Capítulo 7

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Que te tiemblen las piernas

He dado pasos llena de miedo,pero han sido los más dignos en mi vida.Anyha Ruiz 


Ya dijimos que procrastinar tiene entre sus causas un mal manejo del
miedo. Tanto la ausencia de este como una dosis excesiva, paralizan y causan
inacción. El miedo es una reacción que con frecuencia se convierte en
auto sabotaje. Está tan enterrado en nuestro espíritu que lo depositamos
debajo de la alfombra y pensamos que no está allí; luego comenzamos a creer
que simplemente no estamos hechos para triunfar.
Cuando enfrentas al miedo, cuando decides dejar de verlo como un
impedimento y echas abajo la cerca que teje frente a ti para incendiarla y con
ella hacer arder el combustible que te llevará a lograr lo que deseas, solo
entonces notarás que lo que te atemorizaba excedía aquello que podía ocurrir
en la realidad. No caigas en el juego de la mente ni anticipes la derrota.
El miedo es un aliado mentiroso, un amigo que todo lo exagera. Somos
nosotros quienes le asignamos la función que debe cumplir en nuestra vida;
puede ser la barrera que nos impide avanzar o el combustible del cual
extraemos la energía para seguir. Sin él, nuestra especie no hubiese sido más
que el alimento de los depredadores; pero sin nuestro poder para superarlo,
aún seguiríamos ocultos en las cavernas. Hoy, muchas personas que no
logran vencerlo habitan en la más profunda de las oscuridades: la mediocridad, esa caverna del «sin tan solo hubiera . . .».

 

La mente es más caótica que larealidad.


El miedo a triunfar se debe a asociaciones neuro narrativas que desembocan en conductas repetitivas.
Nuestra vida está dominada por opiniones, creencias y convicciones; la guían dos grandes motores: el placer y el dolor. Por supuesto, nuestras opiniones pueden ser diluidas; sin embargo,
para destruir una opinión, primero hay que dudar de ella, y ciertamente, para destruir una creencia, hay que cuestionarla. Las convicciones y las creencias no son lo mismo, las últimas pueden cambiar, mientras que las primeras son aquellas certezas por las que estamos dispuestos a morir.


¿No será que te da más miedo que te digan que sí a que te digan que no?

Daniel Habif.

Los inquebrantables sienten miedo porque persiguen la inmensidad, se
imponen desafíos que asustan solo de imaginarlos. La grandeza, la gloria y el
éxito son estados idílicos y apacibles únicamente cuando fantaseamos con
ellos, pero cuando los concebimos con la intención de concretarlos, de
hacerlos realidad, generan temor.
A los inquebrantables les tiemblan las piernas cuando se paran frente a los
retos, pero no les tiembla el pulso al lanzar la piedra que derribe a los
gigantes. Siempre habrá una misión, un motivo que les cause un bramido en
el pecho, una nueva oportunidad para avanzar.


El miedo no se vence, se usa paravencer.


Quizás has recibido tantas veces un no como respuesta, que acabaste por
convertirte en un realista. Cuántas veces has pensado que estabas mejor antes
de intentar algo. Por supuesto, la incertidumbre genera
temor, pero la
certidumbre es un vuelo sin escalas a la mediocridad.
Pensamos que
conseguiremos estos éxitos nosotros solos, pero no es así: aquel que va
adelante nos marca el camino. Él provee las herramientas para hacerlos
realidad, por ello debemos estar dispuestos a aplicar estas armas.
El miedo tiene su raíz en una falacia, en la ausencia de fe. Te llenará de
excusas para justificarte, pero de él solo se derivan otros temores:
1) Temor de no ser digno del éxito.
2) Temor de no poder satisfacer las expectativas.
3) Temor de no poder enfrentar los compromisos que conlleva iniciar
un proyecto personal.
4) Temor de ser rechazado.
5) Temor de perder el confort.
6) Temor de decirle «no» a ciertos deleites o personas.
Deshazte de los pensamientos limitantes. El miedo a triunfar se caracteriza
por varios comportamientos que requerirían un nuevo capítulo, pero me
referiré solo a algunos que considero esenciales:

INQUEBRANTABLES DANIEL HABIFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora