Capítulo 19

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La vida se lee con los pies¿En qué te ofendo, cuando solo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Juana Inés de la Cruz


Las personas con quienes compartimos nuestra existencia son las que le
confieren sentido. También estamos nosotros y este mundo que nos han
legado. Cada día debemos descubrirlo como si acabáramos de llegar. Los
inquebrantables viven apreciando la belleza. La vida es más deliciosa cuando
sabemos descifrarla.
La belleza está en todas partes, agazapada en los rincones, ella espera que
la aprecies. Mírate al espejo y descubre cuánta belleza encuentras en la obra
de Dios.


Si bailas con tu corazón, tus pies
comenzarán a volar.


Me fascina conocerme, saber de qué estoy hecho por dentro y por fuera,
cómo son mis manos y por qué tengo dedos. Me gusta utilizar todo mi
cuerpo, ya que todo lo que tengo lo tengo por algo. Quiero examinar todas las funciones de mi lengua, quiero sondear todos los ritmos y arritmias. Quiero
pisar duro, ir despacio, caminar, trotar, huir, volar y bailar.
Quiero andar con pelo corto, con pelo largo, estar calvo, gordo y
desaliñado. Quiero ver cómo lloro en otoño y cómo abrazo en verano. Quiero
hincarme y levantarme. Mi pasión es todo lo que tengo, todo lo que soy, todo
lo que he sido y seré. Quiero vivir todas las aventuras que el mundo tiene
para mí. Quiero aprender y desaprender.
Me intriga mi mente, me fascina la tuya. Me cautivan el ADN, la
dopamina, la oxitocina, el dolor, las emociones y el miedo. Me gusta deglutir,
sucumbir ante la intolerancia a la lactosa, desafiar a la bacteria que insiste en
matarme y aún no lo logra. Me gusta asecharme, cazarme y capturarme,
guardarme y callar, tener instantes de furia y ver cómo desplaza a mi razón.
Me gusta pedir perdón, gritar y explotar.
Me gusta incomodar, percibirme vivo, sentir pasión. ¡Qué delicia saberme
único y no una copia pálida de otros! ¡Qué virtud es la unicidad! ¡Qué locura
es ser solo yo! ¡Qué maravilla es verte a ti! No te compares, no te deformes.

¡Eres irrepetible! 

YO soy el imán de mi brújula.

Daniel Habif.

Disfruta de ti y de tu entorno. Regálate un tiempo en soledad. Hay
momentos en la vida en que hemos cometido tantos errores que ya ni
sabemos cuáles son nuestros y cuáles no. Acumulamos tantas deudas con
nosotros mismos que no tenemos idea de cómo pagarlas, nos sometemos a
estándares tan altos que nos duele el cuello de tanto erguirlo.


Vive, porque muchas veces la vidase termina antes de que llegue lamuerte.


Es entonces cuando visito a esta amiga incondicional, la más sincera de
todas las guías. Me siento en su regazo disculpándome por las largas
temporadas en que olvido que está allí esperándome, fiel, pronta a decirme lo
que no he tenido el coraje de escuchar.
Debemos bajarle el volumen al ruido que nos rodea y poner el silencio al
máximo para encontrarnos con la soledad, ese manantial inagotable de
belleza en cualquiera de sus notas.
Cuando estaba en su morada, me atacó un sueño imposible que se coló por
la puerta del quizás. Con la suavidad de sus manos aprendí a cortarme el
cordón umbilical, descubrí que no siempre era necesario compañía para sentir
a alguien. En la soledad nos pasan cosas increíbles, experiencias que nos
llevan a pensar y a orar. En su seno dije todo aquello que pocas veces hice, su
tierna voz desató mi diálogo interno, me preguntó, me propuso y me retó. En
la frescura de su sombra dudé, me reafirmé y construí un pensamiento crítico.
Ignorar la soledad es perder la oportunidad de disfrutarnos plenamente.
Envueltos en su calma nace la rebelión de las nociones. Su silencio bala, ella
revólver. En su inmensidad nace la belleza en forma de preguntas, esas que
son vitales a nuestra existencia. En la vida te enseñan a pedir disculpas, en la
soledad aprendes a aceptarlas.
En ella no siempre se detonan estados de nostalgia; la soledad es también
un lugar placentero, pero hay muchos que, en lugar de hallar refugio en su
quietud, la usan como cárcel porque el mundo los ha decepcionado, ya que
esperan más de otros que de sí mismos. La soledad es de esas clases en la
vida, donde pocos sacan buena calificación.

La soledad no te cambia, solo te dice
quién eres.

INQUEBRANTABLES DANIEL HABIFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora