Lee Félix
Un joven que a pasado por mucho y trabaja demasiado, responsable algo amargado y serio.
Bang Christopher un joven que sin duda ama la diversión, muy cariñoso, para nada responsable muy alegre y divertido.
¿Qué pasará si estos dos polos t...
El sonido de las olas despertó a Félix, abrió sus ojos poco a poco acostumbrándose a la luz del día, se despabiló y al instante sintió un cuerpo más grande que el suyo abrazarlo, Christopher dormía con un brazo rodeando la cintura de Félix y la otra sosteniendo la mano del menor encima de su propio pecho, la cabeza de Lee descansaba en el hombro de Chris y su mano estaba como dicho anteriormente.
Félix sonrió al ver lo calmado de que se veía Chris, su respiración era lenta y se veía de lo más bello, se sentía afortunado de tener a tan bello hombre de nuevo a su lado y lo mejor de todo, solo para el.
Lee comenzó a darle pequeños besos a la mejilla de Christopher, este entre el sueño volteó su cabeza y Félix aprovechó para ahora besar sus labios, Bang despertó aún sin abrir los ojos y correspondiendo a los besos de Félix con una risita, el menor cuando notó que ya estaba despierto dejó los besos de lado para poner una de sus cálidas manos en una de las mejillas de su novio.
— Así si me quiero despertar todos los días — dijo Chris riendo.
— Buenos días bello durmiente — Félix sonrió y le regaló otro beso a Chris — ¿Cómo descansaste?
— De lo mejor — Chris se estiró y soltó un gran suspiro para luego sonreír — Y más por qué dormí contigo a mi lado — sonrió coqueto — Anoche estuvo genial.
— Ay~ me encantó — anunció Félix con una pequeña sonrisa tímida — La verdad es que me gustó mucho.
— A mi también — Chris unió sus labios con los de su novio — Oye — llamó — Hay que tomar un baño y luego salir a desayunar¿No crees?
— Me parece perfecto.
Félix sonrió y se levantó de la cama aún desnudo, después de todo Christopher ya había visto absolutamente todo. Recogió de un cajón de ahí una de las batas ante la atenta mirada de Chris, Félix sin voltear habló.
— ¿Ya dejaste de comerme con la mirada? — preguntó con una sonrisa.
— Lo siento mi vida pero eres perfecto y me tientas con ese cuerpo que cargas — rió — Eres como una droga para mí.
— ¿A si? — Félix sonrió — Pues veamos que tanto la puedes aguantar.
Lee entró al baño y seguido de el entró Christopher, así ambos tuvieron una ducha llena de besos, caricias tanto obscenas como amorosas y llenas de cariño.
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Mientras tanto en la empresa, Jisung y Hyunjin estaban comiéndose las uñas de la preocupación, pues no había rastro ni de Christopher ni de Félix desde el día anterior. Mientras caminaban de un rato a otro Jaebum entró a su oficina abriendo las dos puertas, Jisung y Hyunjin se enderezaron como si de soldados se tratase.
