trece.

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— Señorita... El Joven Mitsuya le dejó una nota — me informó una de las de limpieza mientras sacaba un pequeño papel doblado.

— ¡Gracias! — le dije y se retiró.

Abrí el papel y pude ver con su pequeña letra: "Salí con Alice. Pórtate bien, llegaré en la noche"... 

— ¡Idiota! ¡A mí qué me importa con quién estés! — pensé mientras hacia bolita con mis manos el papel.

Comencé a subir los escalones para ir a mi habitación, cuando al fin mi cerebro reaccionó. La cosa se ponía mejor, Mitsuya no estaría hasta noche, así que llegaría en plena fiesta, sonreí malvadamente mientras corría a mi habitación. Me cambié y busqué por toda mi habitación dinero, en todas partes, en mis bolsas y carteras, ya que a veces dejaba en ellas.

Traía mi tarjeta de débito y el efectivo que había encontrado. Eran las cuatro de la tarde, tenía hasta las seis para comprar todo y tenerlo aquí en la casa. Así me daría tiempo de arreglarme. Baje corriendo las escaleras, pero cuando llegue a la puerta recordé que Mitsuya tenía las llaves de mi auto.

— ¿¡Ahora qué hago!? — pregunté en mi foro interno esperando alguna respuesta pero era inútil, podía ir en taxi, pero no traía mucho efectivo, y no creo que acepten tarjeta. — ¡Draken! — pensé emocionada — ¡Mi salvación! — tomé mi celular, busqué en el directorio "Draken" esperando que siguiera siendo su número.

— ¿Sí? — contestaron del otro lado de la línea.

— ¿Draken? — pregunté.

— ¿_______? — preguntó del otro lado, ahora si estaba segura de que era él.

— ¡Genial! — dije emocionada — Draken... Necesito un gran favor... — le dije en tono de suplica.

— Sí... ¿Qué necesitas? — me preguntó amablemente.

— Es que necesito comprar unas cosas para esta noche, y Mitsuya me quitó mi auto, solo traigo mi tarjeta, no me puedo ir en taxi, Emma no trae auto, y... — le dije aceleradamente.

— Ey, ey, tranquila — me interrumpió riendo — En cinco minutos estoy en tu casa, ¿bien?

— ¡Gracias! — le dije tratando de recuperar el aliento.

Colgamos y a los cinco minutos o menos ya estaba en la puerta de la casa. Subí a su auto.

— ¡En serio, gracias! ¡Me salvaste! — le dije.

— No es nada — rio mientras ponía en marcha el auto — ¿Y tu "niñero"? — rio por lo bajo.

— Ey, no te rías... — le golpeé en el hombro — No esta, ¿por qué crees que vengo aquí? — le dije riendo.

— ¿Qué? ¿No te deja salir? — me preguntó serio.

— Sí, pero ahora estoy castigada — le dije como si nada.

— ¿Por? — me preguntó.

— Por la estúpida de Jasmine.

— Ahhh... ¿qué le hiciste? — me preguntó riendo.

— Aún nada — le contesté. Él sabía muy bien como nos llevábamos Jasmine y yo.

— ¿Y te dejo hacer la fiesta? — me preguntó sorprendido.

— Umh... Digamos que no — le dije — ¡Es sorpresa! — solté una carcajada.

— ¡No cambias mujer! — me dijo riendo — ¿Qué te hizo para ganarse tu odio? — me preguntó estacionando el auto.

— Nada, simplemente lo detesto — le dije bajando del auto.

— Sabes lo que creo yo...  — susurró después de ponerle la alarma al auto.

— ¿Qué? — le pregunté sin entender.

— Yo creo que te gusta. — me dijo mirándome para leer mi rostro, pero yo solo solté una sonora carcajada.

— ¡Estás loco!

— ¡Vamos _____, te conozco! — me dijo entrando al supermercado.

— ¡Pero me abandonaste mucho tiempo! ¡Así que pude haber cambiado! O mas bien, ¡Cambié!

— No te creo — me dijo abrazándome por los hombros — Pero si tú lo dices, esta bien.

Revisé el crédito de la tarjeta, era suficiente, incluso compré cerveza y otras bebidas, era la ventaja de mi amigo de dieciocho años que mas bien parece de veinte.

Después de comprar todo, Draken me llevó a casa y me ayudó a bajar las cosas, bueno, bajó todo.

— Bueno... — dijo poniendo todas las bolsas en la mesa de la cocina — Nos vemos en la noche — me dijo sonriente.

— ¡Gracias! — le dije una vez más antes de que saliera de la casa.

Eran las siete de la noche, me había distraído mucho con Draken, acomodé todas las cosas por todo el comedor y la sala, y todas las bebidas las acomodé en el pequeño bar de la sala. Retiré todo lo que se pudiera romper y, o maltratar.

Miré mi celular y eran las nueve de la noche, tenía una hora para arreglarme, así que subí las escaleras a la velocidad de la luz, entré en la ducha sin siquiera dejar que el agua se templara, cosa de la cual obviamente me arrepentí.

Salí y busqué en mi armario algo que ponerme. Deje mi cabello suelto. Estaba terminando de maquillarme cuando escuche que tocaban el timbre. — ¡Emma! — pensé feliz y corrí por las escaleras, cosa que tenía que dejar de hacer si no quería caerme.

Abrí la puerta y ahí estaba Emma.

— ¡Wow! — dijimos al unísono al vernos una a la otra, ambas reímos.

— ¿A quién esperas? — me dijo riendo.

— Cállate, que tú estás igual — le dije siguiendo su risa — Sabes... Draken vendrá — le dije levantando mis cejas pícaramente.

— Ay, _______, eso ya fue hace mucho — sus mejillas se tornaron de un color rosado que no era precisamente del maquillaje.

— ¡Vamos! ¡Yo sé que te sigue gustando! — le dije riendo.

— ¡Eres una tonta! — soltó una carcajada.

— ¿Y Mitsuya? — me preguntó mientras entrábamos a la sala.

— No esta... — le respondí — Está con la estúpida de su novia — le dije con ¿rabia?

— Lo bueno es que no estás celosa... — me dijo riendo.

— ¡No lo estoy! — me defendí — Solo que ella es igual de detestable. ¿Sabes? Son el uno para el otro.

— Bueno, iré a terminar de maquillarme y por mi celular, si llega alguien los dejas pasar — Emma asintió con la cabeza, apenas iba a la mitad de la escalera y escuché el timbre, reí y subí a mi habitación para terminar de arreglarme. Tarde menos de cinco minutos, tomé mi celular y salí de mi habitación. La música ya podía escucharse, igual que una mezcla de voces. Llegue a las escaleras, las cuales ya estaban inundadas de gente, bajé con algo de dificultad las escaleras, tratando de que no me empujarán. Entre saludos y unos que otros "halagos", llegué a la sala, estaba parada a mitad de ella, trataba de encontrar a Emma, pero era imposible debido a la enorme cantidad de gente que estaba en la casa.

— Creo que explotar... será poco, de como se pondrá Mitsuya — pensé.

— ¿A quién buscas? — una voz masculina me sacó de mis pensamientos.

El Niñero | Mitsuyᥲ TᥲkᥲshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora