Diecinueve

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—¡Ahg!

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—¡Ahg!

—¡Vamos, Atsumu! Sigue jugando —grita el entrenador desde el otro lado de la cancha.

Atsumu se levanta e intenta seguir jugando, pero su vista se desorienta, deja de escuchar las voces a su alrededor y termina por caer al suelo, inconsciente.

Desde que se alejó de Hinata no ha comido ni dormido bien, tal vez por la ansiedad que lo provocaba no saber nada de él; tal vez porque le duele que le esté ignorando desde hace más de un mes.

Durante todo ese tiempo ha tratado de localizarlo de todas las formas posibles; yendo a su casa, a su facultad, siguiendo con las llamas, mensajes y correos -que al menos espera haya leído-. Está desesperado y dolido, nunca esperó que Hinata fuera a reaccionar de aquella forma con su confesión de amor. Qué aún a esas alturas, no comprendía por qué hizo aquel juego. ¿Acaso pensaba que nunca podría enamorarse?

Cuando Atsumu despierta, tiene un dolor punzante en la cabeza y se desorienta al no reconocer el lugar. La luz que entra por la ventana es naranja, huele a medicina y las paredes son blancas, además de que él está acostado en una camilla. Después de algunos segundos, reconoce que es la enfermería de la facultad. Se remueve un poco, y hasta ese momento se da cuenta que alguien más está ahí, con su cabeza apoyada sobre sus brazos en la camilla, sentado a un lado en un banco, al parecer durmiendo. Y no, no es el enfermero.

La cara del chico es escondida por sus cabellos que caen por su frente y su antebrazo, pero aun así logra reconocerlo al instante. Es Hinata.

Y sin poder creerlo aún, acerca su mano temblorosa hasta acariciar su cabello, que en el momento que lo siente puede decir que no es un sueño, que verdaderamente Hinata está ahí junto a él.

Un nudo se hace en su garganta y aprovecha que solo están ellos dos en la enfermería para soltar un sollozo pequeño; dándose cuenta en ese momento de lo mucho que ha extrañado a Hinata.

Quisiera no amarte | AtsuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora