Al pasar varias calles mientras corría, por coincidencia quizás, me encontré con el entrenador Hedge, quien me gritó:
- Hey tu, niña, ¿porqué corres?
Lo miré y corrí hacia él, con la respiración entre-cortada le dije:
- ¡Monstruo ! ¡ un monstruo en mi casa !
El entrenador me miró, puso cara de preocupación, pero la cambió a seriedad, me tomó de la mano y dijo:
- Se los advertí, ahora debemos irnos, te llevaré al campamento cuanto antes, ¡ ven, sígueme !
Me tomó de la mano y caminamos por un buen rato hasta llegar a la estación de autobuses, él compró dos pasajes para que llegásemos al aeropuerto en Tucson, luego mientras esperábamos sentados en una banca por el autobús, el entrenador pudo notar mi semblante triste, puso su mano en mi hombro y dijo:
-No te preocupes niña, todo estará bien, tu mamá ha de estar preocupada, ven, vamos a hablarle.
Caminamos un poco y vimos cerca un lugar donde tenían unos aspersorios para regar las plantas, el entrenador se las arregló para hacerlos funcionar y que el agua formase un arco iris con los rayos del sol del medio día, sacó un moneda brillante y la tiró hacia el agua, para mi sorpresa desapareció a través del agua, el entrenador dijo unas palabras y de pronto vi a mi madre en el jardín, llorando, sentada frente a la casa, su ropa estaba ahumada, manchas de hollín cubrían su cara.
-Mamá, -le grité- ¡ aquí estoy !
Ella giró su cabeza buscándome y entonces me vio:
-Clarisse, ¡ hija !, pero, ¿cómo?
-Se lo advertí señora De La Rue, -dijo el entrenador a la par mía,- ella, bueno, usted lo ha visto, no es seguro que permanezca en casa, su esencia de semidiosa es muy fuerte y crece junto a ella, el ataque de hoy pudo haber terminado muy mal, incluso ahora podría estar atrayendo a otros mosntruos, por eso ahora nos dirigimos al campamento, ella estará segura ahí
Mi madre bajó la cabeza, asintió y dijo:
-Sí, mi niña, te amo con todo mi corazón, no soportaría perderte, ve al campamento, espero puedas venir a visitarme de cuando en cuando y si puedes llamarme hazlo.
La imagen se desvaneció y me encontré mirando el pasto recién regado, seguí al entrenador nuevamente hasta la estación de autobuses, me compró comida y viajamos casi todo el día, tomamos un avión de Tucson a Los Ángeles y de ahí uno hasta Nueva York, el viaje fue tranquilo a pesar que el entrenador parecía nervioso, siempre viendo a todos lados y caminado rápido en los aeropuertos, pero también trataba de hablar conmigo y hacerme sentir tranquila.
Llegamos a Nueva York al día siguiente pasado el medio día, tomamos un taxi, pero cuando entramos, el entrenador hizo una mueca, me miró y me hizo señas para que saliéramos, cuando intenté abrir la puerta, ésta tenía seguro y no podía abrirla, miré al entrenador y miré al conductor, vi unos grandes dientes amarillos y un ojo inyectado en sangre que me devolvía la mirada, mi corazón dio un vuelco, otro monstruo con el que nos encontrábamos; el entrenador trató de abrir la puerta de su lado, pero no dio resultado.
El monstruo aceleró el taxi con lo que el entrenador que se había puesto de pie, se golpeó la cabeza y cayó sentado e inconsciente; no podía salir del taxi, y tampoco quería dejar al entrenador, él había sido bueno conmigo, así que no hice nada, el monstruo nos llevó por unas calles, luego a una autopista y salimos de la ciudad, podía ver la playa a lo lejos de un lado y del otro lado lado de la carretera había un bosque, cuando el monstruo detuvo el taxi, recordé que el monstruo solo me quería a mi, si corría pudiese que dejara al entrenador para seguirme.
Así lo hice, cuando el taxi se detuvo, el seguro de la puerta cedió y salí corriendo con el monstruo tras de mi, crucé al otro lado de la carretera y me interné en el bosque a la orilla de la carretera, empezaba a cansarme, me detuve en un árbol para descansar y supe que iba a morir, de alguna manera reuní valor, si moría, daría batalla, no le sería tan fácil comerme, me planté ante al monstruo que ni siquiera corría, simplemente caminaba hacia mi como dando un paseo, al verlo así, sentí nuevamente la misma sensación que cuando golpeé al niño en la escuela, corrí hacia él, en el último instante rodé por entre sus piernas, giré y me encontré viendo su espalda, no sé como, pero una lanza apareció en el aire frente a mí.
La tomé y se la clavé al monstruo, chispas salieron de la punta de la lanza y el monstruo explotó en polvo dorado, me quedé sentada con la lanza en las manos viendo un pantalón raído en el suelo que era del monstruo, después de un tiempo me levanté y volví al taxi, el entrenador seguía dormido, lo desperté y después de contarle lo que había pasado dijo con un tono enérgico:
-¡ Ja !, lo sabía, buen trabajo niña, ahora salgamos de aquí, todavía no hemos llegado, pero el cíclope estúpido nos ha dejado bastante cerca.
Caminamos a la orilla de la carretera, pasamos cerca de un campo de cultivo lleno de fresas y nos internamos en el bosque nuevamente, de pronto mientras caminábamos el entrenador señaló una colina que no tenía nada diferente de las demás y dijo:
¡ Al fin llegamos !, mira niña, esa que ves ahí es la Colina Mestiza, el campamento está al otro lado de ella.
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Hija de Ares, salvadora del Olimpo
FanfictionCuando todos me ven, me temen, huyen de mi, y realmente yo he creado esa fama, mi padre es Ares, dios de la guerra, ¿ qué más se podría esperar? He tenido que ser dura para sobrevivir, he atestiguado sucesos que me han enseñado a ser así... Yo estuv...