Quince (p)

134 22 1
                                    

Como lo había prometido Atsumu, las vacaciones de verano las pasaron juntos, disfrutando de los días y haciéndose más cercanos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como lo había prometido Atsumu, las vacaciones de verano las pasaron juntos, disfrutando de los días y haciéndose más cercanos.

Hinata por primera vez supo lo que era tener un amigo y disfrutar de los pequeños momentos. Dejó a un lado su miedo, porque con Atsumu aprendió a sentirse seguro, alguien con quien poco a poco podía ser él mismo. Y supo que era su lugar seguro cuando Atsumu lo escuchó atentamente el por qué se había cambiado de escuela; aunque lo que lo hizo su lugar seguro, fueron las palabras que le dijo, marcándolo para toda su vida.

—¡Qué hijos de puta!

Tsumu.

—No, lo siento, Hinata, pero realmente me enoja lo que esos bastardos te hicieron —Atsumu lo miró con su ceño fruncido, pero se tranquilizó al ver las lágrimas de su pequeño amigo. —Si nos hubiéramos conocido antes, yo te hubiera protegido.

Atsumu entrelazó sus manos y le sonrió. Hinata soltó más lágrimas y dejó que Atsumu lo abrazara.

El patio de la casa de Atsumu, había sido su escondite en los últimos días, donde se acostaban en el césped y miraban las estrellas. Ahora, mientras estaba el atardecer, era donde también se guardaban sus secretos y se hacían promesas.

—¡Oi! Ya no llores, Hina —Atsumu deshizo el abrazo y quitó las lágrimas con la ayuda de sus pulgares, mirando fijamente la mirada brillante de Hinata. —Vamos a terminar estás vacaciones bien y vayamos mañana al festival mongttang, ¿sí?

Hinata asintió y sintió su corazón palpitar con fuerza al darse cuenta de que sus rostros estaban muy cerca, pero aun así no se alejó. Porque no quiso hacerlo.

Quisiera no amarte | AtsuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora