• Capítulo 7: Me siento raro •

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—La familia no es la sangre

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—La familia no es la sangre. Es la gente que te ama. Las personas que te cuidan la espalda.

***

Capítulo 7

—¿Entonces? —preguntó su ex-capitán, con los brazos cruzados mientras enarcaba una de sus cejas.

—Él empezó —Shoyo apuntó a su novio.

Ni judas fue tan traicionero

—¿Eh? Espera —El azabache se giró hacia el pelinaranja —Yo no hice nada.

—Si, hicimos una carrer-

—¿Una carrera ¿No crees que ya estas grande para esas cosas, Rey? —molesto Tsukishima

El mencionado, le dio una mala mirada.

—Tu, ¿qué haces aquí?

—Vine a ver como te acabas de condenar.

—Tsukki —reprendió el chico con pecas.

—¿Qué? El acaba de empezar una relación con esa mandarina andante —. La pareja comenzó una discusión con Tsukishima, mientras Yamaguchi intentaba evitarla.

Sonriendo Daichi negó.

—Los extrañé, chicos.

Los chicos dejaron de pelear y se voltearon a ver a su mayor. Shoyo comenzó a temblar, para después soltar unas pequeñas lágrimas, su ex-capitán al verlo, se alarmó.

—¿Hinata…?

—También lo extrañe Daichi-san —el menor se acercó a paso rápidos a su amigo y lo abrazó.

Para sus demás amigos pudo ser una sorpresa, pero ellos nos sabían lo mal que el pelinaranja la pasó en Brasil, esos momentos en donde se sentía solo y no quería avanzar, ahora estando ahí, con todas esas personas a las cuales admiraba y amaba, se sintió en casa.

—Los extrañe a todos.

Los chicos sintieron una sensación de nostalgia y tampoco pudieron evitarlo y comenzaron a llorar, se apresuraron a llegar a sus dos compañeros y se unieron al abrazo. Kageyama se quedó de pie a lado del chico de gafas, pero él no se acercó debido a que no sabia que hacer porque aun era algo inexperto en ese tipo de acciones, por el contrario, Tsukishima quería evitar todo el contacto con los demás, ¿los quería?, claro, pero prefería estar fuera de su abrazo.

Suga al ver que los otros dos no se acercaban — uno por no saber qué hacer y otro por indiferencia —fue por ellos y los agregó al abrazo grupal.

—Ya lo habíamos dicho, Hinata, Pero Bienvenido a casa —Expresó Asahi

—Gracias.

—Bueno, ya hubo mucho abrazo, ahora aléjense de mí— espetó el poste.

—Vamos adentro o ¿quieren ir a algún otro lugar? —preguntó el más bajo.

«Juntos Somos Invencibles»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora