CAPITULO 34
|ANGELA|La vi moverse con naturalidad en cuatro completamente desnuda desde donde se encontraba hasta nuestro cuarto, era algo extraño verla con su actitud de sumisa, cuando era la que normalmente me daba órdenes cuando estábamos en la cama
Se quedó en medio de la habitación colocándose en la misma posición en la que se había puesto en el recibidor, era bastante interesante esa postura pues sus senos se levantaban un poco para dejarlos en una posición bastante apetecible
- Ven aquí, frente a mí -
Me senté en la cama con las piernas cruzadas esperando que llegase, no tardo mucho, solo dejaba su posición inicial para desplazarse, después la retomaba esperando la siguiente orden, su cara inexpresiva no me daba ninguna pista de lo que pasaba por su cabeza
- bésame -
Pensé que lo haría en cuando lo pronuncie pero se quedó quieta, lo cual me extraño
- ¿Que estas esperando? - Preguntaba pues era extraño el que no lo hubiese hecho, aun así no respondió a mi pregunta, después entendí que no le había dado la indicación de que lo hiciera, eso era algo nuevo para mí - contesta -
- mi ama no indico que parte de su cuerpo debo besar y lo que menos deseo es que mi ama sea besada en alguna parte del cuerpo que no desee que sea besada -
Su mirada seguía abajo aunque respondió por lo que sabía que debía ser especifica en mis indicaciones
- besa mi mano - era una pequeña prueba para ver si lo había dicho ahora de manera correcta, la vi inclinarse y besar mis manos justo arriba de los nudillos - buena chica - ella siempre me decía así por lo que decidí copiar su frase de aprobación
- besa mi mejilla -
Volvió a acatar mi orden, lo hacía y volvía a retomar su posición
- Besa mis labios - aunque era especifica volvió a quedarse quieta esperando algo - ¿ahora que hice mal?... contéstame -
- mi ama no indico cuál de sus labios debo besar - susurro, lo que me hizo avergonzarme, era gratificante el saber que no estaba viendo mi rubor en mis mejillas ante la idea de que no fuesen los de la boca, aun así sería interesante probar, quería sonar igual de intimidante que ella, así que intente pensar que me contestaría si yo hubiese dicho sus palabras
- si estas para complacerme, a cuales crees que me refería - mi aire se cortó cuando abrió mis piernas y comenzó a besar mi sexo, era habilidosa en su cometido
- Utiliza tu lengua Lana - no podía referirme a ella como sumisa pero teniendo en cuenta que podía llamarla como quisiese no tendría problema en decirle por su nombre
El tormento con su lengua pudo más que yo, no se detenía más que para recuperar el aliento y volver a su tarea
- Lana... para... - estaba acostumbrada a suplicarle sobre que se detuviese sin tener éxito, aunque ahora había sido diferente, a la primera que le dije que se detuviera lo hizo y volvió a su posición
- No... vuelve a hacerlo - suplique pues entendí que ahora si lo pedía ella lo haría por lo que debía tolerar esas inmensas ganas de pedir que se detuviera
Volvió a abrir mis piernas y su lengua arremetió en mi sexo, me hacía gemir, era una sensación nueva e interesante
Pensé en que era lo que quería que ella me hiciese, la verdad era que me gustaba cualquier cosa que ella me hiciese, pero había algo en particular que me encantaba y era cuando se colocaba su arnés y me lo hacía, también cuando mientras lo hacía me torturaba con el látigo de tiras o bien cuando me hacía suplicarle por un orgasmo
- ve por ese arnés que tanto me gusta y colócatelo, tráeme un vibrador también -
La vi ponerse de pie y sin dudar ni un momento acato las ordenes que le había dado, coloco el arnés en su cuerpo, ahora era una Lana con un miembro de silicón en sus piernas lo cual siempre me encantaba, más porque sabía que muy en el fondo la hacía sentir completa ese objeto semi rígido
Me mostro el vibrador que había traído era uno con doble intención, una pequeña parte masturbaba el clítoris y el otro era perfecto para el punto G
- quiero que te recuestes en la cama -
Lo hizo sin chistar, al acostarse lo único que quedo erecto fue su miembro artificial, me gustaba ir arriba, así yo llevaría el ritmo, era algo tan extraño el estar haciendo esto pero a su vez me gustaba
Me subí a horcajadas mientras insertaba poco a poco el miembro dentro de mí, estaba muy húmeda por lo que no tuve ningún problema
Sentí sus manos en mi cintura y las aparte dejándolas a los lados de la cama
- sin tocar -
Era mi juguete sexual, solo yo me daba placer, yo controlaba el movimiento, la velocidad y profundidad del dildo dentro de mí, sentía como el orgasmo se acercaba, era cada vez más intensa la sensación, pensé en utilizar el vibrador solo para estimular mi clítoris, lo encendí y lo lleve a este, en cuanto sentí la primera vibración sobre el, el orgasmo me invadió
Gemí sin reparo, mire sus ojos, estaban desorbitados, sabía que deseaba tocarme, sabía que quería hacerme el amor como solo ella lo sabía hacer, siendo ruda, dominante y tierna a la vez, aun así deje que mi cuerpo se acostumbrara al miembro artificial dentro de mí, volví a moverme cuando el orgasmo se desvaneció esperando tener uno mas
- Juega con mis pezones, bésalos, chúpalos... muérdelos - no tardó mucho en obedecer, se sento un poco para alcanzar mis pezones que subían y bajaban junto con mis senos al constante movimiento que yo misma realizaba
- Lana, no pares... más fuerte... - como si mis gemidos la incentivarán lo hizo con más esmero del que esperaba por lo que no tardó mucho en causarme un nuevo orgasmo, no podía más con el seguir dándole ordenes por lo que la aleje de mi pezón derecho, solo para decirle algo que sabía la liberaría - hazme tuya -
Esa era la señal que esperaba, me tiro a la cama sin salir del todo de mí, comenzó con un vaivén en sus caderas bastante tortuoso que me sacaba de mis casillas - por favor Lana -
- Tuviste tu oportunidad cariño, ahora voy yo - me dedico una sonrisa burlona, sabía que se regodeaba de ahora ser ella quien tuviese el control
- ¿qué planeas hacer? - estaba tan húmeda y caliente que cualquier cosa que me dijera me gustaría en este momento
- quiero dejar tu trasero tan rojo que mañana al sentarte vas a pensar en esta noche -
- de acuerdo... - aunque no me desagradaba la idea de recibir unas nalgadas de parte de la mujer de mi vida, era algo a lo que aún no le tenía gusto del todo - si no me gusta como podre detenerlo -
- nunca hemos usado alguna palabra de seguridad porque hasta ahora todo ha sido muy suave, así que te lo explicare... - no podía creer que estaba hablando tan tranquilamente cuando aún estaba dentro de mí y mi respiración estaba tan agitada - la palabra de seguridad en cuanto la escuche salir de tus labios detendré lo que esté haciendo en ese momento -
Me era algo intimidante la idea de tener que usar una palabra de seguridad para lo que planeaba hacer conmigo pero si de algo estaba segura era que a pesar de todo Lana no me dañaría ni me lastimaría de ninguna manera, no era como ese hombre que me había dejado el trasero tan rojo que el solo hecho de pensar en sentarme hacia que me doliera... ahora que lo pensaba no sería tan diferente y si ya lo había tolerado una vez sin tener derecho a una palabra de seguridad no sería tan difícil superar esta prueba en compañía de Lana
- cuál es esa palabra que debo usar -
- elige tú la palabra de seguridad así me asegurare que no la olvides -
- Mándala -
Vi su rostro, le había parecido quizá extraña pero fue la primera palabra que se me ocurrió en el momento
- perfecto, no la olvides -
Me hizo darme la vuelta, sus manos habilidosas me colocaron en una posición curiosa aunque no incomoda, bajo de la cama y se acercó a ese cajón especial donde guardaba la mayor cantidad de juguetes sexuales
Me ato las muñecas detrás de la espalda y mis tobillos fueron separados por una barra con dos correas que fueron atados a estos y mi trasero estaba en una posición bastante comprometedora dejando mi sexo a su disposición
Sentí como un dildo entro dentro de mí, seguramente era ella, comenzaría a embestirme, pensé que sus movimientos serian rudos y sin freno pero en lugar de eso la vi frente a mí, por lo que supuse que lo que sentía dentro mío era algún tipo de vibrador o dildo
- no te muevas - ordeno de pronto, sonrió levemente mostrándome un control remoto, no sabía de qué era pero seguramente era de lo que se encontraba dentro de mi
Sentí como acariciaba mi cuerpo con extrema delicadeza, era muy habilidosa con esto, estaba sonriendo, me mostro una pequeña fusta
- esto es una pala para azotar este lindo y hermoso trasero, quiero dejarlo rojo pero tambien quiero de lo disfrutes, asi que este control opera mi maquina, ella se encargara de darte el placer que necesitas para darme a mi el mio -
Ahora entendia, lo que tenia dentro de mi era un dildo conectado a una maquinita que se encargaria de cogerme, dependiendo de la velocidad que indicara Lana en su control
- quiero aun asi que cuentes cada azote que te de, seran rapidos y fuertes por lo que solo seran veinte, si los recistes... Aparte de que ganaras mi admiración, me encargare de darte el mejor sexo de tu vida -
Realmente no entendia por que queria hacer esto, veinte eran muchos pero por otro lado ella era asi, lo necesitaba y tenia miedo que al no darselo, fuese a pensar que estaria mejor con Madisson que conmigo
De pronto encendio la máquina la cual comenzo a entrar y salir dentro de mi, estaba diafrutandolo cuando recibi el primer azote, dolia aunque menos que con el hombre ese, despues de que se pasara el escosor del momento recibi el segundo,eran dados justo en medio, no era una izquierda y otra derecha
- cuentalos! - exclamo recibiendo el tercero
- tres... Cuatro... Cinco... Seis... - eran un mar de sensaciones en mi cuerpo, por un lado ella haciendo que su máquina me tomara y la pala se encargana de darme una tunda cortesia de Lana
- buena chica... Estas tan humeda, te gusta ¿no es cierto? - senti sus dedos en mi sexo, cerca de mi clitoris
Hasta que no lo pregunto me di cuenta que en parte tenia razon, estaba disfrutando del sexo con ella, este tipo de encuentro ahora entraba dentro de mis fantasías
- tienen un dulce color rojo - decia algo divertida - me gustan lo sabias? -
- diesisiete... Diesiocho... - el ardor era casi insoportable, queria decir la palabra pero ya era solo uno el que faltaba
Termine los veinte, sentia como mi trasero estaba tan rojo que ardia el solo hecho de pensar en los veinte golpes recibidos
Dio una velocidad alarmante a la máquina, no era natural para alguien que se hace llamar ser humano
- resiste cariño, disfrutalo y deja de pensar - tomo mi rostro en sus manos y dio un beso lleno de vigor en mis labios
mi desesperación por liberarme de esa tortura me hizo pronunciar la palabra
- mandala! - exclame y su acto se detuvo al instante, la maquina freno de golpe lo que fue aun mas intenso pues de ir a una velocidad rapida paro de pronto
- estas bien? - aun estaba con el dildo dentro de mi - fue la maquina o quieres parar? -
- solo la máquina -
- eres una buena chica, mi buena chica - aparto la máquina de mi interior y comenzo a frotar mi trasero que estaba seguramente rojo
- dime que es lo que quieres que haga? - pregunte a lo que recibi un tiron leve pero imponente en mi cabello
- sabes como debes dirigirte a mi... No es cierto? -
- lo siento ama -
- quiero que utilices tus dulces labios, los quiero rodeando mis pezones - mas tardo en decirlo que en lo que yo ya estaba realizando dicha accion, me encantaban sus pechos, eran de una talla promedio, ni muy grandes ni muy pequeños, su pezon era de un dulce cafe oscuro sin llegar a lo exagerado
Cuando estuve a punto de hacerla gemir se aparto, la perdi de vista cuando quedo detras de mi, senti sus manos en mis caderas
- voy a cogerte Angela, fuerte... Si quieres que pare lo hare -
Sin darme tiempo de reaccionar o asimilar lo que habia dicho comenzaron sus embestidas
Eran tan rapidas, firmes, solo ella sabia hacerlo de est manera, escuchaba su respiración agitada, pude escuchar como comenzo a gruñir solo un poco cuando me aferro con mas fuerza y me atrajo a su pelvis, acababa de venirse solo cogiendome con un dildo de silicon, sin ningun otro estimulo que no fuese el visual, no tarde mucho en venirme junto con ella y despues de que se recuperara un poco me solto para poder caer ambas rendidas en la cama
- gracias por lo de esta noche - susurro besando mi frente, volvia a ser mi Lana romantica
- de nada cariño, ahora dame un momento - no sabia que haria pero volvio del baño con un pequeño botecito - date la vuelta -
Comenzo a frotar mi trasero con la pomada que habia traido, era suave y relajante a pesar del leve ardor que sentia - listo, esto ayudara -
ESTÁS LEYENDO
Un Último Error / Terminada
Teen Fiction¿Cuál es el destino que le depara a dos personas que a pesar de su amor no pueden estar juntas? Tras amarse y perderse la una a la otra, el destino les da una última oportunidad. Y tu ¿Qué serias capaz de hacer por amor?