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Escapar de todo a lo que le tienes miedo sin intentar enfrentarlo, eso te hace ser un cobarde.
Hinata sabe perfectamente eso, porque lo es.
Tiene miedo a que lo juzguen. Tiene miedo a cometer errores que no pueda arreglar después. Tiene miedo a expresar lo que siente por miedo a que se burlen de él. Tiene miedo a decepcionar a quien quiere.
Muchos dirán que se arriesgue, que no tienen nada que perder. Pero Hinata ha aprendido que no vale la pena arriesgar lo poco por nada.
¿Confianza en sí mismo? Tampoco la tiene, porque ha pasado por tantas cosas que ya la ha perdido.
Hinata desde que tiene uso de razón, recuerda que siempre fue tímido, reservado y miedoso. Quizá porque su padre lo abandonó a su suerte con su abuela. Quizá porque su abuela lo educó a base de la religión, creyendo que si cometía pecados se iría al infierno. Quizá porque sus compañeros en su antiguo instituto se burlaban de él y le hacían cosas que lo hacían llorar, provocando que se cambiara de escuela.
Hinata solo quería algo de seguridad y lo encontró cuando conoció a Atsumu, enamorándose de él sin reparo alguno. Aunque él sabía que estaba mal, porque la sociedad lo marcaba así.
