CAPITULO 19

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CAPITULO 19
|LANA|

La sentí tensar su cuerpo y la solté solo un poco, quizá solo se sentía incomoda, cuando la escuche golpear el piano y un estridente sonido inundo la habitación
- ¿Qué pasa? - pregunte sobresaltada, no era normal que actuara de esa manera así como en la forma que me contesto- Ángela, cariño ¿dije algo malo? -
- Lana, ahora no estoy de humor para hablar de esto... - menciono con un tono bastante fuerte alejándose de mí, uno con el cual nunca me había hablado, pues si bien es cierto que falle en protegerla, la verdad era que no sabía que decirle
- siento lo de Gerard - respondí pensando que a eso se refería
- lo siento Lana, no me siento muy bien en este momento, creo que iré a descansar - fue lo único que logro salir de su boca con un tono ligeramente más suave que el de antes
Ella simplemente fue a la habitación, fui gritando su nombre y que se detuviera, detuve la puerta justo antes que se cerrara
- Maldición ¿qué paso? - Pregunte confundida pues no me decía nada - Ángela... - me senté en la cama pues ella se había tumbado - ¿qué ocurrió? Hable de piano, tu carrera y enfureciste... Cariño... ¿Está todo bien? -
- Estoy bien, déjame sola - Me preocupo su actitud
- puedes decirme que pasa y te ayudare, además no quiero estar estos días así Ángela-me recosté a un lado de ella - por favor... Estos días debemos olvidarnos un poco de todo lo que hay afuera, vamos cuéntame cariño - le pedí sin acercarme demasiado
-Lo siento, me sobresalte demasiado, es solo que... - dudo por un momento y pensé que lo mejor era no preguntar más - no es nada - trato de evadir un poco el tema - solo estoy cansada, después me sentiré mejor - soltó una sonrisa forzada y me dio la espalda
- eso no fue nada Ángela- le dije acercándome a ella - escúchame... Sé que es difícil todo esto y es por eso que estamos aquí, alejados de todos, mi madre, el imbécil de Gerard y todo eso que nos hace daño... - la mire y su sonrisa forzada me hizo enfurecer un poco
- parece que alejarte de todos no es mucho... tengo que volver en cinco días con ese hombre y no veo mucho de tu parte para sacarme de eso, si dejas que él me haga lo que se le antoje -
Sabía que me lo echaría en cara y en parte tenía razón,
- Acaso yo tengo la culpa de que acabaras como subasta en GOS, no debiste estar ahí en primer lugar, pero claro yo tengo la culpa ¿no?, igual dime si lo que necesitas es que me vaya para que disfrutes estos días - Al darme la espalda me levante molesta tome unos zapatos, una blusa, un pantalón y después de ponérmelo me acerque a ella - creo que fue una mala idea el siquiera pensar que todo volvería a ser como antes, después de todo la que me dejo fuiste tú ¿no? -
Escuchar esas palabras se sintió cual puñalada al corazón hasta para mí, después de todos estos años de soportarlo sola, de pensar en que ella me había dejado así sin decir nada, si no le dije era para no lastimarla, para no hacerla sentir culpable de tonterías de mi madre
- ¿Que yo te abandone? -Grito enojada -ahora tú sabes perfectamente lo que ocurrió en ese entonces y ¿aun así me lo reprochas? ¿Sabes siquiera lo que tuve que soportar por estar a tu lado? Desde que te conocí no ha habido día que no sienta miedo o preocupación en mi mente, ¿crees que eres la única que sufre? Acepto que no tuviste la vida más feliz ¡pero créeme que estas muy equivocada si crees que eres la única persona que está sufriendo! -
- Es que es increíble - dije molesta - ahora yo tengo la culpa de que tu vida no fue buena, quería formar algo contigo y te largaste... ¿miedo? ¿De qué? -
- ¿acaso te vas a justificar diciendo que no sabías nada? ¿Piensas que yo no sé qué fue tu madre la que hizo que el negocio de mi abuelo se fuera a la ruina? Estoy consciente de que tú no eras como ella pero también te imaginabas lo que hacia tu madre - se quedó callada analizando mi rostro
- ¿De qué hablas? ¿Qué tiene que ver todo eso con lo que paso hace un rato? - Pregunte pues no le entendía -Te hubieras alejado de mi entonces - la sinceridad brotó de mis labios. Esto se me escapaba de las manos. La amaba y nunca en mi vida hubiese querido verla sufrir - si no querías esto, me hubieras dicho, te hubieras ahorrado tu miedo y preocupación. - Ironicé - sé que sufres pero si tanto te molestaba ¿Por qué seguiste a mi lado? -
- ¿Acaso realmente no lo sabes? - dijo entrecortadamente entre sollozos y lágrimas que no dejaban de brotar de sus ojos - yo nunca deje de amarte, nunca deje de pensar en ti, me preguntaba que había sido de tu vida, lo estarías llevando todo bien, ¿si me odiabas por haberte dejado ese día? Y ¿sabes por qué? ¡Lo hice porque te amaba!, ¡realmente te amo!- grito eso una y otra vez hasta que se quedó sin voz - Y aun así, después de que mi abuelo muriera y de que me enamorara de ti, ¿sabes lo difícil que era poder vivir por mí misma? siempre te veía, siempre pasaba tiempo contigo aunque eso significase reducir mi poco tiempo para descansar y hacer mis deberes, ¿sabes por qué mierda hacia todo eso? - Grite- ¿Sabes por qué nunca dije nada? -
-Ángela por favor deja ya de... - comencé a llamarle por su nombre mientras me acercaba a ella poco a poco
- ¡Apaga el estúpido teléfono! - gritó y hasta ese momento caí en cuenta que el teléfono estaba sonando con aquella melodía especial que tenía para ella, para Madisson, la realidad cayó como un balde de agua fría sobre mí, colgué.
Suspire cansada y busque en donde sentarme, analice todo, ellas me amaba de eso no tenía duda, paso por tanto por estar a mi lado, sufriendo la enfermedad de su abuelo y aguantando las humillaciones de mi madre. Oh, pero eso no se iba a quedar así.
-Ángela... Yo no... Lo... - trate de organizar mis palabras. Realmente hubiese querido ahorrarle tantos dolores y disgustos, ella merecía ser feliz. -No lo sabía, yo no... Perdóname, ¿quieres? - levanté el rostro y la mire, su rostro estaba macerado por el llanto que salía de sus hermosos ojos. Me levanté y camine hasta ella.
- Lana no sé si esto sea correcto... tu y yo, eso fue hace años y éramos unas niñas, quizá nuestros caminos se alejaron y el propósito era no volver a encontrarnos -
- Nunca he dejado de amarte ni pensarte y odie cada segundo lejos de ti, y te odie por dejarme, sin ti nada tenía sentido, estoy aquí, estas aquí y eso... es lo único que importa. -conecte mis ojos a los suyos y acaricie su mejilla con mi pulgar. - Perdón, es solo que... me odio a mí misma por no pode cuidar de ti, no debí gritarte, me hierve la sangre e pensar que él tiene poder sobre ti y... Debiste decirme que mi madre te había mentido, lo siento en verdad. - acerque su rostro y acaricie levemente sus labios. - ¿Porque nunca me dijiste? -
- ¿Me hubieras creído? - preguntó relajándose en mis brazos.
-Por supuesto, ¿Cómo preguntas eso? - el móvil empezó nuevamente a sonar.
Lo tomé y colgué otra vez, pero ya Ángela había visto la foto y el nombre de quien me llamaba.
- ¿Quién es? - me preguntó. Sus ojos cansados me decían que ya basta de mentiras por hoy y no quería alejarla otra vez de mis brazos.
-Es una mujer que conocí en GOS, es una socia, poco a poco empecé a tratarla y empezamos a salir, en unos cuantos meses cumpliremos los cuatro años. - respondí siendo honesta la miré y sus ojos habían perdido brillo, como si con decir aquellas palabras fuera la puerta para nuestro fin
- Pero si ella sabe de esto... - la vi dudar quizá sobre si esto era bueno para ambas
- pero ahora estás aquí, y eso -dije señalando el teléfono con unas nueva llamada de Madisson - se acabó. -
-Pero... - estuvo a puno de replicar. Pero la hice callar con un beso. Ella estaba aquí, junto a mí, lo demás ya no importaba pues Ángela era mi vida y con Madisson lo único que tenía era un pequeño empuje para caminar acompañada de unos cuantos encuentros en la cama que para mí no eran más que algo sin importancia y sentimientos superficiales.
-Duerme. - le pedí sonriendo y bese sus labios dulcemente. No quería alejarme de ella
- vayamos a cenar primero -

Un Último Error / TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora