Profecía

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La voz del oráculo parecía hablar en mi mente con un tono triste y arrastrando las palabras y dijo:

-"Las crías del jabalí valerosos partirán hacia el norte donde al dios alado encontrarán que necesitado está ...

En la tierra de piedra solo uno permanecerá en pie y el mas pequeño volverá glorioso deseando más poder. "

Luego de haber hablado la niebla verde empezó a arremolinarse nuevamente, pero esta vez volviendo a entrar en la momia, en pocos segundos el ático volvía a estar igual de solo y tétrico que antes.

Bajé hacia donde Quirón me esperaba, no sé que cara tenía, pero las palabras "solo uno permanecerá en pie" no eran precisamente las más alentadoras; Quirón me dió palabras de ánimo y preguntaron que si ya tenía pensado en los otros dos campistas que me acompañarían, les expresé que había pensado en Matt y en Lisa, ambos hermanos míos, me aconsejó que guardase para solo para mí y para mis compañeros las palabras de la profecía y que debía partir cuánto antes.

Al día siguiente estábamos los tres en una pequeña camioneta con Argo, el tipo que tiene ojos por todo su cuerpo al volante, nos dejó en la estación del metro y entonces estábamos por nuestra cuenta.

Nos sentamos y les conté acerca de la profecía, pude ver un poco de preocupación en sus rostros, pero éramos tres hijos de Ares, no podíamos permitirnos mostrar debilidad frente a los otros.

Diez minutos después, mientras decidíamos que ruta seguir, se acercó a nosotros un tipo vestido como repartidor de correos, pantalones cortos, camisa de botones y usaba una gorra en la que pude notar que a cada lado de la gorra tenía bordadas unas pequeñas alas, "el dios alado que necesitado está" - pensé - la misión acababa de empezar.

- Así que ustedes son los hijos de Ares que me ayudarán, bien perfecto, necesito tres guerreros sin temor a morir- dijo al tiempo sacaba un teléfono de su bolsillo y empezaba a teclear y sin mirarnos seguía diciendo:

-No tengo mucho tiempo, así que solo hablaré una vez, este día fui a recoger un paquete, pero por torpeza lo olvidé, su misión es ir y traer ese paquete para mí los veré en el parque central al atardecer, pero nadie los puede ver, y si los atrapan negaré que hablé con ustedes, no soportaría que dijeran que necesité ayuda.

Un poco de ira se asomó en mi rostro mientras decía:

- ¿Está diciendo que nuestra misión es hacer sus mandados para recoger paquetes?

Mis palabras parecieron perturbarlo porque me miró y dijo:

-Niña, soy Hermes, hijo de Zeus y mensajero del Olimpo, ten mas cuidado como te diriges hacia un dios, no querrás pasar el restos de tus días convertida en una rata.

-las ratas son sabrosas - dijo una siseante que provenía del teléfono móvil que sostenía Hermes, casi de inmediato otra voz siseante, pero femenina replicó:
- Callate George, no es buen momento-.

Miré a Hermes un poco sorprendida, bajé la mirada y dije:

- Y ¿dónde se supone que tenemos que ir?

- Muy bien chica, ya vamos mejorando, toma ésta tarjeta, la dirección está ahí, recuerden, al atardecer en el parque central, y un consejo, traten de no morir.

Hermes dio la vuelta y empezó a caminar como si nada, se perdió entre la multitud dejándonos confusos, airados y un poco decepcionados, cuando pedí una misión nunca pensé en hacer los mandados de los dioses.

Matt me dijo que siempre era así, que los semidioses estábamos para hacer las cosas que los dioses no quieren y que debíamos ir

-¿Cuál es la dirección de la tarjeta?-preguntó Lisa

Con algo de esfuerzo leí:

- El emporio del gnomo de la tía M, New Jersey-

Hija de Ares, salvadora del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora