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Una semana había pasado volando, entre búsquedas y más búsquedas, Fugaku seguía enojado, Mikoto dolía y Itachi perdido, mi familia se había dividido en tres bandos, el primer bando quería asesinar al rubio, el segundo quería ayudar y el último solo estaba en neutro sin saber que hacer.

Suspire con frustración, tenía prohibido buscar a Naruto, la nueva amenaza para la humanidad, un demonio de categoría alta buscado por los cazadores de elite. Sentía que estaba solo en aquella búsqueda por el oji azul, el equipo taka me había dado la espalda, Karin que era Uzumaki también lo había hecho al último sobreviviente del clan Uzumaki. La única ayuda que tenía hasta el momento era un pelirrojo llamado Sabaku no Gaara con el cual me debía encontrar.

...

-No importa Sasuke, tal vez solo fue nuestro destino que nos unió y nos separara.

Abrace con fuerza al rubio sin querer soltarlo.

-El destino no importa Naruto, ahora solo quiero que seamos tu y yo.

-Tienes razón Sasuke, pero aveces pienso si pudiera cambiarlo... Tan solo seríamos Sasuke y Naruto.

Su voz sonó con calma, tal vez queriendo apasiguar el amargo ambiente.

Aveces también pensaba como el Namikaze, si solo fuéramos normales, con vidas y situaciones normales, no tendríamos que vivir este amargo dolor, sabía que Naruto me quería al igual que yo lo quería, pero un querer no iba a solucionar las muertes que había causado el rubio.

-¿Sería mucho pedir?

Solté la pregunta al aire, dejando que volará lejos, dejando que los sueños que había armado en mi cabeza se fuera con aquella pregunta.

-No lo sé...

Su respuesta se escuchó vacía, tan vacía como ahora estaba mi pecho.

-Naruto me dejarías dejar mi clan de lado para solo estar contigo.

Propuse sabiendo la respuesta.

El rubio se separó de mi con un movimiento brusco, sus ojos azules estaban abiertos como platos y sus finas y rubias cejas estaban alzadas por la sorpresa.

-No, no haras eso solo por un romance de adolescencia con un Demonio.

Me sentí indignado, esto no era un romance pasajero, algo dentro mío decía que no era un simple capricho, algo en mi decía que era mi todo y mucho más.

Fruncí mi ceño con con enojo y resentimiento.

-Esto no es un simple romance o capricho.

Sentencie, Naruto no hablo por varios minutos, solo se dedicó a mirarme, por sus bellos ojos pasaban diferentes emociones, desde la felicidad el alivio y la tristeza.

-Pero esto no dará para más...

Fue su única respuesta.

Me levanté de la mudilla cama hasta estar frente a su rostro, mis manos viajaron a su rostro acariciando su mejilla con suavidad, temiendo en cualquier momento romperlo.

-Hagamos que esto de para más.

Lo atrae hacia mi con inseguridad, nuestros alientos chocaron pero no nos movimos, temiendo que el otro rechazara el tacto, solo basto con mirar sus joyas para saber que todo estaría bien, que esto era correcto, porque cualquier cosa con Naruto era correcto.

Lo bese otra vez, no hubo fuegos artificiales y un revoltijo como la primera vez, solo hubo paz y tranquilidad, una añoranza y un amor.

Sentí los brazos de Naruto rodear mi blanco cuello queriendo más contacto, baje mis blancas manos de su mejillas para posarlas detrás de su cuello, con cuidado hice que se acostara en la cómoda cama dejándome arriba de el. Sentí mi cabellos ser acariciados con duda para después sentir el agradable tacto de sus manos en mi cuero cabelludo.

darknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora