El Cáncer de Edith

Semana de Parciales

La mañana siguiente fue sumamente ajetreada y tediosa, tuve un examen de Matemática, seguido después por uno de Literatura y para colmo en la clase de biología hicimos una práctica de laboratorio. Mi suerte es que Allen hizo la mayor parte la práctica. Al final del día termine cansada, pero al menos no fue como ayer.

Para variar hoy me fui en autobús, no solo porque no vi a Allen sino porque hoy quería caminar desde la parada a mi casa y la verdad es que no entiendo porque quería hacer eso, pero lo hice.

Al llegar solo pude estudiar para los siguientes exámenes que me esperaban en esta horrible semana de parciales. Nunca he sido sobresaliente en la escuela más bien soy una estudiante promedio por más que me esfuerzo.

Solo quería que todo esto acabara y poder descansar todo el fin de semana.

Jenna hoy llego más temprano que nunca y no tengo ni idea si fue por nuestra conversación o porque en su trabajo no había mucho que hacer. Hoy tuve mucha actividad que mantuvo mi cerebro ocupado y casi no pensé en otra cosa que no sean los exámenes que me daban, pero la amenaza de aquella chica Tara rondaba en mi cabeza. Si tan solo ella supiera que él no quiere dejar de ser mi amigo y que yo no quiero que el deje de ser mi amigo dado a que hace mucho hubiera tenido una amiga y extrañaba esa sensación de tener a alguien que te ayuda a salir de situaciones difíciles.

Esa noche soñé con mi madre y lo sentí tan real que al despertar llore porque todo fue un sueño. Trate de poner buena cara para que Jenna no se diera cuenta de que estuve llorando, porque no quiera que se preocupe más por mí.

Ese día en la escuela no hubo nada nuevo, tome mis exámenes, almorcé con Allen y al final de la jornada me dispuse a irme a mi casa. Además de que esta vez me fui en autobús.

Cada día se acerca mi cumpleaños sin mencionar mis ganar de no tener que celebrarlo, pero pensándolo bien es la primera vez desde hace mucho que tenía un amigo para compartirlo.