Un Último Error / Terminada

CAPITULO 3

CAPITULO 3
|LANA|

Continúe viendo el espectáculo mientras una chica se había sentado a mi lado, estaba sonriendo y coqueteando conmigo cuando alguien me llamo por mí apellido

- Gilmore - pronuncio acercándose a mí, era mi amigo Alexander, me acerque a él y plante un beso en sus labios, sonreí cuando me abrazo e intensifico ese beso

- Daswood - le recrimine alejándome de él, no es que me molestase realmente pues habíamos hecho cosas peores que darnos un beso, aun así lo inspeccione de pies a cabeza, tenía su cabello corto y oscuro estaba peinado hacia atrás lo cual era algo inusual aunque no se veía mal, llevaba su pantalón de vestir, su camisa y corbata estaban algo desaliñadas

- Lana, ¿tu chica donde esta? la comencé a buscar y solo te vi a ti - sabía lo que quería y no se lo daría, al menos no tan fácil

- se quedó en la oficina haciendo unas cosas pero quizá pueda venir y divertirnos los tres, ¿qué dices? - sonreí mirando a la chica a su lado con un tono seductor en mi voz

- vamos Lana eso es jugar sucio - sonrió tomando con más firmeza a una chica del lugar, sabia por la expresión de su rostro que hubiese dado lo que fuese por no caer en manos de Alexander, El estilo severo con el que miraba a la chica también resaltó sus altos pómulos, cejas fuertes y extraños ojos verde cobrizo de mi amigo

- No lo es si tú haces lo mismo - argumente sonriéndole

- me preguntaba si querías subir con tu chica o mi chica a divertirte un poco, solo en lo que llega tu mujer - mira a la chica que estaba conmigo y después a la que estaba con el

- Lleva a la tuya, esta chica aun no te conoce y me gustaría mantener su piel intacta por el momento - me devolvió una sonrisa maliciosa

Fuimos al piso de arriba, que era donde sucedían las cosas más interesantes de este lugar, ya que por un precio bastante elevado podíamos llevar a cualquier empleado que estuviera disponible a las habitaciones que nos proporcionaba GOS

Podía sentir las miradas de más de uno por el hecho de vernos subir a dos de los "amos" más crueles con una chica, sabía que muchas de las empleadas sentían pena por ella, al menos las desafortunadas de caer en nuestras manos.

La chica fue una buena diversión, comenzamos por atarla a la cama con esposas ya implementadas en las cuatro esquinas, ambos tomamos unos cuantos juguetes, vibradores que se encargarían de recorrer su cuerpo, jugábamos con sus sensaciones y nos gustaba ver el modo en que se retorcía imposibilitada de apartarse de nuestra pequeña tortura

Desatamos a la chica después de exigirle unos cuantos orgasmos, la llevamos a un pequeño sillón especial, no en forma de "M" sino en uno donde quedaba perfectamente atada en cuatro

Me quite un poco de ropa quedando solo en sujetador color negro, tome uno de mis juguetes favoritos, un arnés doble perfecto para la situación, comencé a penetrarla sujetando sus caderas mientras Alexander tomaba su boca con bastante esmero

Podía escuchar las arcadas de la chica cada que el entraba hasta el fondo de su garganta, él tenía un miembro bastante grande y era lógico que le sucediera eso, aun así no nos detuvimos

Después de un par de minutos cambiamos de lugar, ahora ella tomaba con su boca el miembro de silicona que aunque no me ocasionara ningún placer estar entre su boca, el constante va y ven hacia que se moviese el dildo que estaba dentro de mi sujeto por el arnés

Dejamos completamente rendida a la chica, se podía ver que estaba exhausta y aun así exigíamos más y más, la dejamos recostarse en la cama donde sin dudarlo, Alexander comenzó a tomarla aun con más fuerza