• Capítulo 11: Entrevista •

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—Hay partes de mí que solo existen cuando estoy contigo

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Hay partes de mí que solo existen cuando estoy contigo.

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Capítulo 11

19 de diciembre de 2018.

Habían pasado un mes desde él reencuentro, la foto, las reuniones y los viajes. Se encontraban ya en diciembre, específicamente cerca de Navidad, 19 de diciembre, su relación se había vuelto cada vez mejor, desde su última pelea, las cosas habían mejorado para bien, había más confianza y comunicación, las pequeñas competencias seguían siendo parte de ellos. Los entrenamientos continuaron como siempre, el tema de la amenaza siempre estuvo ahí, los guardaespaldas que había contratado el mánager de Shoyo por fin habían sido escogidos por lo que estaban detrás de Hinata las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana, durante el tiempo que transcurrió jamás volvió a recibir otra carta,  pero había varios comentarios hirientes en las redes sociales hacia la pareja, aunque Shoyo no los había leído, ya que Tobio se había encargado de hacer que no los viera.

En cuanto a la amenaza, los demás intentaron tomar como un asunto de broma hecha para el pelinaranja, pero Sakusa y Atsumu no, ya que ellos comentaron que podían estar buscando una oportunidad para que bajen la guardia creyendo que todo estaba bien, a lo que Tsuna, concordó. Querían mejorar aun mas la protección de Shoyo.

Los cuatro hombres de traje negro lo seguían a todos lados, pero por lo menos tenían consideración a la hora de dejarlo con su pareja. Por su parte, Kageyama, se la pasaba yendo y viniendo con Hinata todos los días, ya le daba igual si había reporteros detrás de él, lo único que quería era evitar algún problema con Shoyo. Necesitaba asegurarse de que el pelinaranja llegará sano y a salvo, el pelinaranja estuvo una semana con él en su departamento aunque esa no fue la mejor, ya que hubieron ciertos problemillas, al final Hinata decidió el querer estar solo en su departamentos, por lo que sus  encuentros y venidas juntos se hicieron al ir y finalizar sus entrenamientos, los recorridos juntos se hicieron cotidianos durante las semanas siguientes, el de ojos marrones se acostumbró tanto a la presencia del azabache, que durante los entrenamientos le era raro no sentirlo cerca.

El entrenamiento había terminado, por lo que decidieron cocinar algo juntos y luego ver alguna repetición de algunos de sus partidos, aunque Hinata realmente quería ver uno de los partidos que estaba teniendo Oikawa. Los dos se habían hecho muy cercanos en Brasil, y Shoyo se encontraba agradecido con el armador, ya que estando en ese país, se sentía triste y fuera de lugar, pero al encontrarse con él, esa soledad se fue haciendo amena.

Ambos mantenían el contacto y de vez en cuando se mandaban mensajes.

—Bueno, Tobio, creo que debemos ir al súper, ya que no hay nada que podamos usar para cocinar —dijo mientras cerraba la puerta del refrigerador.

—¿Nada?

—Nada nadita.

—¿Entonces qué has comido?

«Juntos Somos Invencibles»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora