13.

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-¡Pero si ya se besaron! - Dijo Antonio con la boca llena

-¿Acaso no te hemos criado nosotros? - Se quejó Félix, el Madrigal más romántico

- ¡El chico sufre por nada!- Luisa se ponía de lado de Antonio - Lo que debes hacer es ser directo.

- Quiero que sea especial.

- Por supuesto que sí, debe ser especial - Reiteró Félix asintiendo con la cabeza. - Hay que demostrar el amor a lo grande, chico.

- ¿Por qué no le llevas a ese árbol en el que solíamos jugar? - Maribel habló y los ojos de Camilo se iluminaron

- ¡Oh, Mirabel, prima mía, eres toda una genia! ¡Acabas de salvar mi vida! - Dramatizó.

Camilo se pasó la mañana buscando lo que necesitaba para llevar a cabo su "plan maestro", como lo había estado llamando durante todo la mañana, no hacía falta que nadie preguntará que es lo que hacía iba por todos los rincones de casita hablando de ello, Antonio le perseguía contento y a veces su madre se asomaba para ayudarle, sobretodo para tranquilizarlo cuando caía en la cuenta de que realmente iba a hacer aquello.

Trató de practicar frente al espejo lo que iba a decir, usando su don se transformaba en ___ para asegurarse de que le podría mirar a los ojos pero acababa tropezando sobre sus palabras cada vez que usaba ese método.

Acabo sentado en el suelo del baño suspirando, sabía que se vería como un completo payaso pero no quería retrasarlo más, se levantó y fue en búsqueda de su prima.

- Mirabel, necesito tu ayuda.

- ¿Mh? Claro, dime.

- ¿Puedes llevar a ___ al árbol mañana por la tarde? ¿Sobre las 18.00?

- ¿Te vas a declarar mañana?

- Eso voy a intentar, sí.

- Estate tranquilo, deja a ___ en mis manos y tu intenta relajarte, puedo notar como te sudan las manos desde aquí.

- Gracias, Mira'

- No hay de qué ¡ Mucha suerte !

- La necesitaré. - Pensó en voz alta. 

Mientras Camilo repasaba el plan una y otra vez ___ había salido a buscar el consejo de otro familiar, viendo las reacciones de sus tias los pasados días no le inspiraba confianza su supuesta sabiduría por lo que recurrió a la última persona que le quedaba en ese pueblo que realmente le escuchaba, su tío Vito quien ayudaba y escuchaba todos los problemas de su sobrino a causa de la culpa que cargaba encima por la desaparición repentina de su hermana.

___ tuvo que caminar unas dos horas hasta llegar a la casa, hacía 10 años decidió mudarse lo más lejos del pueblo y lo más cerca de ____ que pudo, cuando llegó se lo encontró que volvía de uno de sus paseos matutinos por detrás de la casa, el señor sonrío al verle y dejó sus cosas para recibirle.

- ¡___! Que bueno verte ¿Que te ha hecho caminar hasta aquí? No tengo más cosas de tu madre si es lo que buscas.

-Vengo por problemas del corazón.

- ¡Oh! Oh...Umh, sí - se notaba tenso e incómodo

- Vito, por favor, solo escúchame

Accedió y escuchó a su sobrino hablar todo el tiempo que fue necesario.

- Creo que deberías relajarte, ____

- ¿Relajarme?

- Le gustas a ese chico y él te gusta a ti y no hace falta que vengas hasta aquí para que yo te lo diga, las cosas saldrán bien. - Puso la mano en su hombro.

- Supongo que sí.

- Ahora bien, el comentario de tu madre estaba totalmente fuera de lugar, yo le pediría dinero antes que besos. - Bromeó

___ decidió quedarse con su tío un tiempo más, tan solo un par de horas, separarse del pueblo le hacía ver con claridad, sentado en la entrada de casa de su tio los problemas se veían pequeños, realmente esto no era un problema porqué su amor era correspondido solo tenía que dejar al tiempo jugar.

Cuando se iba a despedir sacó de su bolsillo la fotografía que había empezado a acostumbrarse a llevar encima y se la entregó a su tío el que ni siquiera intentó disimular las lágrimas de alegría.

- No había visto esta foto, gracias.

La magia de nuestro enlace  ( Camilo Madrigal x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora