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- ¡Hacía años que no veía a ___! Está tan mayor ¿no te parece, Camilo?

- Pepa ignoró las señales de Camilo y continuó hablando del amigo de su hijo. - Que bueno veros hablar.

-Tan solo fue un encuentro casual, mamá.

-¿Casual? ¿Entonces por qué late  tu corazón con tanta intensidad cuando hablas de él? Lo puedo oír. - Se burló Dolores que caminaba detrás de su hermano.

-¡Cállate, Dolores!

Su familia pronto se olvidó del tema y continuaron conversando de manera animada una vez dentro de su hogar y en poco tiempo cada uno se empezó a dedicar a sus actividades diarias, Luisa ejercitaba, Maribel buscaba algo que hacer y Camilo jugaba con su hermano menor bajo la mirada de su abuela que disfrutaba de la paz tras una mañana llena de tareas para ayudar a la comunidad.

Tres golpes resonaron por la casa.

-¡Yo voy! - Saltó Mirabel apresurandose hacía la entrada. Abrió las puertas dejando a la vista dos siluetas. - Buenos días, señora Moreno, ___, cuánto tiempo ¿Hay algo que podamos hacer por ustedes?

-En verdad vengo a ver a su abuela.

Alma ya se había dado cuenta de la visita y ya iba en camino a saludar a su amiga con un abrazo y no fue el único miembro de la familia Madrigal en notarlos, Camilo se quedó quieto mirándolos mientras Antonio continuaba corriendo a su alrededor.

Mirabel se adelantó a las intenciones de su primo e inició una charla con ____, ellos dos también fueron amigos en el pasado. Junto a Camilo y los primos de ___ ellos dos solían salir a correr y jugar por las calles empedradas del pueblo y a molestar a los hermanos mayores Madrigal.

-¿Por qué no pasas, ___? - Propuso Maribel - Estoy segura de que todos te quieren saludar y parece que nuestras abuelas tienen para rato.

-Sí, estaría bien, ¿Puedo, abuela?

-Claro, ___, tomate el tiempo que quieras.

Camilo se acercó hacía ellos dejando Antonio atrás quien se había quedado quieto mirando a los desconocidos con curiosidad.

-¿Otra vez tú? Definitivamente es mi día de suerte.- Bromeó.

Los tres hablaban y reían de recuerdos de su infancia en voz alta y pronto llamó la atención del resto de la familia que se fueron reuniendo para saludar.

Isabela se unió a las mayores que hablaban de moda y la llenaban de halagos mientras que Luisa y Dolores aportaban más anécdotas que ahora le estaban explicando a Antonio en ausencia de ___, el que estaba siendo asfixiado entre los brazos de Pepa y Felix.

-¡Hacía mucho que no te veía! Es que no me creo que estes tan alto como yo, ___. Eres todo un hombrecito, me haces sentir tan mayor. - Lloriqueaba de alegría Pepa.

Félix, que completaba el abrazo por el otro lado, propuso que se quedarán a cenar y el ruido se detuvo y todos se giraron a mirar a las abuelas, Alma miró a su amiga Angela y después a su familia, suspiró y asintió en modo de aprobación.

Julieta comenzó a preparar un banquete digno de una fiesta con la ayuda de Maribel y Antonio, Pepa sonreía radiante mientras ayudaba a Isabel y a Dolores a decorar y preparar la mesa, las viejas amigas habían salido a pasear mientra todo se preparaba por deseo de Angela de ver los alrededores, mientras que su nieto se encontró sin nada que hacer sentado en el suelo al lado de Camilo en el pasillo de las habitaciones.

-Te ves bien. - Sonrió Camilo tras un silencio incómodo que estaba durando demasiado.

-Tu también, Camilo.

La magia de nuestro enlace  ( Camilo Madrigal x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora