Mikey nunca había sido alguien de paciencia, desde que su esposa había fallecido tuvo que hacerse cargo de sus hijos cosa que jamas habia hecho pues vivian lejos por cuestiones de seguridad, si era sincero solo se casó con ella por negocios y en ese...
Mientras los niños se estaban arreglando para la escuela Takemichi estaba sumido en sus pensamientos, aun no podía olvidar todo lo que había pasado en el cuarto de Mikey, sobre todo cuando el mayor le había casi besado en los labios, eso solo hizo que su cara volviera a estar roja, no sabía bien qué estaba pasando pero cada que Mikey estaba cerca su estupido cuerpo reaccionaba así.
— Takemichi acércate — dijo Chifuyu sacándolo de sus pensamientos.
— ¿Eh? — sin embargo obedeció al menor, este puso su pequeña mano en la frente del mayor y lo miró como analizándolo.
— uhm no, no tiene fiebre pero está rojo — dijo el menor.
— Solo esta tonto, Chifuyu — dijo Keisuke sin darle importancia — o tal vez esta pensando en el viejo, que asco.
— ¿En papá?¿porque pensaría en él? — preguntó sin entender.
— Tiene la misma cara del otro día cuan...
— ¡MIREN LA HORA!, se hace tarde, vamos hay que bajar rápido — dijo Takemichi interrumpiendo a Keisuke.
— Adios Peke J, portate bien y mantente alejado de Haru — dijo Chifuyu agitando su pequeña mano para despedirse de la pequeña bola negra quien solo lo miro y volvió hacer lo que estaba haciendo antes de que el menor lo interrumpiera.
Después de que los niños desayunaron y se fueron a la escuela, Takemichi esta vez se fue a su cuarto no sin antes darle comida a Peke J y dejarle bien cerradas las puertas para que no volviera andar por ahí metiendolo en problemas.
Luego de un buen rato la puerta de su habitación fue tocada por lo que se levantó para abrir y se encontró con la persona de la limpieza.
— Hanagaki kun, estas cosas se las manda el amo Manjiro — dijo la mujer señalando las cajas — si no me necesita me retiro, permiso — terminó de decir mientras hacía una reverencia para retirarse.
Takemichi estaba confundido, miro las cajas que se encontraban frente a su puerta, supuso que seguro era algo para los niños así que las metió a su habitación, sin embargo una vez que las abrió se dio cuenta que eran cosas para Peke J, la sorpresa fue grande pues había desde un castillo para gatos hasta diferentes collares entre otras cosas.
A veces no lograba entender a Manjiro pero sabía que esto haría felices a los niños así que sonrío.
Pero su sonrisa se borró automáticamente al pensar en Koko, ya no iría a su oficina en algunos días, seguro Mikey le había hecho gastar mucho dinero.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Ya se te pasó el enojo? — dijo Izana con cierta burla — Le dije a Kakucho que no viniera hasta que estés en condiciones.
Mikey solo miro a su hermano.
— Mejor que ya no venga nunca.
— Mikey — dijo Izana riendo — deja los berrinches, vamos sabes que Kakucho dice muchas cosas, aparte es tu doblemente cuñado — termino de decir con un poco de picardía.
