no ocurriría, jamás pasaría
— Lana por favor piensa en el —


No sé cuánto tiempo paso, sigo tumbada en la cama, no tengo idea de que ocurrió con ella, seguramente ya está bajo… no, no puedo pensar en eso, no acostada sola bajo tierra… la había perdido, había sido culpa mía
— Lana tu hijo espera por ti —
Como podría verlo a la cara y decirle que su madre ya no estaba, que nunca más volverá a verla, que ahora es solo un recuerdo que poco a poco se desvanecerá en su memoria hasta solo ser algo distorsionado en su mente
No puedo, debería estar para Demian, se lo prometí pero el simple hecho de despertar hace que me duela el alma
No puedo evitar sentirme culpable, seguir pensando una y otra vez en lo que ocurrió, el disparo resuena en mi cabeza una y otra vez, veo su rostro sin vida en cada parpadeo
— Lana él te extraña, quiere verte —


Por fin he podido ponerme de pie, me doy un baño porque Alexander lo ha ordenado, hoy veré a mi hijo y dice que no puedo verlo luciendo así, ya que al parecer Madisson no soporta un día más tener a mi niño en su casa
— Lana, ¿estas lista? después de ir con Demian saldremos un momento — me estaba cambiando, no me molesto que me viera en toalla o desnuda — te ves mejor aunque no has comido mucho — me reprocho
— déjame en paz Daswood, no estoy de humor para tus bromas en este momento —
Me hizo subirme al auto, no pude evitar pensar que la última vez que había estado aquí ella aún estaba con vida, estábamos a nada de sacarla, sentí como pequeñas lágrimas rodaron silenciosas por mis mejillas
— Ya no te tortures más Lana, ya no hay más que hacer — sentí su mano en mi rodilla y después tomo mi mano
Llegamos a casa de Madisson, bajamos del auto, Alex se colocó a mi lado ¿qué hubiese hecho yo sin él? caminamos hasta la puerta y toco el timbre por mi
Esa melena pelirroja que tenía tanto sin ver abrió la puerta, al verme sin poderse contener se arrojó a mi
— Esta viva — tenía ese tono de asombro y de felicidad en su voz — ¿cómo estás? — de pronto su voz cambio, ya no era esa mujer que siempre me había hablado con brío y desenvoltura
— Aun viva — me encogí de hombros — si a esto se le puede llamar vida —
—  En verdad lo lamento, yo no quería que nada de esto pasara — me hizo entrar y pude ver a mi hijo sentado en la sala viendo la televisión
Volvió ese maldito nudo en la garganta que no se iba del todo, como le diría, como hacerle entender todo lo que había pasado
— Ya habrá tiempo para todo — susurro Alex como si pudiese leer mis pensamientos — ve con el —
Camine lentamente hacia donde se encontraba el pequeño, mi hijo, respire agitadamente hasta que pude controlarlo, iba a llamarlo cuando el volteo a verme a mí, vi sus ojos, los de ella
— ¡mami! — se puso de pie y corrió a mis brazos, no hubo poder que lo apartara de mi
— hola mi pequeño ¿Cómo estás? —
— Bien, vi bibujos y comí golosinas — miro a Madisson y se acercó a mí para susurrarme al oído tapando sus labios con su pequeña mano — es enojona mami, quiedo id a casa —
— Pronto nos iremos de acuerdo — se quedó sentado en mis piernas
— ¿y mami? ¿Dónde está? — en cuanto lo escuche me alarme, no pude evitar mirar a Alexander quizá en búsqueda de ayuda
— tu mami está en otro lugar pequeño, ya después hablaremos ¿de acuerdo? — Alexander me había salvado aunque sabía que esa era solo la primera pregunta de muchas
Salimos de casa de Madisson después de escuchar que si necesitaba algo estaría siempre para mí y que recordara que no estaba sola
Demian se había quedado dormido en la parte trasera del auto después de contarnos todo lo que había hecho con Madisson en su casa
— ¿a dónde vamos? — me dedico una mirada que no pude descifrar, no era una mirada que hubiese visto antes, al menos no en Alexander, después de un par de minutos llegamos a nuestro destino, ahora entendía a donde nos dirigíamos, un cementerio
Me hizo caminar, pasamos varias tumbas, cada paso pesaba más que el anterior, un dolor en el pecho y un nudo en la garganta que me impedía respirar se hicieron presentes
Por fin habíamos llegado, había una tumba de mármol frente a mí, estaba muy hermosa, yo la hubiese escogido igual de haber podido, estaba casi alado de donde la tumba de mi hermana y mi padre se encontraban
— Creí que te gustaría —
Pude leer la inscripción en la lápida en pequeñas letras doradas

"Ángela Holzmann"
Amada esposa y madre

— No puedo creer que ya no esté aquí Alex — dije mirándolo con ojos llorosos — ya la teníamos, todo estaba… —
— olvídalo Lana, por Demian… además sabes que debes volver, Demian ahora solo te tiene a ti —
— Déjame un momento a solas — le pedí y me vio extrañado — prometo no hacer nada estúpido — a regañadientes acepto y se alejó por donde habíamos venido
— si tan solo hubiese llegado antes… Si solo… lo hubiera hecho mejor — me acerque aún más a donde se encontraba ella — No sabes cuánto me gustaría estar a tu lado ahora mismo, tocar tu rostro, besar tus labios y sentir el calor de tu cuerpo —
Mire a la dirección por donde se había ido Alexander, sabía que quizá aunque yo no lo estuviese viendo el a mi si, aun no confiaba del todo en mi
— Tú eras mi vida, mi todo ¿que se supone que haga si no estás aquí?... Y aun así a pesar de querer dejar todo atrás para reunirme contigo sé que hay alguien que me necesita —
Mi pequeño Demian pasó por mi cabeza, su sonrisa y esos ojos… sus ojos
— Alguien que me necesita tanto como yo a ti y por eso aquí hoy te prometo que hare lo mejor para amar y proteger a este pedazo de luz que dejaste aquí… El quien es la prueba de tu existencia y de nuestro amor —
Paso por mi cabeza su sonrisa, esa pequeña sonrisa nerviosa que tanto me gustaba
— Por primera vez hoy, y después de todo este tiempo, rezo, rezo con todo mi corazón a ese Dios en el que nunca creí y pido porque te encuentres bien donde quiera que estés ya que sin duda alguna al final del camino mi corazón volara hacia ti sin importar la distancia o el tiempo —
Me acerque hasta donde se encontraba su nombre grabado, bese mis dedos y los lleve a las letras doradas sonriendo débilmente
— te amo —

Un Último Error / TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora