Cap 17: Un momento ardiente

35 0 0
                                    

29 de noviembre, Macth.

El tráfico en Macht estaba más agitado de lo usual. Las calles estaban abarrotadas y los semáforos no daban a vasto con tantas personas. Los conductores sacaban sus cabezas de coches por las ventanillas para gritar a los transeúntes que aligeraran el paso.

Yo continué pedaleando y cruzando con rapidez las calles.

La temperatura seguía siendo fría y los grados continuarían bajando aún más a medida que el invierno fuera llegando, por eso había que aprovechar tardes como esas en las que el sol iluminaba cada hueco de la ciudad. 

Incluso yo misma me veía tentada a salir de casa por el brillante ambiente, así que cuando recibí el mensaje de Ethan para ver una película, no dudé ni dos segundos en negarme y proponerle dar un paseo. 

Había pensado que podría llevarlo al parque central, situado en el centro de la ciudad, rodeado de naturaleza y donde la última semana de cada mes el ayuntamiento contrataba puestecillos de mercados locales y de alrededores.

Crucé un paso de peatones al límite de que el color del semáforo se volviera rojo y torcí una calle más hasta dar con la entrada del parque principal de Macht.

Había pósters y folletos pegados en la verja de entrada anunciando las novedades de los puestos. Me detuve para leerlos: cocina, decoración, joyería, libros... Tiendas de segunda de mano, negocios familiares, todos ellos vendían objetos únicos y exclusivos y que, a veces, nadie más quería hasta que llegaban a las manos adecuadas.

—¿Asteria? —preguntó una voz a mis espaldas. Me giré con un panfleto en mi mano y abrí mis ojos con sorpresa al notar a Nina frente a mí—. ¿Qué haces aquí?

Ambas nos abrazamos, pero mi mirada se fijó en el chico que la estaba acompañando. Era un chico alto, bastante de hecho, tenía el pelo ligeramente largo y de un color entre rojo y anaranjado. Su porte era musculoso y sus ojos nos recorrieron de arriba a abajo varias veces.

Peter... Él debía ser Peter, ese chico que tanto suspiros le había estado robando a mi amiga los últimos días.

—Creí que no te llamaba demasiado la atención el mercadillo.

Nina negó varias veces y miró hacia atrás. Con un gesto del brazo, hizo que Peter se acercara y tomó su mano con cariño.

—Este señorito de aquí me convenció —en los ojos verdes de mi amiga había un brillo especial cuando lo miraba—. Ella es Asteria, Peter. 

—Es un placer, Asteria —Peter estrechó su mano libre con la mía y me ofreció una sonrisa tosca y de boca cerrada—. He oído hablar mucho de ti.

Nina carraspeó y le dio un suave codazo.

—Es que Nina no puede dejar de pensar en mí, ¿no? —reí con suavidad, regalándole un guiño a mi amiga—. No te preocupes, Peter, ella tampoco puede dejar de hablar de ti cuando estamos juntas.

 En un principio había temido que Peter no fuera lo suficiente bueno para ella, pero por la forma en la que no podía quitarle la mirada de encima, supe que aunque jamás llegase a merecer a alguien como Nina, sí que podía llegar a estar cerca

—Oh, míralo —Nina y yo exclamamos al mismo tiempo cuando las mejillas de Peter se tiñeron de color rosa.

Eso solo hizo que él se sintiera más avergonzado si cabía y su rostro adquirió el color de su cabello. 

—Está bien, dejemos que mi novio recupere la tonalidad de su piel —Nina se carcajeó pasando un brazo por su cintura y abrazándolo de lado—. Me has preguntado que qué hacía yo aquí, pero y tú, ¿por qué estas aquí? ¿Y sola, además?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora