No soy Normal

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Al llegar el fin de semana la mayoría de los adolescentes de mi edad van a fiestas, yo me dedico a ir a refugios para personas de pocos recursos con mi tía y la verdad es me gusta hacerlo, me hace recordar que no soy la única que sufre en este mundo, que todos sufrimos en diferentes niveles y por diferentes causas, pero aun así sufrimos igual.

Me he acostumbrado al dolor o eso creo, ya no me importa el dolor, al contrario si no siento dolor creo que nada es real, por eso no me hago a la idea de que Allen sea real, talvez sea un Hada o algo producto de mi rara imaginación. Pero si Allen es parte de mi imaginación, mi imaginación es maravillosa.

El sábado en la mañana ya tenía toda mi agenda preparada con todas las actividades que yo y Jenna teníamos que hacer, pero aun no contaba con que un imprevisto que se me iba a presentar. Allen llego a mi puerta. Yo no fui la que lo recibió en la puerta cuando llego, yo me encontraba en mi cuarto preparándome y mi tía estaba en la sala.

Mientras me peinaba vi desde mi ventana el carro de Allen y corrí escaleras abajo hacia la puerta pero ya era demasiado tarde, mi tía ya estaba hablando con él.

-Hola...Mi nombre es Allen. ¿Se encuentra Edith?

-Ahhh... ¿tú eres el chico nuevo de la escuela?

-Sí, ¿Acaso Edith le hablo de mí?

-Bueno, no mucho dado a que ella no es muy habladora...pero pasa la puedes esperar dentro.

-Gracias, Señora Myers.

-Llámame Jenna...

Enseguida ellos terminaron su presentación en la puerta termine de bajar para saber el motivo de la visita de Allen. Mi tía tenía cara de no creer que Allen fuera real, ¿Acaso mi propia tía había pensado que le había mentido?

-¿Qué sucede?- me limite a decir al llegar a la sala.

-¡Hola Edith!-dijo Allen con emoción al verme.

-Querida, Allen ha venido a visitarte-dijo mi tía con cara de que querer decirme algo con su expresión, pero no pude descifrar que quería decir.

-¿Qué sucede?-me limite a decir de nuevo al ver que nadie respondía a mi pregunta.

-¿Acaso no recuerdas qué tenemos un trabajo de grupo para la próxima semana?-dijo mientras me miraba directamente a los ojos.

En ese momento no pude solo pensar que no recordaba nada sobre el dicho trabajo de biología.

-No, no lo recordaba.

-¿Un trabajo en grupo?-dijo mi tía con expresión curiosa.

-Sí, tenemos un trabajo de biología grupal-dijo Allen enfatizando en la palabra grupal.

-Lo siento tía, no podré ir hoy contigo al refugio-dije tratando de disimular mi alegría.

-Pues que pena todos se entristecerán al no verte. No vemos en la noche...-se limitó a decir mi tía y salió por la puerta.

El silencio y la tensión reino en toda la sala por algunos minutos, yo no encontraba la manera de romper el silencio y al parecer el tampoco. Hasta el hablo y rompió el iceberg que se encontraba en medio de nosotros.

-¿Empezamos a trabajar?-pregunto Allen.

-¡Sí!-dije fingiendo emoción, sin saber que hacer o decir en ese instante.

Trabajar con Allen es algo refrescante e interesante. No puedes evitar aprender algo nuevo con él.



Hablábamos sobre tonterías mientras realizábamos el trabajo. Allen parecía un verdadero experto en estos temas, se ofreció a editar y darles los últimos toques al trabajo. Talvez en este parcial saque un sobresaliente.

-Creo que ya terminamos...-dijo mientras movía sus laboriosas manos sobre el teclado del ordenador.

-¿Enserio?, eso fue rápido solo han pasado 3 horas...-pregunte sorprendida.

-¿Y eso te parece poco?-preguntó escéptico.

-Es que pensé que duraríamos casi un día.-dije sin saber que más decir.

-Bueno pues cuando se trabaja en equipo el trabajo se termina más rápido.

-Cierto.

-¿Y qué hacemos ahora?-pregunto un poco curioso.

-La verdad es que no sé, pero ¿Qué quieres hacer?

-¿Qué te parece ver una película?

-Claro, no tengo problema con eso...-respondí.





Justo después sus dedos volvieron a volar encima del teclado y en la pantalla comenzaron a aparecer diferentes anuncios de películas. Al encontrar la película indicada me dio uno de sus audífonos para que pueda escucharla y le dio a Play.

La película fue interesante y a la vez divertida, en general no me gusta las películas, pero debo admitir que esta me impresiono. Me divertí como nunca, fueron los 123 minutos más emocionantes de toda mi vida.

Jenna nos encontró riendo y hablando sobre la película que acabábamos de ver, pensé que  preguntaría el porqué de la risa, pero no lo hizo solo se limitó a saludar con la mano y dirigirse a la cocina.

-Creo que ya debo marcharme...-dijo Allen mientras cerraba su ordenador portátil.

-Talvez...-dije un poco desilusionada. Me la pase tan bien que no quería que él se fuera.

-Pero debemos asegurarnos de ir un día al cine...-dijo emocionado.

-Sí, gustaría.-dije emocionada al igual que él.





Nunca pensé que diría que me gustaría ir al cine dado a que nunca me ha gustado ir, pero Allen hace que quiera probar cosas nuevas y que las cosas que  antes no me gustaban ahora me encanten.

Después de que Allen se marchara me dirigí a la cocina para acompañar a Jenna.

-¿Ya tu amigo se marchó?-Pregunto mientras cortaba algunos vegetales.

-Si.-respondí mientras caminaba en busca de vaso de Agua.

-Parece un Buen chico...-respondió vagamente mientras seguía cortando.

-Lo es.-me limite a decir.

El domingo fue como cualquier otro, nada de visitas sorpresas, nada de actos benéficos y nada de salir con amigos, me rio ante la última...

El Cáncer de EdithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora