extra. una nueva estrella es nombrada

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Extra 3. Una nueva estrella es nombrada.

—Realmente te gusta observar las estrellas, ¿No es así?

La voz masculina que emanaba del sumo monarca se llevó toda su atención, dejando de ver los brillantes puntos blancos del oscuro cielo.

—¿Y a quien no? —respondió risueña, acomodándose mejor en la banca de mármol del jardín. —Es tan refrescante saber que siempre estarán ahí, el mundo puede cambiar o desmoronarse, pero ellas se mantendrán ahí.

Peter se preguntó qué diablos había hecho en su vida pasada para merecer a alguien como Violet, su esposa y madre de su hija era tan hermosa y perfecta como para alguien como él. Se acercó a la banca con cuidado de no despertar al flojo gato blanco que dormitaba en las piernas de la reina, Mozart era uno de los tantos gatos de la corte que Violet había adoptado, era una locura. El palacio parecía un zoológico con tantos felinos de todos los tamaños y colores, especialmente para él y su alergia. Pero se habían encariñado tanto con la camada de gatos como para dejarlos ir, así que la única opción de Peter fue dejar que su hogar se convirtiera en una fábrica de pelos.

—A Mozart también le gusta ver las estrellas. —Susurró Violet, acariciando detrás de las orejas del gato, quien se estiró y acomodó nuevamente en el cómodo vestido de su dueña.

—Mozart está en camino a su quinto sueño. —Bufo Peter con diversión, jurando por un momento que el altanero felino había abierto sus verdes ojos para mirarlo con odio.

Se quedaron viendo el oscuro cielo por un par de minutos más, disfrutando de la suave brisa de otoño que los acompañaba y recibiendo a los gatos que se acercaban con curiosidad al ver como dos de los humanos que los alimentaban se quedaban viendo el cielo estrellado. Dominó, Manzana, Melocotón, Nube, y Orión eran mucha mejor compañía que el flojo gato albino que parecía no querer abandonar las piernas de Violet.

—¿Anna ya está dormida? —preguntó Violet después de un rato, sintiendo como el sueño la comenzaba a perseguir.

—Desde hace poco. —Peter recordó, la pequeña de dos años había armado un gran escándalo cuando le recordaron que era hora de irse a la cama. Sin embargo, se quedó dormida en brazos de su tío Edmund cuando este la iba a dejar a su habitación. —Quizás nosotros también debamos de ir a dormir, es tarde.

Violet negó, argumentando que no estaba cansada, pero su razonamiento se vio inválido cuando un bostezo se le escapó de los labios.

—Vamos a dormir, ángel. —Soltó una risa y se levantó de la banca, ayudando a su esposa a hacer lo mismo, despertando y molestando a Mozart, quien bufó en dirección a Peter, yéndose rápidamente hacia el interior del palacio.

—¡Lo siento, Mozart! —Exclamó Violet hacia el gato que ya había desaparecido, mientras tomaba en sus brazos a Manzana.

—Yo no lo siento, bestia. —Susurró Peter, siendo seguido por los demás felinos hacia su hogar. Mozart no era su gato favorito, si tuviera que elegir, sin duda sería María Teresa, la gata gris de Susan.

•••

—Mi vida, son las cinco de la mañana. Las estrellas estarán aquí mañana al anochecer, ¿por qué mejor no vienes a la cama conmigo? —El gran rey se adentra al balcón de su habitación matrimonial, abrazando a su esposa por detrás.

—Es que, me di cuenta de algo... —Susurró Violet, aunque realmente no había nadie alrededor de ellos, incluso el flojo y horrible gato blanco estaba durmiendo en los pies de la cómoda cama. —La constelación que está por allá, es la que Aslan escogió para nombrarme reina de Narnia, ¿no crees que es ridículamente igual a la constelación de Cassiopeia?

Peter guardó silencio mientras miraba con atención el conjunto de estrellas que su esposa apuntaba, no entendía nada de lo que estaba diciendo. Para él, todas las estrellas se veían casi iguales y nunca entendía el debate que Susan y Violet mantenían desde hace años sobre si las estrellas de Narnia eran iguales a las de la tierra.

—He pasado eones discutiendo con Susan, no puedo creer que no me haya dado cuenta de este importante detalle. ¡Ella tenía razón! Si bien no todas son las mismas, hay bastantes parecidas. Y ahora resulta que Cassiopeia también está aquí... ¿puedes creerlo? Bueno, por supuesto que se ve más larga y un poco más grande...

Se quedaron ahí, Peter escuchando y preguntando sobre el interesante tema de las constelaciones, mientras que Violet no podía con su emoción al por fin encontrar una sólida respuesta que podría ayudar con la educación y aprendizaje de Narnia (y por supuesto, para finalmente ponerle fin al intenso debate de las reinas del arco y flecha)

—No puedo esperar para decirle a Susan...

—Puedes decirle ahora mismo, querida. —Peter bostezó, yendo devuelta a su cama para reponer las horas de sueño arrebatadas, ignorando olímpicamente el maullido de enojo y el sonido de las patitas correr por el piso cuando sin querer se acomodó encima del gordo gato. —Deben de ser las 7:30, conociendo a mi hermana ya debe estar de pie leyendo algún tipo de libro.

•••

Su majestad, el rey Peter de Narnia, anuncia mediante este decreto que la gran constelación del horizonte norte, que hasta el momento había permanecido sin un nombre fijo, sea llamada de efecto inmediato como:

Cassiopeia.

Este es un regalo para su majestad la reina Violet, quién posee un amor estelar infinito por las estrellas, satélites, y constelaciones.

Para el ángel y estrella de mi vida, con amor, Peter.

🏹🏹🏹

Un regalo cortito como disculpa por no estar activa, quién diria que la universidad consumía taaanto tiempo.

—Ellie

violet | peter pevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora