Jackson se encargó de distraer al cíclope para darnos tiempo de llegar al barco, lo cual logramos a puras penas, Annabeth seguía débil y el peso del vellocino casi nos hunde en un par de ocasiones, una vez a salvo en el barco, vimos como Percy y el otro cíclope huían de Polifemo, de alguna manera esto se sentía como una victoria, mi victoria, y entonces cometí un error, pensando que no podría alcanzarnos con alguna de sus rocas, empecé a insultarlo, de verdad insultarlo por lo inútil que era, por haber querido casarse conmigo y descargué bastante de mi odio.
El cíclope arrojó una roca enorme, pero no logró alcanzarnos, lo insulté aún más, para mi sorpresa, una segunda roca voló por el aire, y para mi pesar, ésta impactó de lleno en el casco del barco, con horror vi como el agua se apoderó de nuestro navío, traté de sujetar el vellocino, pero la fuerza del agua era demasiada, cuando ya empezábamos a hundirnos, de la nada aparecieron unas bestias con forma de caballo, pero diferentes a las que había visto en la televisión, nos sujetamos y las bestias nos llevaron lejos de la isla del cíclope, supongo que estos animales fueron enviaron por el papá de Jackson, tendría que agradecerle después, de alguna manera me había ayudado en mi misión.
Llegamos a las orillas de Miami, tuvimos que nadar la última parte puesto que los caballos no quisieron acercarse más por la contaminación; ya en tierra firme Annabeth se fijó en un periódico y nos dimos cuenta muy a pesar mío que habíamos estado fuera del campamento por diez días, sentí que todo el peso del mundo cayó en mis hombros.
-¡No es posible!– dije, en mi mente resonaron las palabras de mi padre, pude ver la cara del señor D con inmenso enojo, a mis hermanos de la cabaña, era demasiado, tenia responsabilidades y había fallado a demasiadas personas y dioses.
-El árbol de Thalia debe de estar casi muerto, tenemos que llegar allí con el vellocino esta misma noche,- gimió Grover.
De alguna manera me sentía en el suelo, como atropellada por cientos de carros de guerra y no solo me sentía, realmente estaba en el pavimento duro de Miami, mi voz se escuchaba cortada:
-¿Cómo demonios se supone que vamos a hacerlo?, estamos a miles de kilómetros, sin dinero y sin vehículo. Es exactamente lo que dijo el Oráculo, ¡Tú tienes la culpa, Jackson! Si no te hubieses entrometido...-
De alguna manera tenía que descargar toda la frustración de mi derrota, pero entonces Jackson hizo algo que todavía me cuesta comprender, me pidió que le dijera la profecía y cuando la hubo escuchado, me hizo comprender que se había cumplido, sin amigos mi misión fallaría, pero con ellos a mi lado pude tener éxito, por último, según su interpretación, debía viajar yo sola con el vellocino de regreso a casa, me hizo quedar asombrada, no sabía si era alguna trampa o si de verdad estaba actuando de buena fe, el tiempo se acababa y tomé la decisión de tomar el dinero y el vellocino, pedimos un taxi y entonces sentí el sabor de la victoria, estaba a un vuelo de completar la misión.
El vuelo y el trayecto hacia el campamento no tuvo ningún altercado, incluso el tráfico del aeropuerto fue bastante ligero, sentía que los dioses estaban de mi lado y me apoyaban para finalizar mi misión.
Era ya entrada la noche cuando llegué al Campamento Mestizo, éste había sido devastado, sin la protección del árbol de Thalia tuvieron ataques de monstruos casi a diario, me dirigí hacia el árbol con una buena multitud de semidioses heridos y vendados, coloqué el vellocino en la rama más baja e inmediatamente se sintió algo diferente en el aire, una brisa se dejó sentir y supe que éste era el final de mi travesía.
El Campamento estalló en vítores y me fue otorgada una corona de laureles por mi valentía y por haber salvado el campamento, esa noche, mientras dormía, tuve una visión.
Aparecí en un palacio gigantesco, lleno de columnas a ambos lado del pasillo central, fuego ardía frente a cada columna, sentado al fondo, estaba el dios de la guerra, mi padre.
Me arrodillé en señal de humildad y esperé sus instrucciones.
-Levántate niña-, me dijo y continuó: -Has vencido sobre tus enemigos y me has dado una victoria, te será recompensado, retírate por ahora.
La visión se desvaneció y desperté en la cabaña, mis hermanos estaban ahí y todo iba bien.
Un par de días después nos enteramos que el vellocino había hecho su trabajo demasiado bien, no solo había curado al árbol, sino que le había devuelto la vida a la hija de Zeus, Thalia.
Entonces comenzó una nueva aventura, la más difícil de todas las que he vivido y que ya les contaré, solo diré que el laberinto está involucrado.
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Hija de Ares, salvadora del Olimpo
FanfictionCuando todos me ven, me temen, huyen de mi, y realmente yo he creado esa fama, mi padre es Ares, dios de la guerra, ¿ qué más se podría esperar? He tenido que ser dura para sobrevivir, he atestiguado sucesos que me han enseñado a ser así... Yo estuv...