cómo dice el título, es un OMEGACEMBER.
durante todo el mes de diciembre estaré publicando pequeños one-shots unicamente omegaverse sobre el Shipp WinterBaron. la idea fue propuesta por la página de facebook, "es de fanfics".
La joven pareja se encontraba tomada de las manos, caminando a paso relajado por las calles de New York, mientras hablaban de cosas sin sentido alguno, comenzando con algún tema en particular para después desviarse a otro tema de conversación totalmente irrelevante al tema principal.
El alfa de la relación, James Barnes, tenía el mando en el camino, pues se dirigía a un estudio de tatuajes dónde era apenas un aprendiz. Estudiaba para convertirse en un buen tatuador, y en un futuro tener su propio estudio. Ahora, se dirigían a este lugar para hacerle el primer tatuaje a Zemo, su omega, quién aceptó que su alfa lo tatuara. Helmut no quería algo muy llamativo, tal vez, una pequeña palabra en cualquier parte del cuerpo que James eligiera, incluído el contenido del tatuaje; Zemo se dejaría hacer lo que James quisiera.
El joven de cabellos teñidos de un tono blanco, abrió la puerta de cristal del establecimiento para que su chico entrará primero.
—Hey, Buck, Zemo. Qué gusto verlos—saludó de inmediato el dueño del lugar.
Sam Wilson era el dueño del estudió "Wilson tattoos", era un alfa de tez morena y cabello corto, con una personalidad única y encantadora.
—¿Cómo has estado, Sam?—sonrió y saludo, Helmut.
—He estado bien, no me puedo quejar.
—¿Podemos empezar?—habló James en un tono entusiasta.
—No seas desesperado. Tu novio me ha estado molestando toda la semana para dejarlo usar mis máquinas en ti—se quejó el moreno con el omega.
—Es tan infantil, que a veces siento que mi novio es un niño de cinco años.
Ambos rieron, mientras James los miraba con un mohín en los labios.
—Ay, no hagas esa cara—apretó una mejilla de James, Helmut.
—Ok, ya vamos.
Sam caminó en dirección de la camilla de tatuajes, dónde con anterioridad, había dejado la mesa con la máquina y tinta necesaria para el tatuaje que Bucky tenía planeado hacerle a su joven pareja.
Zemo se sentó con algo de nervios, pero James le tomó una mano y liberó sutilmente sus feromonas para tranquilizar a Zemo.
—Estás en buenas manos, Zemo—calmó, Sam.
—Eso espero.
—¡Oye!
Zemo rió al ver lo ofendido que se sintió Bucky.
Colocándose unos guantes negros de látex, James se acercó a su pareja y desabotono su camisa con cuidado, para dejar al aire libre su lechosa piel llena de lunares.
—¿Dónde lo harás?—cuestionó a su novio.
—En tu cuello, sabes lo mucho que me gusta tu cuello—le guiñó un ojo coquetamente.
Zemo sonrió con encanto.
Preparando la piel suave del cuello de su novio, James se dispuso a colocar el diseño que había hecho con anterioridad; era un simple letrero, no era muy elaborado ni muy ingenioso, pero era divertido y específicamente dirigido para su propia persona, y con un significado personal.
James encendió la máquina y comenzó a trazar con tinta y aguja las pequeñas letras sobre el cuello delicado de su omega. Zemo hacía una que otra expresión de dolor, pero valía la pena, le gustaban las nuevas experiencias y disfrutaría de algo desconocido como hacerse un tatuaje, y en especial, si este era hecho por su alfa.
Unos cuántos trazos más con la aguja y el tatuaje estaba terminado. James limpió el área con algo de espuma especial.
—Listo…¿Quieres ver?—le sonrió, mientras se quitaba los guantes.
—Obvio que sí—se levantó entusiasmado en dirección de un espejo.
Observó su cuello en el espejo. Observó lo enrojecida que se encontraba su piel por la irritación de recibir una aguja varias veces a una velocidad impresionante, pero fuera de su enrojecimiento y el ligero dolor, Helmut se concentró en la tinta negra que formaba dos líneas de palabras. James había tatuado sobre su cuello "KISS HERE". Era tan simple y a la vez tan único y especial.
—Dijiste que querías algo pequeño, así que hice eso…¿Te gusta?
Helmut seguía observando el tatuaje. Sabía a la perfección el significado de ese tatuaje, de esas simples palabras en su cuello. James amaba con locura su cuello, si no es que era la parte favorita del ojiazul; todo el tiempo besaba esa área con lujuria y con cariño, y Helmut, sabiendo los fetiches de su novio, siempre le decía: "besa aquí".
—...Me encanto, me gusta mucho Jamie—se giró y le regaló una sonrisa.
—Meh, he visto mejores—se metió al romántico momento, Sam.
—Agh, tu cállate—habló con cierta burla, James.
Bucky tomó por la cintura a su chico y le beso los labios.
—Cuando ese tatuaje sane, obedeceré a pie de letra esa instrucción—susurró en el odio de su omega.
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En el capítulo de hoy, este Bucky con este Zemo
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