Cap. 2

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Esto es demasiado

¡Esto es genial!

Ambos chicos veían con asombro la bella y grande camioneta que tenían enfrente, si bien no era de último modelo, era muy linda.
Félix la miraba con pena ya que le parecía demasiado por parte del jefe, en su conciencia sabía y en su corazón sentía, que tenía que pagar esas acciones con buenos trabajos, y con un rendimiento bueno en la empresa.

Christopher la miraba como la camioneta para los domingos.

Muy bien ¿Qué más era en el inventario? — habló Lee revisando la tabla donde tenía anotado.

Que importa, mientras sea igual de bueno.

Félix le dió una mala mirada al chico que seguía alabando aquella camioneta.

Solo es la casa, las cosas dentro, y las nuestras — argumentó Fefi — Vayamos en la camioneta a la residencia ya tienen que tener nuestras cosas en la entrada, andando.

Félix estaba a punto de tomar las llaves que estaba en el cofre de la camioneta, cuando una mano más grande las tomó sin previo aviso, Chris corrió dentro de la camioneta y la encendió, aceleró a fondo escuchando el rugido del motor.

¡Woah!¡Ruge como gatita!

Félix miró mal a Christopher y este al sentir una mirada encima suyo volteó y se encontró con Lee mirándolo, al instante supo que era lo que quería decir así que sin más se movió de asiento con la cabeza gacha quedando de copiloto, Félix se subió y quedó de chófer.
El desvergonzado de Christopher rió cuando Félix acercó más su asiento al frente, ya que le quedaba un poco incómodo para manejar.

Silencio o soy capaz de votarte a la cajuela — advirtió Fefi.

Lo que sea con tal de no estar a tu lado — Chris rió y Félix puso en marcha el auto.

¿Cuántos años tienes?¿Cinco? — preguntó Félix fastidiado.

Tengo 23 años estoy por cumplir 24 pero mi cerebro tiene como 2 — Christopher rió.

Es enserio increíble — Félix suspiró, eso sería como cuidar a un niño y de solo pensarlo le agotaba.

Ya lo sé.

Félix solo apretó el volante, no tenía caso explicarle lo que quería decir con eso.

Al llegar a la residencia Félix quien iba al volante, llegó hasta la casa dada por el CEO, ambos al bajar de la amioneta, se dieron cuenta de que la casa estaba realmente grande y muy bella

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Al llegar a la residencia Félix quien iba al volante, llegó hasta la casa dada por el CEO, ambos al bajar de la amioneta, se dieron cuenta de que la casa estaba realmente grande y muy bella.

Ambos miraron la entrada de la casa y  notaron que estaban ahí las maletas de los dos junto con varias cajas, se acercaron un una decía Lee y la otra Bang tomaron sus cosas correspondientes y entraron a la casa que era mucho más bella de lo que imaginaron.

HASTA QUE EL TRABAJO NOS SEPARE | Chanlix | •editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora