Capítulo 8

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Duerme pocoMis acciones son mis oraciones elevándose.
Elena Brower 


Cuando comienzas a hacer las cosas que tienes que hacer y pierdes el miedo
al éxito, al qué dirán y a los cambios que te traerá tu nueva vida, encontrarás
que ya no podrás detenerte. En ese momento sonará la campana que iniciará
la batalla más importante que enfrentes, una en la cual deberás vencerte a ti.
En ese momento, emprenderás una lucha con el más fiero oponente que
hayas enfrentado, y vencerlo te traerá la mayor de las satisfacciones, aunque
cada golpe que le asientes te dolerá en ambos sentidos.
Nos urge una mente entrenada para soportar y tolerar el conflicto. Cuando
era más joven tuve la oportunidad de convivir con personas sumamente
inteligentes; algunos de mis compañeros eran superdotados; todos alcanzaron
maestrías o doctorados, eran de esos que tenían memoria expansiva; y yo de
niño apenas y lograba recordar la capital de un estado. Siempre fui menos
apto para las demandas escolares, estaba menos adaptado a las exigencias que
impone la sociedad. Esa desventaja (relativa) me hizo más tenaz, me obligó a
sudar el triple que aquellos que lo conseguían sin mayor esfuerzo, lo que fue
una gran bendición.
A donde algunos llegaban con un paso yo llegaba luego de recorrer un
maratón; siempre tuve que esforzarme mucho más, pero clamé tanto que
rompí las ventanas de los cielos a pedradas. Mis municiones fueron la disciplina, la obediencia y la perseverancia. Nunca me di por vencido, ni lo
haré. Los que me conocen saben las tormentas que me ha tocado sortear.


Quien no controla el río de suspensamientos termina ahogado enun mar de emociones.


Los que no llegaron simplemente no estaban interesados, y quienes lo
hicimos fue porque nos comprometimos a vencernos a nosotros mismos. Yo
pido a Dios sin reparos, a Él nunca se le acaban las ganas de darme, ni a mí
tampoco las de pedirle. Tienes poco cuando pides poco y crees que no lo
mereces todo. Pide más, mucho más, jamás te conformes.


"No valores un diamante por su brillo y elegancia cuando su valor supremo está en la resistencia".

Daniel Habif.

Solo pueden ser persistentes quienes se aman a sí mismos, y el amor
propio se refleja en esa constancia. La concentración sostenida hacia una
meta, sin dejar de avanzar, tarde o temprano te llevará al éxito.
El hábito de abandonar cuando sufres un tropiezo es el mayor asesino de
sueños. Rompe con la costumbre de claudicar. Deja de meter material
inservible en tu mente, corazón, hábitos y hogar. Desecha los pensamientos
basura. Los pensamientos son poderosos cuando se combinan con la
exactitud del propósito, la perseverancia, la fe y la disciplina.
Nos convertimos en los cinco pensamientos más constantes de nuestra
mente, a esa visión nos dirigimos. ¿Qué estás pensando?, ¿cómo lo estás
haciendo? y ¿por qué te dedicas a ese pensamiento?
No respondas aún. Piensa, analiza, medita y repite. Eres lo que piensas.
Dedica 10 minutos diarios a pensar y meditar en qué tipo de persona te
quieres convertir. Hazlo con verdadero enfoque y entrega. Instituye en tu vida
la ley de la perseverancia y de la repetición, haz una constante del buen
pensar y comenzarás a sentirlo todo. Cada pensamiento negativo se convierte
en una emoción contaminada, y una emoción contaminada engendrará actos y
hábitos nocivos.


¡Qué momentazo en la vida cuandodejas de parecer y comienzas a ser!

INQUEBRANTABLES DANIEL HABIFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora