Era temprano, como tres horas antes del medio día cuando estábamos en un autobús que nos llevaría a Atlantic City, New Jersey; Matt había conseguido un mapa y Lisa averiguó la ruta para llegar a la dirección de la tarjeta, según nuestros cálculos nos tomaría cuatro horas llegar al lugar, una hora para conseguir el paquete y otras cuatro horas para volver y estar en el parque central, el plan no estaba nada mal, teníamos el tiempo justo para volver.
Todo el camino fue muy tranquilo, eso me decepcionó un poco, en mi mente, una misión implicaba riesgo permanente, monstruos atacando cada minuto y mi vida corriendo peligro, demostrando mi valor ante todos, pero por el momento se limitaba a estar sentada a la par de una ventana viendo el panorama de que no variaba mucho por cierto.
Nos bajamos a la orilla de la carretera ya pasado el medio día, muy cerca de donde nos indicaba la tarjeta de los gnomos de la tía M o como fuera el nombre, seguimos caminando hasta llegar a otra calle, la cual estaba desierta, para sorpresa no tardamos en encontrar el local, una casa bastante grande con una infinidad de estatuas aparentemente de mármol en su jardín frontal y por si acaso un rótulo bastante invitando a las personas a comprar.
Rodeamos la tienda para buscar el paquete con la esperanza de encontrarlo y no tener que luchar por él, o al menos ese era el plan de Lisa, mi idea del plan era derribar la puerta y matar todo lo que estuviese vivo y salir con el paquete, decidimos investigar un poco, pero cuando espiábamos por una ventana, ésta de abrió de golpe y una mujer un poco vieja sacó su cabeza, me sobresalté porque su rostro estaba cubierto con una tela o velo semi-transparente, Lisa ahogó un grito y Matt sacó su espada, la mujer habló con un tono tranquilo pero un poco preocupado.
- ¡Niños!, ¿qué hacen ahí? venga, pasen, estoy cocinando galletas-, por un momento fue como si olvidase a lo que habíamos ido y simplemente obedecimos y entramos al local.
Cuando pasamos por el vestíbulo vimos una caja algo grande con cinta adhesiva que decía "frágil", entonces fue como despertar de un sueño y recordé que estábamos en una misión, la mujer se presentó como la tía M, que ya estaba vieja, le gustaba cocinar, pero no tenía con quien compartir la comida, salvo algunos de sus clientes, nos indicó que nos sentásemos mientras nos daba galletas y preparaba unas bebidas.
Matt parecía confundido y Lisa miraba por todos lados como si no supiera donde estábamos, aproveché el momento para pedir usar el baño, la tía M, con un poco de mala gana me mostró el camino y cuando vi que regresó con mis hermanos, me escabullí para ver el paquete.
Efectivamente era el que buscábamos, en la parte de arriba tenía una etiqueta con un logotipo y las pequeñas alas de Hermes, lo tomé con cuidado y lo saqué al jardín delantero, lo deposite junto a una estatua de un jugador de baseball, iba entrando nuevamente cuando escuché a Lisa gritar, sujeté mi lanza con fuerza frente a mi y entré donde estaban, creo nunca olvidaré lo que vi, Matt se convertía en piedra ante mis ojos, la tía M había levantado su velo, entonces comprendí que M era de "Medusa".
Lisa estaba en el suelo con las manos cubriendo su rostro, cerré mis ojos, corrí y embestí a la mujer que trastabilló y cayó al suelo, aproveché para tomar a Lisa de la mano, mis ojos estaban entreabiertos por precaución y literalmente arrastré a Lisa hacia la salida mientras lloraba y sollozaba.
Tomé el paquete con una mano, coloqué mi lanza en la espalda y con la otra mano seguí halando a Lisa quien no paraba de decir:
- ¡Tenemos que volver por Matt, no podemos dejarlo!.
Apreté el agarre de su mano y a pesar que sentía las lágrimas en mis ojos pude decir:
- No podemos, ya es tarde para él.
Salimos a la carretera donde tomamos el autobús de regreso y al atardecer estábamos en el parque central de Nueva York entregando el paquete a Hermes, cuando le contamos lo que había pasado con Matt, nos miró con un poco de soslayo y dijo:
- Les dije que no muriesen, lo siento por su amigo, de verdad que sí, sé que no compensa nada, pero las llevaré de regreso al campamento, vengan, tengo por ahí una camioneta estacionada.
Mientras íbamos en la parte trasera de una camioneta de correos podía sentir como si algo amargo bajase por mi garganta, la profecía no se había equivocado, sentía el deseo de haber tenido más poder y haber salvado a Matt, y también Matt era el único de los tres que había permanecido en pie, posiblemente para siempre en la tierra llena de estatuas, ahora tendría que lidiar con eso por siempre,me hice la promesa que nadie más tendría que caer mientras yo estuviese a cargo y más aún que según la linea de mando de la cabaña el liderato y el lugar en el consejo del campamento recaía ahora en mí.
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Hija de Ares, salvadora del Olimpo
FanficCuando todos me ven, me temen, huyen de mi, y realmente yo he creado esa fama, mi padre es Ares, dios de la guerra, ¿ qué más se podría esperar? He tenido que ser dura para sobrevivir, he atestiguado sucesos que me han enseñado a ser así... Yo estuv...