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¿Qué hará cuando se encuentre con Atsumu? Porque, por más que quiera esconderse -en algún punto-, se volverán a encontrar.
¿Acaso huira de él cada que lo vea acercarse? ¿O quizá fingirá que nada de eso sucedió y seguirá con su extraña amistad? ¿O simplemente olvidará que existió en su vida? Se pregunta una y otra vez, pero no sabe que opción tomar... ¿O, acaso, todo sería más sencillo si solo le confesara sus sentimientos?
Su corazón se agita con el pensamiento, sabe que es correspondido y más que enojarse, Atsumu lo entendería si le explicara desde un principio por qué hizo lo que hizo en primer lugar.
Pero sus pensamientos se vuelven negros. ¿Y qué si su abuela se entera? ¿Y qué si las personas lo juzgan por amar a otro hombre? ¿Y qué si Atsumu se cansó de esperarlo y ya no quiere saber nada de él?
Bueno, aunque eso es ilógico, ya que Atsumu ha tratado de mil y un formas por hablar con él en los últimos días. Pero Hinata solo quiere encontrar una excusa para no poder verlo a la cara. Sin embargo, sabe perfectamente que quiere verlo, escuchar su voz y ya no sentir ese miedo en su pecho.
—¿Qué debo hacer? —se repite una y otra vez, meciéndose en su cama, con sus las lágrimas ya secas en su rostro.
¿Quiere ser feliz? Sí. ¿Quiere estar con Atsumu? Sí. ¿Dejará atrás todos sus miedos para lograrlo? Y es la única pregunta que no tiene respuesta.
