CAPITULO 54

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CAPITULO 54
|ÁNGELA|

Salí después de hacer mis compras, traía bastantes cosas, pues ya que había venido aproveche para comprar lo que hacía falta en casa, aparte de un pequeño regalo para mi hijo
Camine hacia el auto, tome las llaves de mi bolso después de bajar mis compras de una mano al suelo, cuando ya había abierto y guardado mis llaves, me agache a tomar mis compras que ya no estaban en el suelo
— Permíteme ayudarte — dijo un hombre, estaba detrás de mí y sentía algo en la espalda, creía que era un arma pero no estaba del todo segura
— Toma mi bolso y mi móvil — dije tratando de calmarlo, no debía esto ir a más, solo que tomase lo que quisiera y me dejara ir — te puedo dar las llaves del auto si es lo que quieres —
— Deja tus llaves, la cartera y el móvil sobre el auto — obedecí a sus indicaciones, me hizo caminar a la parte de atrás del auto y abrió el maletero — entra —
— Por favor, llévate las cosas, no he visto tu rostro así que no podré decir nada — no debía entrar al maletero, pero no tenía opción, hice lo que me pidió, antes de cerrar me ato las manos a la espalda
El auto anduvo por lo que quizá fueron unas dos horas, dio cambios bruscos de dirección y en zigzag  hasta que por fin se detuvo
Lo escuche apagar el auto y bajar, por dentro me alegraba que decidí no traer a Demian, estaba a salvo con Lana, ella no tardaría en darse cuenta que no llegaba y comenzaría a buscarme
— Lleven a la chica dentro, el jefe la espera — ordeno una voz de hombre
Abrieron el maletero y el sol me deslumbro, vi una silueta pero al no adaptarse mis ojos aun a la luz, no distinguí el rostro de la persona
— Vamos zorra — gruño tomándome del brazo para poder salir
Lleve rápidamente un pie a su rostro, el hombre fue a dar de bruces en el suelo, intente salir al lograr hacerlo pensé en correr pero antes de dar tres pasos el hombre al que había golpeado aun en el suelo me detuvo un pie, ahora era yo quien fui a dar al suelo, no pude meter las manos que aun tenia a mis espaldas, por lo que mi rostro fue quien recibió el impacto
— Muy lista — el hombre pisando mi espalda, le escuche recargar la cámara de su arma, era mi fin, el momento de mi muerte estaba justo ahí, en manos de ese hombre al que aún no sabía que le había hecho
En mi mente paso Demian y Lana, quizá jamás los vería, quizá llegarían inclusive a pensar que los había abandonado
— ¡Avrey! — le escuche gritar a alguien deteniendo mi ejecución — ¡no! ¡El jefe la espera! — esa orden me salvo la vida
El hombre me piso aún más fuerte para después ponerme de pie, cuando lo mire vi que la nariz le sangraba, me hicieron entrar a una casa bastante hermosa
— ¡esta puta me rompió la nariz! — dijo el hombre aun con sangre en el rostro mientras me arrojaba al centro de la habitación, comencé a mirar todo lo que me rodeaba
— no se quienes sean pero esto no se va a quedar así, soy la mujer de Lana Gilmore, si es dinero lo que quieren, lo tendrán si no me hacen daño —
— Pero miren a quien tenemos aquí, a la zorra de Gilmore — busque de dónde provenía esa voz — o debería decir a la viuda de Gilmore — todos los presentes rieron
— Gerard — le llame al verlo bajar por las escaleras — ¿de qué hablas? ¿Qué le hiciste a Lana? — pregunte
— que le están haciendo, no lo sé, pero si aún no eres viuda, no tardas en serlo — se acercó a mí y golpeo mi mejilla herida con el dorso de la mano tan fuerte que me hizo caer, abrió un poco más las heridas de mi caída, por lo que comenzó a sangrar mi labio
— súbanla, ya me encargare de ella — antes de que me llevaran escaleras arriba, le escuche preguntar sobre si había noticias de un tal Frederick
Me dejaron en una habitación aun atada, me acerque a la ventana, estaba clavada así que a menos que la rompiese no podría salir por ahí sin tener en cuenta que era una caída de un par de metros
No se veían casas a los al rededores, solo pequeñas colinas
— Les dije que se cuidaran — había entrado Gerard a la habitación — ¿ese niño es mío? — Pregunto — ¿quedo mami Ángela embarazada del tío Gerard? —
— No — lo escuche reírse — es mío y de Lana, ella vendrá y te partirá la cara —
— ¿no entiendes que Lana ya no está para salvarte o sí? — sonrió y se aproximó para desatarme las manos, el cuanto lo hizo me le fui a los golpes
— Eres un hijo de puta Gerard — me detuvo y me arrojo a la cama
— esa boquita Ángela, no deberías hablar así — se sentó en la cama como si fuera de lo más normal para el tener a una mujer en contra de su voluntad en la misma habitación
— ¿como saliste Gerard? — pregunte alejándome de el
— Aún tengo influencias en esta ciudad, tener cámaras en GOS es útil al momento de pedir favores de ese tipo — sabia a lo que se refería pues tenía cámaras en las habitaciones, eso le ayudo seguramente a extorsionar a bastante gente para que no fueran filtrados los videos donde altos funcionarios o empresarios estaban con empleados en esas circunstancias tan comprometedoras
— Ponte cómoda — se puso de pie y me dedico una sonrisa sínica — te mantendré al tanto en cuanto tenga información para ti — salió de la habitación
Me puse de pie e intente abrir pero ya estaba cerrado bajo llave — déjame salir Gerard —

Un Último Error / TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora