Una entusiasmada Ravenclawn caminaba directo a las gradas preparada para ver un nuevo partido de Quidditch, se sento junto a su mejor amiga Ginny Weasley esperando a que el partido comenzara.
- Ahora vuelvo, voy a... ¿Bocadillos?.- Inventa la pequeña Luna con una voz inocente esperando no ser descubierta.
Ginny la mira con confusión pero era normal que Luna Lovegood ocasionará esas reacciones en las personas, era algo a lo que ya estaba acostumbrada.
Ginny asintió sin decir nada más así que Luna bajo hacía los vestidores corriendo antes de que fuera tarde.
- ¡Luna!.- Su linda castaña la recibió con una sonrisa en los vestidores.- ¿Qué haces aquí?, deberías estar arriba.
- Oh, solo vine a desearte suerte y que tengas cuidado, nunca sabes cuando un billywig puede aparecer en un partido de Quidditch.- Dice ella con severidad.
- No creo que ningún billywig aparezca en medio del partido...
- Bueno, eso es por que no puedes verlos hasta que te pican y comienzas a flotar.- Los ojos de Luna brillaron, tal vez imaginando como sería flotar.- Oh, y por eso tengo esto para ti.
Luna se quito su collar de corcho ahuyenta nargles y se puso de puntillas intentando pasarlo por mi cabeza.
- Listo.- Dice ella con una sonrisa en sus labios.
- ¿Para que es esto?, No creo que necesite ahuyentar nargles en este momento.
- Es de la suerte.- Dice Luna mientras su sonrisa seguía en pie
Detrás de mi alguien gritó mi nombre, era el capitán de Ravenclawn esperándome para salir a jugar.
- Dedo irme.- Dije dejando un corto beso en la mano de Luna.
Me había dado la vuelta para seguir directo al campo pero había olvidado algo muy importante.
- ¡Luna!.- Grité corriendo tras ella.
Al escucharme se dio la vuelta y aproveché el momento para lanzarme a sus labios besándola deseosamente pero con ternura, ella puso sus manos en mis mejillas y al separarnos beso mi nariz.
- Suerte.- Susurra ella cariñosamente mientras sigue su camino hacía las gradas y yo el mío hasta el campo.
