Niñero en bonten (Mitake/Maitake)

5. Dorayakis y acuerdos

Takemichi estaba sintiendo como algo le estaba picando la frente, abrió sus ojos lentamente pero jamás pensó encontrarse con lo que tenía frente a él.

Quiso gritar pero Manjiro le tapó la boca en un segundo, indicandole que no hiciera ruido.

Una vez que Takemichi se calmó, Manjiro retiró su mano.

—¿Que...que haces aqui? ¿Les pasó algo a los niños? — pregunto Takemichi pegándose lo más que pudo a la pared pues el otro estaba realmente cerca.

— Quiero dorayakis, hazme unos.

Takemichi no podía creer lo que escuchó, había venido a mitad de la noche solo para pedir ¿dorayakis? ¿no era más fácil que se los hiciera la persona de la comida?

— Yo... — Takemichi miro a Mikey pero este tenía una mirada intensa, lo mejor era siempre hacer lo que el otro ordenará si quería seguir con vida o con su cuerpo sin hematomas, suspiro — claro dame un segundo me cambi...

— No, así — Manjiro lo jalo de la cama y lo estaba llevando con él hacia la cocina.

Takemichi se puso a sacar todo para preparar los dorayakis mientras Mikey permanecía sentado observando cada movimiento, sentía la mirada de Mikey la cual lo ponía nervioso.

Una vez terminó los primeros dorayakis se los puso a Mikey en un plato para que los empezara a comer, este rápidamente iba a tomar uno pero vio que estaban calientes por lo que solo acostó su cabeza sobre la mesa viendo hacia el plato esperando que se enfriaran.

Takemichi se sorprendió con la acción del otro pues tenía actitudes como de un menor.

Takemichi hizo más y los puso junto a los otros, esta vez Mikey estaba comiendo los primeros que habían salido, los estaba comiendo gustoso, pensó en sí sería un buen momento para hablar con el.

Takemichi no sabía cómo llamarle así que se arriesgaría diciéndole solo por su nombre.

— Manjiro San... — Mikey volteo a verlo al instante esperando que continuara poniendolo tenso — me preguntaba si podrías considerar que los niños fueran a una escuela...yo...

— ¿tú crees que deberían ir? — preguntó Mikey tomando otro dorayaki e interrumpiendo a Takemichi y mirándolo serio.

— Pues los niños necesitan educación y no creo que sea bueno que siempre estén aquí, ellos iban antes a...

— De acuerdo — contestó Mikey antes de que Takemichi terminará.

— Por favor podrías consi... ¿Qué? ¿En serio? — Takemichi no podía creer lo que había escuchado.

— Con una condición.

Sus ojos se agrandaron en sorpresa, sabía que no podía ser tan fácil aunque Manjiro lo haya hecho creer así.

— Quiero que siempre haya dorayakis y si un día no hay, habrá consecuencias Takemitchy.

— ¿Eh? Pero...

— Esa es la condición, ¿la tomas o la dejas?

Takemichi a veces se sorprendía de las diferentes facetas que tenía el peliplateado, unas veces era como un niño grande y otras recuerda que es el peligroso líder de la mafia.

— De acuerdo, lo haré — dijo Takemichi decidido, lo haría por los niños y su vida por supuesto — muchas gracias — termino de decir para hacer una ligera reverencia.

Mikey le dio una sonrisa que Takemichi no supo descifrar.

Takemichi no sabía si irse, así que solo se quedó ahí viendo como el otro solo tomaba dorayaki tras dorayaki para ser devorado, se estaba sintiendo incómodo pues estaba en la madrugada viendo como su secuestrador y mafioso líder comia gustoso.