Subimos la colina, la cual era un poco inclinada y con varios árboles, pude notar algunas marcas de garras, troncos quemados y rastros de batallas, al llegar a la cima y mientras el entrenador recuperaba el aliento por la escalada, pude ver un claro colina abajo, una casa de campo color celeste cielo, un pabellón lleno mesas para picnic más allá, unas canchas como de volley ball al aire libre, un lago con unas canoas en su orilla e incluso la colección de edificios más excéntrica que podría haber, formando una U grande, eran como diez edificios, cabañas, templos, que sabía yo, pero ninguno se parecía al otro.
-Bien..venida.. al.. campa...mento, niña, -dijo el entrenador todavía hiper-ventilando, no entendía como era entrenador de gimnasia en la escuela y una caminata por el bosque casi lo había matado.
Empezamos a descender la colina y vimos al pie de la misma a un grupo de unos seis jóvenes vestidos con armaduras de estilo antiguo, armados con lanzas y espadas, varios escudos de metal estaban colocados cerca de unos sacos formando una barricada, mientras ellos estaban alrededor de una fogata en pleno día, uno de ellos les avisó de nuestra llegada porque se voltearon, algunos se levantaron y nos saludaron cuando pasamos cerca de ellos, parecían animados de estar ahí, un par de ellos cuchicheaban y señalaron mi lanza, la cual era de un material, bronce celestial, me dijeron después, seguimos caminando, el entrenador, como adivinando mis pensamientos, dijo:
- Ellos son los guardianes de seguridad, se encargan de vigilar el campamento, mantienen a raya a los monstruos que tratan de entrar, todos los campistas se turnan en los alrededores para ser guardias, es una tarea común del campamento, ya aprenderás, por ahora debo llevarte a ese edificio, la casa grande como se le conoce por aquí para tu bienvenida y todas las cursilerías oficiales que se hacen.
Llegamos frente al edificio y en el pórtico de la casa estaba un hombre en una silla de ruedas, una manta reposaba en su regazo, un libro estaba abierto sobre la mesa frente a él con unos anteojos de lectura entre las páginas, estaba tomando una bebida caliente, al vernos sonrió y nos indicó que nos sentásemos en unas sillas cerca de él.
Se presentó como Quirón, el director de actividades del campamento, me dijo que al principio no entendería muchas cosas, pero que con el tiempo me acostumbraría, dijo que yo era una semidiosa, hija de algún dios griego, el entrenador le interrumpió y le dijo que él estaba seguro que yo era hija de Ares, dios de la guerra, que él había sentido el aura de guerra y sangre en mí hacía unos días, pero Quirón le dijo que debíamos a esperar a que mi padre me reclamase, mientras tanto iría a la cabaña de Hermes mientras eso sucedía, mencionó que el campamento estaba un poco vacío porque el verano aún no comenzaba y sólo permanecían en el campamento unos pocos semidioses que no podían ir a sus casas el resto del año, pero que en unas semanas los campistas empezarían a llegar, dijo también que tendría que ver un video de introducción y que luego mandaría a alguien para que me mostrase el lugar.
No sé que cara tendría, porque Quirón me miró y dijo:
—¿Cuál es tu nombre, pequeña?
—Clarisse, —respondí, —Me llamo Clarisse La Rue.
—Muy bien, Clarisse, —dijo Quirón, bienvenida al Campamento Mestizo, este será tu nuevo hogar, seremos tus amigos, aquí los demás te ayudarán y llegaremos a ser como una familia, no tengas miedo.
—No tengo miedo, dije.—Soy muy valiente.
—No lo dudo pequeña, ahora el entrenador te acompañará a ver un video, después necesito vuelvan aquí.—y de esa manera dio por finalizada la reunión.
El entrenador me condujo adentro de la casa, y en una habitación muy cómoda puso un video, nos sentamos en unos sofás muy cómodos, él a mi lado y comenzó un video que hablaba acerca de los dioses griegos, que existen en nuestro mundo, que no son solo mitos, y es muy común entre ellos enamorarse de mortales y tener hijos que no eran completamente dioses ni completamente humanos, el video continuó, pero era difícil prestarle atención ya que el entrenador hacia comentarios graciosos, burlones o agregaba frases al video a cada momento; después de un rato el video acabó y salimos al pórtico nuevamente.
—Justo a tiempo, —dijo Quirón, quien estaba junto a otro niño, él vestía pantalones negros, zapatos deportivos y una camiseta color naranja en la que con dificultad pude leer: "Campamento Mestizo", tenía el cabello negro y ondulado, ojos color marrón oscuro y tenía quizás unos diez años de edad.
—Michael, te presento a Clarisse, quien recién ha llegado escoltada por el entrenador, necesito le muestres el campamento y sus alrededores, luego llévala a la cabaña de Hermes para que se acomode, yo, mientras tengo una clase que atender.
Al decir eso, para mi sorpresa, se levantó de la silla de ruedas, lo cual ya era asombroso para alguien paralitico, pero no se detuvo ahí, el cuerpo de un caballo emergió de la silla y salió trotando por el campo, mitad un caballo blanco, mitad hombre adulto.
—Quirón es un centauro, —dijo el entrenador, —ya te acostumbrarás a las criaturas mágicas, no solo existen los monstruos, bueno, yo de igual manera tengo que atender unos asuntos, cuídate niña, te veo luego.
El entrenador se alejó caminando, dejándome con este niño, Michael, quien me miró de pies a cabeza y dijo:
—Bueno, me imagino aún no lo procesas todo, ven, vamos a que conozcas el lugar, prácticamente es un nuevo mundo por conocer.
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Hija de Ares, salvadora del Olimpo
Fiksi PenggemarCuando todos me ven, me temen, huyen de mi, y realmente yo he creado esa fama, mi padre es Ares, dios de la guerra, ¿ qué más se podría esperar? He tenido que ser dura para sobrevivir, he atestiguado sucesos que me han enseñado a ser así... Yo estuv...