Niñero en bonten (Mitake/Maitake)

16. Contra el tiempo

— ¿Qué están diciendo? — dijo Sanzu con sorpresa y al mismo tiempo enojo — ¡son unos idiotas maldita sea! — soltó con furia — ¿saben lo que eso significa? más les vale que traigan rápido sus traseros aquí o si no yo mismo terminaré de matarlos.

Sanzu había recibido la llamada de los haitani, habían sido emboscados y habían fallado pues se habían llevado a la basura esa y a los mocosos, la peor parte sería decirle a su rey.

Sanzu actuó inmediatamente mandando traer al único niño que por ahora se encontraba a salvo o eso esperaba, sabía que esto era un ataque directo contra su rey y quien sea que lo estuviera haciendo iba a pagarlo muy caro.

Entró a la oficina de Mikey quien se encontraba firmando varios papeles, al verlo le dio una mirada de molestia.

— Te he dicho que toques antes de entrar.

— Mi rey lo siento — dijo Sanzu dando una reverencia — pero hay algo que debo comunicarle de manera urgente.

— Habla.

— Han emboscado a los Haitani.

Mikey inmediatamente puso su mirada en Sanzu sin embargo esta era una mirada que reflejaba cierto miedo mezclado con enojo.

— Lamento decirle esto...pero se han llevado a sus dos hijos menores junto al niñero.

Mikey en ese momento se quedó ido, viendo un punto fijo sin reflejar emoción alguna en sus ojos, ni siquiera enojo, era como si simplemente se hubiera desconectado su mente.

A Sanzu le preocupó el estado de su rey pero no sabía que podía hacer ante tal situación.

Después de unos minutos los hermanos se hicieron presentes en la oficina con evidentes rastros de lo que había pasado pues estaban llenos de heridas y sangre, sin embargo no fue la mejor idea pues en cuanto Mikey los vio se abalanzó contra ellos.

Empezó a golpear a Ran en la cara con evidente enojo y no conforme con eso se abalanzo tambien contra Rindo, Sanzu a pesar de todo quiso detenerlo pero Mikey tenia mucha mas fuerza que el por lo que tambien recibio golpes por parte de este, estaba fuera de si, lleno de furia.

Si alguien no detenía a Mikey, iba a matar a todos los presentes.

Fue ahí cuando Izana irrumpió la oficina viendo la escena que tenía frente a sus ojos, sorprendido fue inmediatamente a tomar a Mikey por los brazos para retirarlo del pobre Rindo que suficientemente herido ya había quedado por la emboscada pero ahora también tenía heridas por parte de Mikey.

— ¡Mikey calmate! — grito Izana.

— ¡SUÉLTAME! — dijo Mikey forcejeando con su hermano.

— No lo haré hasta que te calmes — dijo Izana con un tono más serio y firme.

Mikey siguió forcejeando con el otro sin tener mucho éxito pues si había alguien igual de fuerte que Mikey ese era su hermano Izana por lo que después de varios minutos dejó de moverse hasta caer sentado en el suelo.

Izana no estaba seguro de soltar a su hermano pues sentía que se iría nuevamente contra los haitani pero aun así lo hizo con mucho cuidado para verlo a la cara.

— Hey, tranquilo los recuperaremos — dijo Izana en un tono tranquilo — también me importan ¿de acuerdo? pero poniéndote así no los traerá de vuelta.

Mikey no dijo nada simplemente miraba fijamente el suelo, de nuevo había regresado al estado de no reflejar emoción alguna por lo que su hermano lo atrajo a él para abrazarlo.

Izana no era el tipo de persona que le gustaran los abrazos al igual que su hermano pero de alguna forma sentía que ambos lo necesitaban, trató de reconfortar al otro aunque sabía que no serviría de mucho.